Se limitó a acurrucarla como si fuese lo más preciado que había tenido nunca entre manos. Durante años había escuchado comentarios sobre la directora de Fraday Lorence. Miles de halagos. Críticas por quienes habían perdido contra ella. Una seductora nata y empresaria en potencia, impoluta como nadie más. Justa y legal con los suyos, cualidades que pocos altos cargos poseían. Mujer de palabra y entregada. Polivalente, competente y formada. "No tiene sentimiento alguno" decían muchos que la habían tratado.
Ahora se encontraba con aquella mujer al parecer también frágil, desnuda, a veces sin armas. Quería consuelo y estaba dispuesta a dárselo.
La abogada, que jamás antes había tenido compasión por nadie, se encontraba sintiéndola por quien tenía entre los brazos.
Le abrazó fuerte, apretándola contra ella.
Vanesa: ¿Quieres hablarlo?-
Malú: Después, quizás...- se secó las lágrimas con sus dedos.
Vanesa: Está bien. Relájate un poquito, venga- se dedicó a mojar sus hombros que sobresalían del agua, a enjabonarla y besarle el cuello. Se tomó un minuto para ella. Se hizo el regalo de cerrar los ojos, olerla y sentirse en paz. Le encantaba todo lo que le proporcionaba la directora. Un sexo brutal, una confianza plena y una tranquilidad que siempre asoció a la estabilidad.
La empresaria se incorporó para mirarla.
Malú: Lo siento, necesitaba mi tiempo-
Vanesa: No hay problema-
Malú: Simplemente me he encontrado a gusto, en casa, y necesitaba soltarlo-
Vanesa: ¿Estás mejor ahora?- la directora asintió- a veces viene bien hablarlo-
Malú: Lo sé, pero no se me da del todo bien-
Vanesa: Vamos a cenar que nos debemos una conversación aún, venga-
Salió la abogada primero, y le tendió la mano a Malú para salir. Se pusieron cómodas y bajaron a cenar. Algo informal. Se tiraron al sofá con la botella de vino en la mesa. Sin televisión, sin música, sin teléfono. Se tenían y bastaba.
Malú: ¿Quieres?- abrió la botella y se sirvió una copa. La letrada negó con la cabeza.
Vanesa: Estoy extraoficialmente de servicio-
Malú: Va Vane, ¿de verdad? ¡Hay confianza, no pasa nada!-
Vanesa: No Malú, gracias. Después, quizás. El trabajo es el trabajo-
Malú: Maldita responsable...- le dio un beso rápido. La letrada le cogió una mano.
Vanesa: Bueno, cuéntame qué pasó. Es importante que no omitas detalles, ¿vale? Intenta recordar todo- la directora resopló. Había llegado el momento.
Malú: A ver, por dónde empiezo... - cogió aire- me llamó el lunes para ofrecerme una entrevista con el gobernador. Estaba dispuesta a aceptarla, pero quería que le hiciésemos preguntas comprometidas, de índole sexual para ver si destapábamos su homosexualidad. Obviamente lo rechacé en seguida, tengo unos principios y no estoy dispuesta a poner en ningún compromiso a nadie. Cada uno vive su sexualidad como quiere, y sé lo que puede repercutir que te gusten personas de tu mismo sexo-
Vanesa: Hiciste bien. Hace una buena política y es realmente lo que importa-
Malú: Me dijo que yo también era homosexual, que qué tenía de malo que se lo preguntasen a él. En ese momento me levanté, me abrí la puerta del despacho y le pedí que se fuese. Me cogió de la cintura y me pidió perdón. Me dijo que me invitaría a una copa y lo arreglábamos. Ahí me calentó demás, y le dije que ya tenía a alguien con quien salir y bueno...- la abogada sonrió. Sabía que era ella a quien Malú se refería- también le dije que no era necesario que nadie me invitase a nada- tragó saliva- me cogió del cuello y me llevó hasta la pared. No sé bien si me alzó del suelo porque estaba muy nerviosa. Vi entrar a Liam corriendo-
Vanesa: ¿El subdirector?- la empresaria asintió.
Malú: Le empujó y le preguntó si era él a quien me estaba follando. Liam se enfadó y se lió a puñetazos con él. Llamé a Parker, otro compañero, él se encargó de separarlos y bueno, vino la policía, seguridad etcétera-
Vanesa: Vale... ¿eso es todo, no?-
Malú: Sí...-
Vanesa: No te haré hablar más, supongo que no querrás recordarlo, pero me gustaría reunirme con el subdirector-
Malú: No creo que haya problema en eso. Y ahora, dejemos el tema- echó un poco de vino en otra copa- esto es para ti. Quiero disfrutar de la noche del viernes. Llevo toda la semana sin saber nada de ti...-
Vanesa: Pfff mucho trabajo de por medio, no he tenido tiempo de nada- le pegó un trago que le supo a gloria.
Malú: ¿Sacarás tiempo para ir al cine conmigo?-
Vanesa: ¿Al cine?- se tuvo que reír de la proposición de la directora.
Malú: ¡Oye, no te rías!-
Vanesa: Lo siento pero es que no te veía yo viendo una película en el cine-
Malú: La verdad es que nunca he ido-
Vanesa: ¿Nunca?- la empresaria negó con la cabeza.
Malú: Quiero hacer planes que hacen las personas corrientes y podríamos empezar por eso-
Vanesa: Está bien, a ver... ¿de qué te gustan las películas?-
Malú: Mmm no sé. De sexo estarían bien...-
Vanesa: ¡Malú!- echó a reír aún más fuerte que antes- ¡no ponen porno en el cine!-
Malú: Entonces no sé qué elegir. ¿Superhéroes quizás?-
Vanesa: Superhéroes estaría bien, sí... un poco infantiles para mi gusto, pero podría aceptarlas-
Malú: ¿A ti de qué te gustan?-
Vanesa: Me gustan las de asesinatos. Suspense, vaya-
Malú: Bueno, sí, te pegan. Muy de lo tuyo-
Vanesa: Prometo preparar un buen plan de cine-
Malú: Pronto, eh, que tengo ganas de ir- se acabó el francés de un trago- Oye, no me has comentado nada aún. ¿Qué tal el sexo?- la abogada se atragantó al beber.
Vanesa: Joder- se atrevió a mirarla- Contigo, ¿dices?-
Malú: Mmm claro... ¿estás teniendo encuentros sexuales con alguien más?-
Vanesa: No, no. No puedo tener sexo con cualquiera, me cuesta mucho. Aunque sí que podría, ¿no? Porque no hay nada entre nosotras-
La directora se quedó helada. ¿Que no había nada entre ellas? ¡Pero si acababa de llorar mientras le abrazada! ¡Si la invitó a su casa el primer día y se han acostado en su cama sólo para dormir! De pronto sintió pena por todas las mujeres a quienes dejó plantadas en una cama después de follar. Nadie con un poco de humanidad abandona a una persona desnuda.
Malú: ¿No hay nada entre nosotras? ¿Eso es lo que sientes?-
Vanesa: Claro que hay algo, es obvio. Me atraes, me gustas, y en ocasiones creo que es recíproco pero aún nos estamos conociendo... -
Malú: ¿En ocasiones?-
Vanesa: No me malinterpretes, Malú-
Malú: Tienes miedo. Sabes que nunca he mantenido una relación con nadie-
Vanesa: Malú, no digas tonterías. Es verdad que me da reparo. Realmente me estás gustando mucho, y no quiero que sea todo en vano-
Malú: No quiero que te confundas, no me conoces de nada todavía. Nunca Vanesa, nunca dudo de qué es lo que quiero. Y contigo lo tengo claro-
Vanesa: Yo también lo tengo claro contigo, pero es pronto aún. Tú misma lo has dicho, me quedan muchas cosas por saber de ti-
Malú: Todo es cuestión de tiempo, hace a penas una semana que nos conocemos-
Vanesa: ¿Sabes?- la miró de lado- me encantaría que me hablases de tu vida íntima-
Malú: Estoy dispuesta a contártela, sólo tienes que preguntar-
Vanesa: Me dijiste que te separaste de tus padres en cuanto pudiste económicamente, bueno...-
Malú: Empiezas fuerte- sonrió tímidamente y dejó la copa en la mesa- mi padre era un hombre de negocios en el extranjero, un gran empresario pero un pésimo padre. Mi madre sólo era su mujer, y por protocolo siempre debía acompañarle al país que viajase y a todos los eventos públicos. A Elliot y a mí nos cuidó siempre una chica dominicana, desde bien pequeños. Nos regalaban miles de cosas constantemente en compensación de la ausencia, nos intentaban comprar. Me pasaba los meses esperando que llegase la Navidad y Acción de Gracias, y aún así hubo algún año que no vinieron a estar con nosotros. Pasamos las fiestas con la cuidadora y con algún primo lejano... una porquería-
Vanesa: Vaya... ¿y a día de hoy no sabes nada de ellos?-
Malú: Sé que se asentaron en Dubai, llevan ya algún tiempo allí pero no tengo nada de contacto con ellos- se sirvió más vino- no me apoyaron cuando comencé la carrera de dirección de empresa y no quisieron venir a la graduación. Me acordaré siempre de eso. Todos mis compañeros haciéndose fotos con sus familias y yo bueno, yo tenía a Elliot. Él siempre ha estado- la abogada escuchaba paciente, sin querer interrumpir- Después hice finanzas y marketing y jamás me felicitaron por ello. Cuando fiché por Fraday Lorence tiraron por tierra todo mi trabajo anterior, decían que una mujer nunca sería una buena directora general. En ese momento decidí que si había vivido sin ellos veinticinco años, no me harían falta ahora-
Vanesa: Vaya... ha tenido que ser muy complicado, una infancia dura-
Malú: Bueno, de todo se aprende. Si no me hubiese pasado todo esto, no estaría donde estoy-
Vanesa: Eres una gran mujer, Malú. Siempre lo he pensado, y cuanto más te conozco, más lo creo-
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Todas las mujeres que habitan en mí.
FanficEl sexto sentido de la defensora Martín asoma al ver a la directora de la revista Fraday Lorence.