Capítulo 8.

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- Michael: Tienes razón… oye Rach.. respecto a lo de esta mañana en el comedor – Ella se sonrojo y luego rió.

- Rachel: Vamos Mike, ¿en serio te has creído lo que he dicho? –la miró – Lo he dicho porque quería fastidiar a Luke. Ashley y yo teníamos un asunto… y bueno no tiene por qué enterarse de lo que hacemos…

- Michael: ¿Algo ilegal? – la miró a los ojos

- Rachel: ¡No! -dijo riendo- es un asunto nuestro.

- Michael: seguro que se trata de chicos…. ¿verdad?

- Rachel: Bueno… algo así… Ashley me está dando unos consejos… acerca de…

- Michael: ¿Quién es? – ella se puso roja.

- Rachel: ¿nos podemos ir? -dijo un tanto vergonzosa- tengo frío… y quiero darme un baño… además tengo que hacer algunos deberes antes de que nos vayamos a la lavanderia.

- Michael: Me parece que no quieres ser sincera conmigo… ¿no me dirás nunca quién es?

- Rachel: No -dijo seria- Ven vámonos, o te quedas aquí solo – él asintió y  se dirigió al pasillo siguiéndola.

- Luke: ¿Qué estabais hablando vosotros dos allí arriba? – dijo serio.

- Michael: Bueno Luke… le dije a tu hermana que la irregularidad en su período se debe a que su cuerpo le pide desesperadamente tener sexo – Rachel se puso roja – y yo me he ofrecido generosamente para la empresa – Luke hizo una mueca rara, Michael miró a Rachel y le guiño un ojo – ¿nos vamos ardillita? – ella asintió – No puedo permitir que una chica tan preciosa lleve su raqueta – le cogió la raqueta poniéndola en su hombro y con el otro brazo la atrajo hacia su cuerpo y la condujo hacia los vestuarios. – Tienes razón – dijo lanzando una carcajada – ver la cara de Luke cuando dices las palabras mágicas es realmente graciosa!

- Rachel: ¿Qué palabras mágicas?

- Michael: Rachel y sexo, juntas!

- Rachel: No seas tan estúpido – dijo ella tratando de zafarse – Mejor lo dejamos así… me voy a duchar… ¿vas a los vestuarios?

- Michael: No, esperaré a tu hermano y me ducharé en el baño de los profesores

- Rachel: Ok, entonces nos vemos en...

- Michael: El comedor -la cortó- antes de nuestra cita, tenemos que cenar – se puso rojo **¿le acabo de pedir una cita?** Pensó extrañado.

- Rachel: Si… eh… claro, adiós! – se dio la vuelta rápidamente. **Whoa, ¿me acaba de pedir una cita? Michael Clifford quiere tener una cita, ¿conmigo?** y sonrió complacida.

A las nueve de la noche Rachel esperaba impaciente escondida detrás de una puerta en el pasillo de entrada. Miraba insistentemente su reloj. Michael todavía no había llegado, cuando las agujas del reloj dieron las nueve y diez, ella fastidiada pensando que le había hecho plantón se enderezó dispuesta a salir de su escondite. Caminó unos pasos y se vio atraída por algo que ella no pudo saber qué era. Algo la cogía por la cintura pero ella no podía ver qué podía ser… ya que estaba de espaldas, pensó que sería algún fantasma, no tenía miedo… pero si Jason le hacía una broma así, seguro que la castigarían y ella estaría en la sala de castigo hasta fin de año.

-**: Debería tener mas cuidado… señorita Rachel Hemmings –alguien le dijo al oído tan sensualmente que a Rachel casi se le bajan las medias -si alguien te ve… estarías en graves problemas.

- Rachel: ¿Mike? – Preguntó y se dio la vuelta, quedaron tan juntos que ella podía sentir el aliento a menta que la pasta dental había dejado en la boca de él – Estaba a punto de volver… ¿te has dado cuenta de qué hora es? Llegas tarde!

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora