Capítulo 7.

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ESPECIAL 1/3 POR EL CUMPLEAÑOS DE JOAQUÍN.

[Sálvame]

Recorría las banquetas con un ardor en el pecho, pensando en cada cosa posible que podría suceder, ¿Sus padres estarán en casa al menos? Para que sean testigos de mi asesinato digo.

Veía la hora, tres treinta, y aún me faltan unas seis cuadras, me apresuré un poco, no llegaría tarde. Mí mochila pesaba más de lo acostumbrado en mis hombros, supongo que eran los nervios.

Mí cabeza no dejaba de darle vueltas al asunto de qué caminaba directo a mí muerte. Cinco cuadras... Ttes... Dos...
Estoy a una cuadra, son las tres con cuarenta y nueve, sigo avanzando, mis pies duelen, pero supongo que es porque saben a la perdición a la que van.

Cuatro cincuenta y cinco, estoy afuera de su casa, esperando a las cinco exactas para entrar. Justin Bieber has tú magia sobre mí, Ariana Grande bendíceme.

Cuatro de la tarde, Joaquín, estás muerto.

—Puntualidad, excelente Cry Baby—me tomó por el hombro y me metió a su casa —. Aquí está la cámara para grabar, empecemos ya para que te vayas pronto de aquí, no quiero que la escencia gay se quede en ésta casa.

Saqué los materiales para hacer el globo terráqueo, y Rodrigo encendió la cámara.
Comenzamos a hacerlo, yo le daba pequeñas instrucciones en voz baja a Rodrigo, así durante hora y media hasta que terminamos y el resultado fue no tan disgustante como lo imaginé.

—Me parece bien mariquita, tendremos diez con esto —empezamos a limpiar la mesa, yo no dije ni hice un solo comentario antes y después del vídeo —. ¿Te comió la lengua el ratón? ¿Un ratoncito gay?

—No —dije armándome de valor para que mí voz saliera de mí pecho.

—Vaya, si hablas eh, recoje tus cosas y lárgate de aquí ya —me dijo mientras recogía la cámara.

Se escucharon unas llaves fuera de su casa.

—¡Ay no, mierda! —me agarró por los hombros y me dirigió a las escaleras.

—¿Qué, qué pasa? —lo miré desconcertado.

—Es mí papá, sí ve que estás aquí, va a enojarse mucho conmigo por estar con un gay —me tomó de la mano y me arrastró hasta arriba, me metió a su cuarto —. Yo a ésta hora debería estar en el entrenamiento de básquetbol, bien, pero tuve que hacer este maldito trabajo, si se da cuenta de que estoy en casa, me ahorcará.

Silenciosamente nos metimos a su clóset, que por alguna razón cierra por dentro.

—Probablemente va a subir aquí entiendes, siempre registra todas las habitaciones para asegurarse de que todos estemos donde deberíamos y de qué no hay delicuentes, así que cuando entre, aguantate la respiración —me tapaba la boca y me susurraba cerca de mí oído.

Yo sólo asentí con la cabeza, muy asustado. Resulta que no me asesinaría Rodrigo, lo haría su papá.

Efectivamente, su padre entró y yo contuve mí respiración, sus pisadas hacían el suelo sonar muy fuerte, vió debajo de la cama, pues se le escuchó levantar la cobija, luego de unos segundos más, salió de la habitación cerrando la puerta, mejor dicho azotándola.

—Tendrás que salir por la ventana, hay un árbol ahí, que tiene una casita de madera y esa tiene escaleras, baja por ahí y ya no te podrá ver, las escaleras dan para el patio, la casa rosa de en frente tiene un pasillo de pasto, vete por ahí y ya saldrás a la calle —me seguía susurrando.

"Cry Baby"//Emiliaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora