Vanesa: Es temprano para saber si todo irá bien, ¿verdad?- recordó que la empresaria le había contado que el anterior fue su segundo intento. Ella asintió entristecida- No me bajes la cabeza, mírame. Haremos que todo esté bien-
Malú: ¿Haremos?-
Vanesa: Bueno, si me dejas, claro...- aprovechó la altura de Vanesa para recostar la cabeza en su pecho. Necesitaba dos minutos de tranquilidad y silencio. La abogada se dedicó a besarle el pelo y acariciarle la espalda por encima del vestido.
Malú: Claro que te dejo. Es más, quiero. Incluso, creo que me gustaría- levantó la cabeza y el beso fue inevitable- ¿Estás bebiendo whisky?- la letrada afirmó con la cabeza.
Vanesa: Bourbon con hielo-
Malú: ¿desde cuándo?-
Vanesa: Desde hoy, y no está muy allá, pero es fresquito- la directora rió.
Malú: Está asqueroso- quiso separarse de ella, pero la letrada la agarró fuerte para que no escapara.
Vanesa: Un beso más...- se acercó y Malú, majestuosamente, lo esquivó. Vanesa se sorprendió por haberlo logrado- venga, sólo uno...- al tercer intento logró dárselo.
Malú: ¿Dónde está mi chica?- la rodeó con sus brazos- Esa que siempre sabe a vino francés- echaron las dos a reír cuando le robó otro beso y la empresaria tuvo que beber agua después para quitarse el sabor a whisky que le había dejado el contacto con Vanesa.
Malú: Bueno, debo irme para terminar alguna conversación pendiente sobre el asiento de cierre- se retocó el pelo en el espejo- casi está a la vuelta de la esquina-
Vanesa: ¿Vendrás a buscarme más tarde? Prometo no beberme ni una más- acercó de nuevo su boca a la de la directora, aunque esta vez no hubo rechazo alguno- debo llegar algo cuerda a nuestro encuentro sexual de hoy- ella rió, parece ser que siempre tenía el comentario oportuno a cada circunstancia.
Malú: Señorita Martín, ¿quieres usted un encuentro sexual en un futuro próximo?- asintió con la cabeza.
Vanesa: Hay que celebrar muchas cosas- bajó su mirada el principio del pecho.
Malú: Como me lo vuelva a repetir mirándome a las tetas, se convertirá en futuro inmediato- se avergonzó cuando Malú le levantó la cara para mirarse ambas a los ojos. Realmente estaba mirándole el escote, pero a ella las copas le entonan de más, y estaba deseando quitarle el vestido desde que la vio llegar a media tarde.
Vanesa: Perdón, no era mi intención- se revolvió nerviosa entre las manos de la directora, quien echó a reír un segundo después.
Malú: ¡Tranquila, mujer! Mi pecho es todo tuyo, puedes observarlo cuanto quieras- ahora fue ella quien quiso dejarle un beso- Te buscaré, ¿de acuerdo?- apretó fuerte su mano y salió del servicio sin hacer apenas ruido. Vanesa necesitaba tomarse algo de tiempo para ella. Era casi obligatorio que pensara en lo que vendría en los siguientes meses. ¿Estaba dispuesta a aceptar el embarazo?
Recordó la noche en el Greenwich y en cómo Malú la cuidó sin condiciones. Sus dudas al principio, la obsesión que se instauró en ella después de despedirse.
Jamás vio a nadie seducir con tanta elegancia como lo hacía ella sin tocarla siquiera. Ganaba en distancias cortas, eso siempre lo supo. Carácter y prudencia. Estaba enamorada, ya no podía ni quería negarlo. Era una locura, pero no le importaba vivirla.
Se sonrió así misma antes de salir de allí de la misma forma que había entrado.Notó revuelo afuera. Al salir del baño, dos jóvenes empresarios pasaron por su lado mientras bajaban agitados las escaleras y casi le hacen caer al suelo.
Escuchó a un agente de seguridad mientras pedía que desalojaran la zona interior por su walkie-talkie. Lo buscó con la mirada pero no tuvo demasiada suerte. No estaba en esa planta. Decidió que bajar un piso más era lo adecuado. Con suerte encontraría a alguien que le explicase qué estaba pasando. Abajo había más gente de la que esperaba aunque la fiesta estuviese casi acabando, y le costaba incluso caminar entre la multitud.
Se cruzó con Liam cuando pisó el último escalón.
Vanesa: ¡Liam!- le gritó tanto como pudo, pero él iba corriendo y ni siquiera se giró para mirarla. Intentó seguirle, pero en seguida cortaron el paso hacia el salón de baile, y la corriente de personas la dirigía al jardín exterior. Vio alejarse al subdirector hasta el fondo del pasillo. De pronto Malú le vino a la cabeza, y quiso buscarla, pero le iba a ser imposible y con las tres copas de más que llevaba en el cuerpo, aún peor.
Parker se cruzó en su camino casi cuando los agentes les expulsaban ya hacia la calle. Habían coincidido en la mesa durante la cena.
Para ella, era un tipo terriblemente seductor sin saberlo, a pesar de que todas morían por Liam, su favorito era él. No sabía si la directora le habría hablado de ella alguna vez, pero no podía esperar más, y se acercó rápido hasta llegar a su altura.
Vanesa: ¡Parker! ¿Has visto a Malú?- se puso de puntillas para hablarle alto en el oído porque con el ruido de la muchedumbre le impedía mantener una conversación en tono normal.
Parker: ¡Ven! Yo voy con ella, Liam me ha dicho que están arriba- sin pensarlo, le cogió de la mano para abrirse paso. Comenzaba a agobiarse con tantísimas personas. Dudó que la dejasen atravesar la barrera que habían formado los vigilantes. Al llegar a ellos, el presidente de marketing de la revista les dijo algo a los hombres de seguridad que Vanesa no entendió, pero mágicamente, lograron pasar. Al cerrar la puerta del pasillo y llegar al salón, el sonido disminuyó de forma considerable.
Vanesa: ¡Al fin! Pensé que no lo conseguiría nunca- soltó su mano y se colocó el flequillo que le caía en la cara.
Parker: ¿Sabes quién ha sido?-
Vanesa: ¿Qué?- le miró desconcertada, no entendía nada. Notaba nervioso a aquel chico tan atractivo, pero no se lo tuvo en cuenta, quiso achacarlo a la ola de personas que acababan de atravesar. Siguieron recorriendo todo el salón, ella un par de paso por detrás.
Parker: Quien la ha empujado, ¿sabes quién ha sido?- la miró un segundo para ver si caminaba tras él y siguió su camino al ver que así era.
Vanesa: ¿De qué hablas? ¡No te estoy entendiendo y empiezo a preocuparme!-
Parker: ¿No sabes nada?- ella negó con la cabeza y él se puso a su altura- Han empujado a Malú por las escaleras, y no sé quién ha sido-
Vanesa: ¿Cómo?- Todo pasó a la velocidad de la luz por su cabeza, y su cuerpo reaccionó deprisa abriendo su bolso para buscar su móvil. No dejó de caminar en ningún momento.Al tercer tono descolgaron la llamada.
- ¡Amiga! ¿Estás ocupada? Dime que no-
- Estoy en casa. ¿Pasa algo, Vanesa?-
- Creo que algo no va bien. Algo está pasando con Malú, te confirmaré más tarde. Ve al hospital, por favor. Voy a necesitar que me des acceso y que no sea por la puerta principal- llegaron al lugar donde se encontraba Liam, y se acercaron apresuradamente a él.
- Llamaré ahora al coordinador de ambulancias. ¿Habéis pedido una ya?-
- Te confirmo, un segundo- tapó el teléfono con la mano y le preguntó al subdirector- Sí, está pedida. Viene de camino-
- Genial, te llamo ahora-
- Gracias, Nora-Imágenes de ambas pasaron de pronto por su mente. Las recordó en Nueva Jersey conociéndose en la cama, en Central Park descansando en el césped después de correr, la cara de Malú cuando la vio aparecer con aquel Ford clásico para llevarla al cine por primera vez. Cuánto se picaba con ella cada vez que cogían un coche entre manos y lo guapísima que estaba teniendo un orgasmo.
Jamás llegó a imaginar que le daría tanto en tan poco tiempo.El corrillo alrededor de Malú apareció de pronto a su vista y la sacó de sus recuerdos. Su corazón decidió que iba a latir a su antojo. Le estaban atendiendo los servicios médicos del hotel, no sabía la gravedad del asunto, pero sabía que algo no iba demasiado bien. Sangraba por la parte izquierda de su cabeza. Quiso acercarse a ella, pero Liam se lo impidió y le abrazó a él sin pensarlo. Simplemente se dejó. Vanesa no podía controlar su cuerpo, y pronto le cayeron un par de lágrimas, aunque sabía que no tenía tiempo para hacerlo.
Vanesa: ¿Qué ha pasado?- se soltó de los brazos del subdirector y cogió aire.
Liam: Estaba hablando con aquel hombre- señaló a un chico al que tomaban declaración y que la abogada reconoció al instante- creo que discutieron, la presidenta de O'Connor les vio, y bueno... Malú de pronto ha aparecido así-
Vanesa: Hijo de puta... - su expresión cambió de repente- Estábamos en el baño hace apenas veinte minutos, ha sido demasiado rápido-
Liam: ¿Lo conoces?-
Vanesa: Nos tiene chantajeadas desde hace unos días... una larga historia-
Liam: ¿Con las fotografías íntimas?-
Vanesa: Exacto- supuso que Malú le habría contado por encima.- ¡Todo el mundo fuera del salón! La ambulancia necesita trabajar- aquel hombre sanitario parecía más bien preocupado por el estado de la directora- ¡Necesito que alguien de su entorno se acerque para cotejar sus datos!- se adelantó deprisa hacia ellos antes de que nadie de la empresa pudiese hacerlo- Bien, ¿lo harás tú?- asintió con la cabeza.
- Vanesa Martín-
- Bien, Vanesa. ¿Nombre? ¿Edad?-
- Malú Sánchez. Treinta y dos-
- ¿Alérgica a medicamentos?-
- No-
- ¿Enfermedades crónicas?-
- Tampoco-
- ¿Alguna medicación actual?-
- No-
- ¿Posibilidad de embarazo?-
- Lo está- hizo cálculos rápidamente- no llegará a un mes-
- Bien, ¿nos acompañará usted al hospital?-
- Sí, agradecería que no entrásemos por la puerta principal, hay demasiada prensa fuera-
- Tranquila, ya tenemos orden-
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Todas las mujeres que habitan en mí.
Fiksi PenggemarEl sexto sentido de la defensora Martín asoma al ver a la directora de la revista Fraday Lorence.