Capítulo 66.

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[No me mató, pero Dios, lo hubiera preferido...]

—Muy bien chicos, estamos en nuestros últimos días de grabación, lo saben, nos quedan como dos semanas, así que les pido que sigan dando su mayor esfuerzo, venga, a filmar —el director de escena animaba a los muchachos.

Se pasaron hora tras hora en el set, en la privada, y en los demás escenarios, como siempre. Ésta vez fue demasiado pesado, habían llegado desde las siete de la mañana, y ya eran al rededor de las once de la noche cuando estaban por darles salida. Algunos días tenían que quedarse hasta la una, las dos, inclusive tres de la mañana.

—¡Nos vemos! —Ale sacudió su mano despidiéndose de los demás ya en su auto.

—¡Hasta mañana! —gritó Sian desde su carro, en el que llevaba a Eduardo y Nikolás, habían decidido salir ellos tres a dar alguna vuelta por la ciudad.

Joaquín había pedido permiso de quedarse en casa de Emilio, tenía una maleta a su lado la cual acababa de sacar del camerino, estaba esperando a que el rizado terminara de quitarse la ropa de Aristóteles. Elizabeth no quiere retenerlos, pero les ha hablado de las medidas que hay que tomar, y ha puesto su confianza en ambos.

—Listo, fresco como una lechuga —Emilio alborotó su cabello mojado.

—¿Te bañaste?

—Sí, usé las duchas del baño del foro doce, me sentía demasiado sudado, me estaba desesperando.

—Si el fandom supiera que sí te bañas los decepcionarías.

—Ese es mí gran secreto, y ahora lo comparto contigo.

—Tal vez también deba ducharme.

—¿Quieres en el foro o mejor en mí casa?

—Sí, mejor en tu casa.

—Bueno vamos.

Subieron a la camioneta, Emilio condujo un buen rato hasta llegar a su casa, los chicos bajaron y en la entrada saludaron a Mary.

—Buenas noches muchachos, joven Emilio, su mamá salió de viaje a otro estado de última hora hace un rato, dijo que tendría un show de último momento, la señorita Romina ya está terminando de mover sus cosas a su casa, mañana vendrá por la última tanda de ropa que dejó aquí para por fin desalojar su habitación, pero ya no dormirá aquí —a veces Mary detenía a los integrantes de la familia para notificarles los últimos cambios de los días más recientes.

—Gracias por decirme Mary, creo que ya es tarde, ve a casa por favor, ¿Mí mamá ya te dió el pago de la semana?

—Sí joven, hace rato, lo veo mañana en la mañana, descansen por favor.

—Adiós Mary —se despidió Joaquín con una sonrisa.

—Entonces solo está Kiko —habló Emilio.

—Olvidé eso, Kiko se fue a casa de Kimish, su hogar está solo por ésta noche joven —dijo Mary desde la puerta.

—Oh, gracias una vez más Mary, hasta mañana.

La señora se retiró de la casa.

—Casa sola —Emilio vió pícaramente a Joaquín.

—¡Más oportunidad de ver televisión hasta tarde! —gritó Joaquín, corriendo escaleras arriba.

Emilio rodó los ojos y soltó una carcajada.

—No tan tarde, mañana tenemos llamado temprano —Emilio subió las escaleras también.

—Cierto...

Ambos entraron a la habitación.

—Tenderé la cama para dormir mientras te bañas, ya sabes dónde están las toallas, ¿Me dejas dormir en bóxer?

"Cry Baby"//Emiliaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora