Capítulo 21.

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El miércoles tampoco supieron nada la una de la otra. La abogada seguía sumergida en sus ventas y la empresaria llevaba a cabo sus proyectos inéditos.

El jueves llegó con su reunión concertada con el señor Moore. Preparó un pequeño catering de desayuno para darle la bienvenida a su torre de oficinas. Eran las nueve cuando el presidente de Universal entraba por la puerta. Una directora radiante le esperaba en el despacho. Se levantó para recibirle.
Malú: Buenos días, señor Moore- le ofreció un apretón de manos.
Brian: Buenos días, señorita Sánchez-
Malú: Llámame Malú, por favor-
Brian: Sólo si usted me llama Brian- le sonrió amablemente. Un poco más de lo debido para el pensamiento de Malú. Pero bueno, son hombres.
Malú: Trato hecho. Siéntese, por favor- Brian lo hizo y la directora lo imitó.
Brian: Así que usted es directora de todo este tinglado- miró el despacho de arriba a abajo, observándolo.
Malú: Así es. Lo mío me ha costado- sonrió esta vez ella, tímidamente.
Brian: Hace un trabajo estupendo, directora-
Malú: Brian, déjese de halagos... hemos venido a trabajar-
Brian: Tiene razón- sacó su portátil y abrió los archivos que tenía preparados para la empresaria- este es el esquema de preguntas que nos gustaría seguir con el gobernador-
Malú estuvo un par de minutos leyendo aquel PDF.
Malú: ¿Que cuántas veces le da cariño a una mujer antes de unas elecciones?- ella frunció el ceño.
Brian: Sí, bueno... hace referencia al sexo de una forma sutil-
Malú: ¿Sabe usted que se rumorea que es homosexual?-
Brian: Ahí está la clave. Nunca nadie ha sacado ese tema tabú en una entrevista. Preguntándole por una mujer, quizás desvele algo de su vida privada-
Malú: Mi revista no le preguntará eso, lo sabe, ¿no?-
Brian: Malú, ¿Por qué no?-
Malú: Porque te repito, se cree que es homosexual. No le preguntaremos nada sobre hombres o mujeres-
Brian: Si le parece bien, podemos cambiar la redacción de la pregunta-
Malú: Señor Moore- se negó a llamarle Brian- no nos estamos entendiendo. Le estoy diciendo que mi empresa no le hará preguntas comprometidas al presidente-
Brian: Malú, ¡tú también lo eres y no le pones tantas pegas!-
Malú: ¿Perdón?- por el tono de voz de la directora, Brian Moore ya sabía a leguas que la había cagado.
Brian: Disculpe, señorita Sánchez, yo...-
Malú: Fuera, venga- se levantó y le abrió la puerta para que se fuese.
Brian: Perdóneme, yo no quería decir eso...- puso sus manos en la cintura de la empresaria, que aún agarraba la puerta abierta.
Malú: ¿Pero qué cojones haces?- reculó hacia atrás para que no la tocase. Visualizó a Liam riéndose desde la cristalera de su despacho. Él ya había visto cómo Malú largaba a cientos de personas de sus oficinas.
Brian: ¿Lo puedo arreglar invitándote a una copa?-
Malú: Ya tengo con quién salir y no hace falta que nadie, ¡nadie! me invite a nada-
Brian: Por favor, directora.. es importante esa entrevista- se volvió a acercar a ella.
Malú: Espero que tus empleados sean menos incompetentes que tú. Y ahora, fuera de aquí, por favor- suavizó el tono. No quería perder la compostura. Él la llevó agarrada de los hombros hasta la pared más cercana. De pronto se sintió acorralada. Intentó soltar las manos de Brian de su cuerpo pero le fue imposible. Él tenía mucha más fuerza. Le cogió del cuello y la alzó un par de centímetros del suelo.
Brian: Malú, vamos a hacer esa entrevista. Te guste o no- Liam, que lo estaba viendo todo, se acercó corriendo hasta allí.
Entró a trompicones, deprisa.
Liam: ¡Eh, tío, qué cojones haces!- le agarró de la camisa y lo echó hacía atrás, separándolo de la directora, que no sabía muy bien qué hacer. Volvió a coger aire.
Brian: ¿Eres tú quien se la está follando?- le pegó un empujón al subdirector que hizo que se fuese dos o tres pasos para atrás. Liam ni siquiera contestó. Se lanzó a por él con una rabia en los ojos que la empresaria nunca había visto. Malú llamó inmediatamente a Parker, que estaba reunido en la oficina de al lado.
Malú: Parker, ¿puedes venir?- estaba nerviosa, agitada.
Parker: ¿Qué pasa, Malú?- salió de la reunión y ella le llevó hasta su despacho. Allí estaba Liam sobre el de Universal, que se encontraba tirado en el suelo intentando escapar de los golpes del subdirector.
Parker: ¡Malú! ¡Llama a seguridad!- él fue directo a levantar a Liam. Le pegó un empujón a su compañero para que entrase en razón- ¡Liam, tío! ¡Eh! Frena, joder. ¿Qué pasa?-
Liam: Este hijo de puta se ha aprovechado de Malú. Poco más y le ahoga-
Parker: ¿Cómo?- en ese momento entraban dos agentes de seguridad por la puerta del despacho.
Fueron los que tras avisar a la policía, detuvieron a Liam y Brian. Protocolo. La directora pasó gran parte del día hablando con el cuerpo oficial de protección, dando declaraciones y dispuesta a demandar a Moore. Tuvo que pagar fianza por el subdirector y le acercó a casa. Le habían dado tres puntos en la cabeza. Se acababa la jornada laboral de hoy en Fraday Lorence. Una vergüenza.
Liam: Malú, lo siento... no pude ver cómo te cogía del cuello y no hacer nada-
Malú: Liam, no pasa nada. Me conoces, saldremos ilesos de esto- puso el freno de mano y paró el coche- muchas gracias por acercarte, sino hubieses venido...-
Liam: Venga directora, deja de darle más vueltas. No pasa nada-
Pasadas las cinco de la tarde, Malú se fue a casa. Seguía nerviosa y alterada. Sabía que no había reaccionado bien. Le tocaba hacer frente a un juicio y nunca se había enfrentado a una cadena televisiva. Quizás fuesen mejores que ellos.

De nuevo llegando tarde a casa, hartándose a café, cenando mal y rápido, a penas descansando y volviendo a trabajar. El jueves de la abogada fue exclusivamente para la compañía.
Fue el viernes cuando Marco interrumpió en su bufete.
Marco: Martín, ¿viste los periódicos?- ella negó con la cabeza- échale un vistazo cuando puedas- se lo dejó encima de la mesa y salió para dejarla sola.
No le dio gran importancia, su compañero solía ser un exagerado. Siguió trabajando un par de horas más hasta que decidió que ya era hora de tomarse un descanso. Un cortado y a echarle un ojo a aquello tan importante que Marco le había dejado.

"Dos detenidos en Fraday Lorence por agresión a la dirección general"

De pronto se le paralizó el cuerpo. Se atragantó con el café. ¿Sería Malú? No dudó en preguntarle. Una llamada, dos.. la directora no le cogía el teléfono.
Recogió sus cosas y se puso el abrigo. Avisó en recepción que no le pasasen llamadas, que tenía una urgencia y no estaría el resto del día.
Arrancó y se fue directa a la casa de la directora. Ya se sabía el camino.
Aparcó en la puerta de su garaje y llamó al timbre. Una empresaria con ojeras y en pijama le abrió la puerta del porche.
Vanesa: Hola, Malú... ¿puedo pasar?- la directora asintió y le colgó el abrigo en el perchero, como de costumbre.
Malú: ¿El periódico? ¿La televisión?- cogió su paquete de tabaco. No quiso mirarla a los ojos.
Vanesa: Lo primero-
Malú: En todos lados se habla de lo mismo-
Vanesa: ¿Qué tal estás?- Malú se sentó en la cocina con su infusión entre las manos. Se encendió el cigarro.
Malú: Estoy bien. Preocupada, eso es todo-
Vanesa: ¿Qué pasó?-
Malú: Me pidió algo que sobrepasaba mis principios y lo rechacé. Le invité a que se fuese y no quiso. El resto es lo que has leído en las noticias-
Vanesa: ¿Y tú qué tal estás?- le cogió una mano en señal de apoyo.
Malú: Me he tomado un par de días libres. Al menos hasta que las marcas del cuello se vayan-
Vanesa: Joder... - le apartó el pelo para poder verlo bien- demandarás, ¿verdad?-
Malú: Lo intentaré. No hablamos de una sociedad pequeña sino de NBC Universal. Estará complicado-
Vanesa: ¿Tienes defensor?- la directora negó.
Malú: Tengo cita mañana con un bufete que me han recomendado-
Vanesa: Malú, puedo hacerlo yo-
Malú: Es un tema delicado, no me gustaría que no fuese bien y dañar tu reputación-
Vanesa: Quiero hacerlo, Malú. Vamos a ganar ese juicio-
Malú: ¿Estás segura?- bebió un poco para digerir la respuesta de la letrada.
Vanesa: Por supuesto- suspiró aliviada. En el fondo estaba encantada de contar con la mejor para demandar a la cadena. Se acercó para abrazarla. Lo necesitaban ambas aunque una más que otra- ¿has comido?- miró su Cartier.
Malú: No tengo hambre, Vanesa-
Vanesa: No seas cabezona, anda- fue la primera vez que la directora sonreía desde ayer- venga, que te invito al tailandés-
Malú: Pero comemos aquí en casa, ¿vale? No me apetece salir-
Vanesa: Te acepto el trato-

Todas las mujeres que habitan en mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora