Capítulo 39.

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[Una despedida ¿Temporal?]

—¿Me permitirías besarte una última vez?, pero un beso bien, como el que nos dimos en la bolita del juego.

—Pero aquí, Diego estamos al aire libre, y aparte ya te había dado ese “último beso”, en el hospital.

—¿Y tú ves a alguien?, mira todo el estacionamiento, no hay nadie que nos pueda ver o molestar, todos están dentro, anda, y sí, lo sé, pero... ¿Por favor? —Diego hizo puchero.

—Un último beso, ésta vez en serio...

—Beso Valdoni.

—¿Qué? —Joaquín levantó una ceja.

—Lo escuché por ahí de una fan, es nuestro shippeo, por Valdés y Bondoni, eso fusionado es “Valdoni” —el pelilargo formaba la palabra en el aire con sus manos.

—Bésame pero no me dejes marcas, ¿Está bien? —advirtió Joaquín.

—Acepto, Gress —Diego se acercó a Joaquín.

Pegaron sus narices, y una sonrisa por parte del rubio de hizo presente, acto seguido, unieron sus labios, besándose con ansias, como si fuera la última vez que les permitieran dar un beso, y en efecto sería el último que se darían entre ellos.

Diego predominaba queriendo morder y succionar el labio inferior de Joaquín, mientras que éste estaba tratando de dejarse llevar lo más posible para cumplir la última petición del chico. Sus labios eran suaves, carnosos, y no dejaba ni un centímetro sin besar.

Joaquín tomó del cuello a Diego, y las lenguas de ambos se hicieron visibles, jugueteaban entre sí, y saboreaban cada roce.

Diego con la adrenalina, las ansias y la emoción, recorrió toda la espalda de Joaquín, hasta llegar a su trasero, para tomarlo con ambas manos y presionar contra él. El dueño de las posaderas no se opuso, pues sabía que era un último contacto, aparte, nadie los estaba viendo, o al menos eso creían.

Detrás de los arbustos, un joven los espiaba a través de las hojas, quién los veía muy confundido, con el ceño totalmente fruncido, tratando de enfocar con sus ojos lo que estaba sucediendo.

Emilio no creía que aquellos eran sus mejores amigos, tampoco creía que pudiese haber algo así entre ellos, ya que muchas veces Joaquín le había aclarado que el no quería nada con Diego, y mucho menos podía imaginarse que su pareja de baile se dejase tocar así por alguien.

Emilio por alguna razón se sentía traicionado, sentía un ardor en las venas, y un fuerte dolor de estómago de tanto apretarlo.

Miró su celular, tratando de distraerse, pensando en que cuando volviese a mirar, éstos dos ya estarían separados, o que aún mejor, hubiera sido solo una ilusión, una pesadilla, pero no fue así.

Diego y Joaquín seguían besándose, pegando sus cuerpos de una manera desesperada.

El rubio tumbó al más pequeño sobre el vidrio trasero del auto, recostándolo, mientras que él subía al mismo lugar, quedando sobre de él, con las piernas abiertas en su torso, acorralandolo.

Continuaban besándose, mientras Joaquín se aferraba a la espalda de Diego, y éste con una mano se apoyaba en el auto, y con la otra tomaba al castaño del cuello.

"Cry Baby"//Emiliaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora