Las horas pasaban y nada ocurría. No venía nadie a por mí. Cada vez estaba más convencida de que se habían olvidado.
Empezaba a hacerse de día y la gente que andaba por allí corría para llegar a casa, se habían acostumbrado tanto a vivir de noche que el sol les daba pavor, o eso me pareció.Estaba a punto de irme cuando alguien me llamó por la espalda. -¡Ey, Ella!
No era ni Sharon, ni Víctor, ni (menos mal) Tiffany. Era La Loba, la cual para mi sorpresa, esbozaba una sonrisa; creo que era la primera vez que la veía sonreír.
-Hola. -Saludé yo sin saber muy bien qué cara poner.
-¿Cómo está la rubia? -Dijo con un tono despectivo ignorando mis saludos.
-Pues, acaba de salir del coma. No sabía que era tu amiga.-
Puso los ojos en blanco. -Qué va a ser mi amiga.
-Entonces, ¿Qué haces aquí?
-No es de buena educación preguntar tanto, niña. Mejor metete en tus asuntos.-
Yo me encogí de hombros. Estaba tan cansada de estar ahí sola que agradecía hablar con cualquiera, aunque fuera la persona más borde de Camilton.-¿Has estado dentro? -Me preguntó.
-Sí... Pero ahora quería irme a casa, ¿no sabrás por casualidad...?
-¿Qué te pasa? ¿Tienes miedo? -Dijo con una sonrisa despiadada en la que se veían toda esa fila de dientes afilados.
-¿Yo? ¿Por qué lo dices?-
Soltó una carcajada. -Estás temblando, Ella.-
Yo me puse roja como un tomate de vergüenza. -La verdad es que esa chica quiere matarme. -Le susurré.
Sonrió de nuevo. -Normal, dicen por ahí que le has quitado al novio.
-¿Quién dice eso?-Pues... -se quedó pensativa- lo dicen por el insti. Las amigas de Tiffany, sobre todo.
-Agggh. Qué rabia me da. ¡Es mentira! Además, ellas ni siquiera han venido.-
Me dio unas palmaditas en el hombro. -Es verdad. Menudas amigas de pacotilla. En fin, ¿quieres decirme en qué planta está?
-S-sí... En la primera planta.
-¡Gracias, has sido muy amable conmigo!
-Ya... de nada. Violet, antes de que te vayas, ¿puedes decirme como llegar al instituto?
-¿A Goliard? ¿Para qué quieres ir ahí? Ahora está cerrado. -Se puso seria.
-No es eso. Es que quiero llegar a mi casa.-Violet fue muy amable de esforzarse en explicarme, aunque parecía que de día su sentido de la orientación no era muy bueno.
Me dijo que tuviera cuidado, que había ladrones, lo que me pareció un poco raro, pero yo hice caso de todo lo que me dijo y logré llegar a mi casa sana y salva.Me metí en la cama sin ni siquiera quitarme la ropa por lo cansada que me encontraba.
Mi cabeza no paraba de pensar en Tiffany. Estaba preocupada por mí, más que por ella, ¿y si cuando la dieran el alta intentaba matarme? <Tendré que cambiarme de instituto otra vez y volver a ser la nueva.>Tampoco entendía qué hacía La Loba ahí, si el día que las había visto a las dos juntas parecía que se estaban peleando a muerte.
Pensaba y pensaba, y no entendía, no entendía nada.
Estaba desquiciada, quería dormir para no despertar.-¡Ella, Ella!
-¿Qué? -Dije entre abriendo un ojo para despertarme.
-¡Te has quedado dormida!
-Espera, ¡¿qué?! -Me caí de la cama. -¡Ay! -En ese momento pude ver claramente frente a mí a la persona que me había despertado. -¡Marmalade! ¿Qué haces tú aquí? -Dije mientras me masajeaba la parte de la cabeza donde me había golpeado con el suelo.
-¿Pero en qué mundo vives? Ayer te fuiste del hospital sin decir nada. Y hoy no has venido a clase. Sharon y Víctor están preocupados por ti.
-Ah, ellos. -Me puse seria. -Cuando Tiffany despertó se fueron con ella y me dejaron esperando por horas. Creí que se habían olvidado de mí, así que me fui. -Me levanté del suelo. -Por cierto, ¿cómo está Tiffany?
-Aún sigue ingresada. Dice Sharon que la están haciendo muchas pruebas. No sé mucho más.-
Suspiré. -Menos mal. ¿Crees que estará un tiempo sin ir a clase?
-¿Por qué lo dices?-
Yo bajé la cabeza y me acerqué. -Creo que quiere matarme. -La susurré al oído.
Marmalade sonrió. -¿De qué hablas?-
Yo bajé la cabeza. No tenía ganas de contarle el rato tan desagradable que había pasado en el hospital. -No, por nada...-
Marmalade se puso seria. -Bueno. No hablemos de eso.
-Tienes razón. Vamos a clase.
-Estás loca. -Dijo entre carcajadas. -Son las 7am.
-¡¿Qué?! ¿He dormido durante toda la noche? -Dije agobiada. Había perdido dos días de clases sin darme cuenta. Me empezaba a sentir como una estudiante del montón, o incluso peor.
La vampiresa sonrió una vez más. -Sí. Pero no te preocupes. -Trató de tranquilizarme acariciando mi cabello con sus uñas suavemente, lo que me irritó aún más. -¿Y tú para qué has venido? Si total, nadie se molesta en avisarme. -Traté de poner un poco de distancia entre nosotras dos, pues me estaba sintiendo tremendamente incómoda tan cerca suyo.
-Les dije a Sharon y Víctor que estabas bien. Pero no tenía completa certeza. Sólo he venido a comprobarlo. -Me puso una mirada angelical, como pidiendo disculpas, quizá para que no me enfadara con ella, lo cual fue en vano.
-Pues ya lo has confirmado.
-Bien. -Me sonrió y se quedó ahí esperando a que ocurriera algo más.
-¿Pasa algo?
-No hace falta que seas tan borde.
-¡Que me dejes, ya! -Traté de controlar mi carácter. No quería cometer errores, ya había cometido bastantes; no quería perder a mi amiga, quizá la única amiga verdadera que tenía en ese lugar, después de todo.Intentaba no pensar en Tiffany, pero sabía que eso era lo que me estaba en realidad, desquiciando.
Miré a Marmalade, la cual tenía la mirada perdida en el suelo. Pensé que quizá ya sabía más o menos mi historia, al fin y al cabo ella sí había asistido a clases. O hasta podía haberme leído la mente en un momento en el que yo hubiera estado despistada.
Esperaba que no se hubiera conmocionado mucho por mi reacción y que me comprendiera. Me asustaba la posibilidad de que no lo hiciera y que simplemente se alejara de mí.Dudaba en si contarle mi problema con Tiffany y mi versión de los hechos o no, y la veía cada vez más insegura y apartada de mí. <Cielos, yo también soy un monstruo.> Había gritado a mi amiga, y no por primera vez; había convertido su sonrisa en esa mirada temerosa. Me odiaba a mí misma. No podía estar más introvertida y encerrada en mis pensamientos. -Creo que no voy a ir a clase por un tiempo.-
Marmalade levantó la vista de repente y cambió su expresión. -¿Qué? ¿Qué ha pasado ahora?-
Yo me volví a acercar a ella y agarré su mano. -Sé que es difícil de entender, porque no te he contado nada de lo que me ha estado pasando últimamente... Pero necesito estar sola. -En ese momento se me cortó la respiración, me quedé sin fuerzas de repente y me caí al suelo.
-¡Ella! -Me agarró para que no me hiciera daño. -Cualquier cosa que necesites, me la puedes contar.-
La miré a los ojos angustiada sin poder abrir la boca. -¡Ella! ¿Qué clase de broma es esta?
-Soy peligrosa, lo siento. Te he hecho daño.
-Pero, ¿qué dices?
-He hecho daño a Tiff... Y a Stephan. Soy la peor. Es por eso que...
-¡Ella! El daño se lo han hecho ellos mismos, ¡no tú! -Me golpeó suavemente la cara. -¡Reacciona!-
La volví a mirar mientras las lágrimas brotaban de mis ojos. -Qué bueno... Eres la única que lo ve así. Eres la única que me cree. -Me estaba quedando sin fuerzas a gran velocidad, lo que me asustaba más. -Por favor, déjame sola. Ya nos veremos.-Me ayudó a meterme en la cama de nuevo. -Prométeme que volverás al instituto.-
Yo asentí.
Y así, con la mirada fija en mí y los puños apretados de rabia Marmalade hizo realidad lo que le había pedido y desapareció.Me sentía algo aliviada de no haberla perdido también a ella; pero sabía que había perdido una gran cantidad de cosas, entre ellas mi cordura, mi reputación en Goliard (y muy posiblemente en todo el pueblo) y mi aptitud escolar intacta hasta el momento.
Quería desaparecer de Camilton a toda costa, pero dudaba en que se pudiera, y aún siendo posible, dudaba en que fuera capaz de recuperarme totalmente. Ahora era una asesina, un monstruo.×Hasta aquí el capítulo de hoy. Les pido disculpas de nuevo por tardar ^^".
Quiero saber qué opinan de lo que está pasando en la historia ahora. ¿Creen que Ella es un monstruo?
Comenten si están a favor de Tiffany o de Ella.
Gracias por leer mi historia💕×

ESTÁS LEYENDO
Cuando ves llorar a una vampiresa de ojos negros.
VampirElla es una estudiante normal que se ha mudado a una nueva ciudad, dónde la convivencia con criaturas no-humanas se ha popularizado. Allí conocerá a fantasmas, hombres-lobo...y a una vampiresa de lo más peculiar que la traerá el amor a la mente. ⚠️...