Capítulo 11.

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La directora se levantó de la mesa tras servirse la cuarta copa de vino y se fue hacia el jacuzzi para encenderlo.
Vanesa: Malú, ¿qué haces?- se levantó para agarrarla en el segundo traspié de la empresaria.
Malú: Coño, que me caigo- se recompuso y se recogió el pelo en una coleta- ¿qué lleva ese vino?-
Vanesa: Es algo más fuerte que el que tienes en casa...- rió de forma débil.
Malú: Pfff y qué calor da- con toda la naturalidad del mundo se quitó el jersey beige que horas antes se había puesto en su casa y lo tiró encima de la cama. A la abogada se le fue la risa en un segundo. Vanesa resopló al verla con el sujetador negro de encaje que llevaba. Victoria's Secret parecía.
Sin duda Malú le dedicaba tiempo al deporte.
Malú: ¿Vas a venir?- se puso al lado de las escaleras del jacuzzi.
Vanesa: ¿Ahora?-
Malú: Anda, claro- se desabrochó los pantalones y se agachó para quitárselos.
Vanesa: ¡Malú, hombre! ¡Que estoy delante!-
Malú: Bueno, no serás la primera mujer que me vea en ropa interior, puedes estar tranquila- llevaba un tanga negro a conjunto con la parte superior.
Vanesa: ¿Cómo?-
Malú: Pues eso, que no serás la primera mujer que...- la abogada la cortó.
Vanesa: Ya, ya, me he enterado, no hace falta que lo repitas- la directora subió la escalerilla para meterse dentro- Sólo que no sabía que.. bueno, que te gustaban las mujeres-
Malú: Tampoco he dicho eso- le guiñó un ojo- ¿me pasas la copa, por favor Martín?- Vanesa se levantó de la mesa de nuevo y complació a la empresaria, quien recostó su cabeza en el borde y cerró los ojos- creo que deberías venir... se está bien aquí-
Vanesa: No te preocupes, prefiero la chimenea- definitivamente era su sitio preferido de la habitación. Al menos por el momento.
Malú: Venga hombre, que no muerdo. Prometo no acercarme demasiado- incorporó la cabeza para mirarla- además, me gusta hablar contigo, es un buen momento ahora que estamos tranquilas... no quiero cagarla contigo, perdón si te he hecho estar incómoda-
La letrada quiso pensárselo dos segundos, pero le sobró un segundo y medio para que su cuerpo se quitase la camisa. Se dio un par de paseos buscando toallas y muy al pesar de Malú, no la miró ni una sola vez. Realmente no sabía nada de la vida de la abogada, no conocía sus preferencias sexuales y le hacía estar tranquila cuando la miraba. No le gustaría perder eso. Estaba a ratos confusa porque no clasificaba sus emociones ante la consejera legal.

Regresó al borde e imitó a Malú minutos antes quitándose los pantalones. Una vez dentro, se sumergió entera exceptuando el moño ocasional recién hecho que se había dejado.
Vanesa: No quiero que pienses que voy a estar incómoda, Malú. Actúa con normalidad, me gusta- la directora le pegó otro trago.
Malú: ¿Recuerdas la gala benéfica?- Quiso olvidar el tema. Vanesa asintió- ¿Todo?- decidió tantear el terreno.
Vanesa: Pfff bueno, iba algo tocada... no sé bien si recuerdo todo, pero sí la mayoría -
Malú: Me preguntaste si tendríamos sexo esa noche- la abogada se quedó blanca y Malú aprovechó para reír.
Vanesa: ¿En serio, tía?-
Malú: Te lo juro- seguía riéndose sutilmente de la cara de asombro de la chica de enfrente.
Vanesa: ¡¿Cómo te voy a decir eso?! - se alteró aunque no demasiado.
Malú: Que sí eh, te lo juro-
Vanesa: Pffff.. ¿y qué más te dije?- frunció el ceño y ahora fue ella la que bebió de un golpe su copa.
Malú: Nada, simplemente te hice yo la misma pregunta, que si querías tener sexo conmigo- la cara de Vanesa cambió a preocupación- tranquila, que no me contestaste-
Vanesa: Menos mal... con dos copas de más capaz hubiese sido de soltarte cualquier cosa- la empresaria volvió a recostar su cabeza y cerrar los ojos. Se sumó otro silencio.

La cabeza de la abogada viajó a la gala de esta semana. ¿Hubiese sido capaz Malú de acostarse con ella con tanto alcohol de por medio? Nunca lo sabrá... aunque sabe que es una mujer de palabra y claros principios. ¿Qué cojones le pasaba con ella? No le gustaba, ni mucho menos, pero le atraía constantemente, tenía la necesidad de mirarla y ser mirada todo el rato. Era como una alfombra roja llena de flashes, todos los enfoque van al mismo lugar. Tenía su cuello de frente. Tres o cuatro lunares le asomaban entre el hombro y la clavícula. Debería ser ilegal tanta atracción.
Sin embargo, al mismo tiempo, Malú pensaba en el trabajo. Decidió no pensar en sus ganas de abordar a Vanesa aquí, bajo el agua.
Debía mandarles un correo a las tres personas seleccionadas hoy para la nueva propuesta comentándoles su contrato. Por no hablar de que aún le quedaba llamar a Elliot para aplazar la comida del domingo a la hora de la cena.
Pero es que tiene clase la cabrona, qué tía. Otra vez la letrada volvía a su cabeza. Joder. Quizás dejar las cosas claras cuanto antes no era lo mejor, pero sí era lo que su cuerpo no paraba de pedir.

Malú: Sí que me gustan las mujeres- le dijo tranquila, sin ni siquiera abrir los ojos- supongo que te lo estarás preguntando.
Vanesa: Lo suponía- la directora se incorporó- tranquila, no me importa- se relajó de nuevo.
Malú: No lo escondo pero tampoco lo hago público. Tengo clientes demasiado conservadores que no aguantarían una noticia de mi vida sexual-
Vanesa: ¿Se escandalizarían demasiado?- sonrió suavemente suspirando.
Malú: Probablemente sí- contestó recordando su juicio pendiente con Adriana y su impresionante polvo en la ducha el último día que se vieron. Y los encuentros ocasionales recientes con Alexandra y Johanna.
Vanesa: Es tan fácil como demandar por discriminación a aquellos que no lo toleren-
Malú: No tengo todas conmigo...- ella lo sabía. En cuanto algo se hiciese público todas sus aventuras sexuales decidirían hablar sólo para sacar algo de tajada a costa de la empresaria. No estaba dispuesta a permitirlo. Sería como pagar por sexo y ella no era ninguna fulana.
Vanesa: Yo nunca he estado con una mujer, la verdad- la miró a los ojos- siempre he salido con hombres- agachó la cabeza y jugueteó con su copa entre las manos- aunque tampoco lo descartaría-
Malú: Es todo más... cómo decirte, más relajado- bebió un sorbo pequeño- yo sí he estado con algún que otro hombre y bueno, a día de hoy lo tengo claro-
Vanesa: ¿Más relajado? Explícate-
Malú: Sí, me explico; con una mujer puedes salir a cenar sin necesidad de acabar en la cama, puedes levantarte e irte por la mañana sin estar dando explicaciones porque lo entendemos a la primera- se rascó el cuello- También puedes disfrutar de conversaciones, de una buena película e incluso de un baño... por no hablar del buen sexo, que en mi opinión, es impresionante-
Vanesa: También nos movemos en un mundo empresarial en el que los hombres nos ven como objetos, todo hay que tenerlo en cuenta-
Malú: Es un punto a tener en cuenta, sí.. pero no me sirve como excusa-
Vanesa: Algún día te contaré qué tal con las mujeres, ahora creo que deberíamos ir a la cama-
Malú: ¿Ya? Joe Vane, que se está calentito aquí dentro-
Vanesa: Son casi las tres de la mañana, Malú... mañana te costará levantarte, por no decir que te va a dar vueltas toda la habitación en cuanto te tumbes- se puso de pie dentro del jacuzzi y una Vanesa imponente en sujetador y mojada, se alzó ante Malú. Ahora fue ella la que suspiró.
Malú: Quizás sí es verdad que tendría sexo contigo-
Vanesa: ¿Qué?-

Todas las mujeres que habitan en mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora