Bajó de nuevo a su planta, y se tomó el lujo de servirse otro cortado. Buscaría una buena tarde de cine para ofrecerle a Malú.
Aquella estricta directora le había ganado el corazón. Asomada al ventanal del séptimo piso, su cabeza viajó al incidente con el presidente de Universal. Se le encogió el pecho al imaginar a aquel hombre cogiendo del cuello a la que, a ratos, es su mujer. Lo iba a dar absolutamente todo en el juicio con aquel hijo de puta. Sin quererlo negó con la cabeza. Se sentó frente a su ordenador después de tirar el vaso ya vacío a la papelera. Compraría un buen vino, por supuesto, algo para picar, dulces y no podían faltar las palomitas. Alquiló un coche clásico, antiguo pero bonito. Le costó un ojo de la cara, menos mal que no iba nada mal de pasta.
Buscó alguna película de superhéroes por las carteleras de todo Nueva York, tal como se le había antojado a la directora. Acabó encontrando la adecuada.
Un vestido de Dennis Basso también cayó en sus manos. Recuerda que la empresaria reconoció su vestido en la gala benéfica.
Sacó un papel en blanco de uno de los cajones y se dispuso a escribir." Si éste fuera un mundo perfecto, no escribiríamos novelas ni haríamos películas. Lo viviríamos, a través del amor de los demás.
Contigo siempre hay algo para celebrar, y hoy será que me remueves y me tientas.
Paso a buscarte sobre las 20:00 por casa. No te pongas demasiado guapa o tendré que lidiar con estas ganas constantes de besarte.
Todo esto es para ti.
Un abrazo,
Tu (oficialmente) abogada."Dobló el papel y lo guardó de nuevo en su cajón. Se sonrojó al releerlo. De pronto se encontró entusiasmada con la idea de este detalle para Malú.
Le mandó un mensaje diciéndole que en una media hora estaría en la puerta de su casa. No recibió respuesta pero sabía que sería bien recibida.
También llamó a su amiga, que al tercer toque lo cogió.
Vanesa: Hola, cariño-
Nora: ¡Hombre, desaparecida! Que desde que tienes nuevo ligue no te veo el pelo-
Vanesa: ¡Pero qué exagerada eres! ¿Cenamos esta noche? Me lo ha propuesto Christian y...-
Nora: Obvio, amiga. ¿Viene Malú?-
Vanesa: Ajá. No le hagas pasar demasiada vergüenza, es una mujer muy correcta-
Nora: Tendrá que ir acostumbrándose, digo yo-
Vanesa: Poco a poco Nora, no me jodas-
Nora: Esa boca, letrada...-
Vanesa: Anda, te dejo que voy a ir a buscarla a su casa. ¿Llevamos algo?-
Nora: Depende. ¿Os quedaréis a dormir?-
Vanesa: Pues lo dudo, tenemos cosas que hacer mañana y yo aún tengo bastante trabajo-
Nora: Entonces nada de ginebra, ¿verdad?-
Vanesa: Me temo que no, amiga-
Nora: No os preocupéis pues, nos vemos después-
Vanesa: Adiós, cariño mío-Salió cerrando con llave su oficina. Todo lo que había pedido le llegaría el lunes. Se encaminó a la casa de Malú y llamó al timbre. Esperando a que le abriesen, se atusó un poco el pelo.
Malú: ¡Hola!- la empresaria sonrió al verla y le dejó un beso en la boca- Pasa, ¿qué tal la reunión?-
Vanesa: Prefiero no recordarla- cerró la puerta y la directora le quitó el abrigo y lo colgó en el perchero de siempre.
Malú: ¿Tan mal ha ido?-
Vanesa: Nada que no pueda solucionar- se acercó a la cocina y dejó el bolso en un taburete- ¿puedo?- le señaló la nevera.
Malú: Por supuesto- la abogada la abrió y se sirvió un vaso de agua.
Vanesa: Me han recriminado nuestra amistad-
Malú: ¿Nuestra amistad?-
Vanesa: Sí, bueno, nuestra relación o lo que sea que tengamos. Que tu revista es nuestra mayor competencia y que espera que nada de la compañía se filtre por mi culpa-
Malú: ¿Y qué le has dicho?- tragó saliva esperando que su relación no se viera afectada por la respuesta de la letrada.
Vanesa: Tampoco le he dicho nada. Simplemente me ofende que dude de mi profesionalidad cuando le hago todo el trabajo que le corresponde a él, y que jamás he defraudado. Soy consciente de que me voy de allí y en cualquier empresa me rifan-
Malú: Siempre tendrás hueco en mi empresa, ya sabes que estoy buscando un buen abogado- le sonrió de lado, y al mirar a Vanesa a los ojos, también le hizo reír a ella- Si ya me conoces un poco, que creo que sí, sabes de sobra que jamás sacaría mierda que tú me hayas contado de tu empresa, ¿verdad?-
Vanesa: Ay... claro que lo sé- Malú se acercó a arroparla entre sus brazos cuando Vanesa comenzó a suspirar demasiado. La letrada quiso apoyar su cabeza en el pecho de aquella mujer que la abrazada fuerte- estoy un poco agobiada, sé que no trabajaré tan cómoda como antes-
Malú: ¿Pero en qué ha quedado todo al final?- no dejó de apretarla contra su cuerpo.
Vanesa: Al final le he dicho que tendría que buscar a alguien que le hiciese todo lo que yo estoy haciendo. No es mi deber y no me pagan más por ello-
Malú: ¡Pero eso es fantástico!-
Vanesa: Ya veremos, a ver si es verdad...- se separó de ella para regalarle otro beso- ¿te vistes? Deberíamos ir yendo o llegaremos tarde-
Malú: ¿Te quieres cambiar? ¿Te dejo algo de ropa?-
Vanesa: Sí, por favor...- subieron ambas arriba, y después de probarse un par de cosas, al final la abogada optó por una camisa negra de Dior que la encandiló desde que la vio y unos buenos tacones del mismo color. La directora, sin embargo, era incapaz de abandonar sus americanas. Camisa blanca con sus iniciales bordadas, la blazer negra y taconazos. Todo un clásico en el armario de Malú. Se maquillaron en menos de diez minutos y salieron por la puerta con los bolsos en la mano.
Malú: ¿Llevaremos algo? Vino, ¿tal vez?-
Vanesa: Me ha dicho Nora que no llevásemos nada, ella se encargará de todo-
Malú: ¿Cómo vamos a ir a una cena sin nada? Espera que vuelvo a coger una botella-
Vanesa: ¡Malú, son mis amigos! No es necesario-
Malú: Me da igual, no puedo ir con las manos vacías- se bajó del coche y con una carrerilla rápida, subió de nuevo a la cocina y cogió un par de botellas de un buen vino que nunca faltaba en su casa.
Volvió de nuevo a su asiento de conductora y ahora sí estaban listas para irse.
La abogada le fue dando indicaciones de cómo llegar.
Una Nora guapísima, elegante pero informal, les abrió la puerta y llamó rápidamente la atención de la directora. Quizás hubiese intentado conquistarla en otro momento si no fuese porque el escote de Vanesa, otra vez, llamaba toda su atención sin dejar hueco para otras mujeres.
Nora: ¡Hola, chicas! Pasad, que sea vuestra casa- al momento salía Christian del baño, poniéndose al lado de su prometida.
Vanesa: Cariño, lo que te echo yo de menos- le llenó la mejilla de besos a su amiga.
Christian: Hola, chicas- le dio dos besos a cada una y se retiró con su cerveza en la mano hacia el sofá.
Nora: Cállate y haz las presentaciones como es debido-
Vanesa: Qué rancia eres cuando quieres, de verdad- el único chico de la sala rió dándole la razón a la letrada- Nora, Malú. Malú, esta es mi amiga Nora- se dieron dos besos.
Malú: Encantada de conocerte al fin. Vanesa me ha hablado mucho de ti- Aquella chica olía muy bien.
Vanesa: Bueno, ¿qué me habéis preparado para cenar?-
Nora: Pues hay un poco de todo. Espero que te guste más o menos, Malú-
Malú: Tranquila, le hago ascos a pocas cosas. Seguro que me gustará-
Nora: ¿Venís a la cocina? Enseguida estará todo preparado-
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Todas las mujeres que habitan en mí.
FanfictionEl sexto sentido de la defensora Martín asoma al ver a la directora de la revista Fraday Lorence.