Capítulo 50.

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Ahora se encontraba rumbo a la sala, allí vió la puerta que casi nunca se dejaba ver, la reconoció porque era la más escondida de todas. Suspiró y entró. La sala estaba casi a oscuras, sólo había una chimenea encendida y un espacioso sofá. Alrededor de este, una vez que se cerrara la puerta, apareció su hermano que la miraba parado con las manos en los bolsillos cerca de una mesa. Ella se quitó la chaqueta, ya que el lugar estaba calentito, y se sentó. Luke se acercó, trayendo la mesita. Rachel vió que había chocolate caliente. Luke tenía en mente una de "Esas charlas", pensó Rachel, porque seguía los mismos pasos que tenía su madre cuando quería hablar con ella de algo muy incómodo, más precisamente…sexo. Todos los indicios apuntaban a eso: El chocolate y la cara de que la conversación tendría un tinte serio. **¿En que te has metido hermano?** pensó ella. Lo miró. Luke le servía el chocolate, sin mirarla. Rachel lo miraba tratando de adivinar de qué era esa conversación que mantendrían. Luke tenía cara de preocupación, pero la mirada la tenía muy serena.

- Rachel: Pensaba que estaría Ashley – dijo para romper ese silencio que la dejaba aturdida.

- Luke: Te dije que quería tener una charla de hermano a hermana – ella lo miró – ¿Quieres chocolate?

- Rachel: Si, bueno, ¿de qué querías hablar?

- Luke: Yo quiero saber qué es de tu vida – ella se puso pálida-.

- Rachel: ¿Qué es de mi vida? – sonrió nerviosa – bueno, los estudios están bien, los exámenes se están acercando y… - él la detuvo-.

- Luke: Sé por Ashley que en los estudios estás bien - la miró entregándole la taza – quiero saber qué te pasa. Te pasas los días encerrada en la habitación y llorando, o no yendo a clases – ella tembló y la taza hizo un leve tintineo.

- Rachel: No sé a qué te refieres.

- Luke: ¿Estás embarazada? – la taza se estrelló en el piso.

- Rachel: ¿Qué dices? – dijo colorada – ¿Cómo puedes pensar eso?

- Luke: ¿Qué quieres que piense? – dijo sereno – dímelo tu, por qué estás así, desganada, casi no comes. Eso es para preocuparse porque tu, en cuanto a comida eres igualita a mi – ella bajó la cabeza, estaba a punto de llorar.

- Rachel: No digas tonterías, es que…

- Luke: ¿Por qué no vas de aquí para allá, riendo y haciendo tonterías como siempre?

- Rachel: A esto se le llama madurez.

- Luke: La misma madurez que te hace verte con Mike en el cuarto de Enrique – ella abrió los ojos aterrada – Me lo dirás tu, ¿o tengo que averiguarlo?

- Rachel: Yo no me veo con Mike en ningún lado.

- Luke: Entonces, te veías.

- Rachel: Bueno, las clases.

- Luke: Entiendo ese jueguito estúpido que teníais para que Michael fuera más "romántico." – La miró – pero no puedo dejar de preocuparme, cuando sé lo que sientes por él – ella lo miró y sus ojos se aguaron – Puede que para él sea ensayo, pero para ti, era realidad.

- Rachel: Luke…

- Luke: Déjame hablar- se acercó – Desde el principio pensé que esto era una estupidez más de él, pero pensé que tu lo habías superado y al pasar los días me di cuenta que no, que pensabas en la posibilidad de que algún día él…

- Rachel: ¡Basta! – dijo llorando – Qué quieres, ¿hacerme más daño? ¡Él es un perfecto idiota! Y yo no quiero volver a verlo, es un insensible, un maldito desgraciado que… yo…

- Luke: ¿Qué ha pasado entre Mike y tu? – ella levantó la mirada. Estaba colorada. Nunca pensó que tendría "esa charla" con Luke, su hermano más celoso en cuanto a esos temas se referían – Él y tu… ¿lo habéis hecho? – ella soltó un chillido que hizo a Luke quedar blanco. Era como si en un segundo toda la sangre del cuerpo lo abandonara. Y segundos después, la misma sangre volviera de golpe y mas caliente que nunca, parecido a la erupción de un volcán, pero en sus orejas.

- Rachel: Yo no pude negarme, Mike… yo lo amo Luke. -dijo llorando-.

- Luke: ¡Eres tonta! ¿Cómo pudiste? -la miró y vió que ella estaba destrozada. Así que haciendo todo el esfuerzo del mundo por no levantarse y matar a su amigo, se acercó a su hermana y la abrazó. Entendía que en ese instante ella lo necesitaba más.

- Rachel: Fui una tonta y luego le dije que lo amaba y él me dijo…

- Luke: ¿Que te amaba también?

- Rachel: No –Luke pensó **¡Eres imbécil Michael!**– Él me dijo que amaba a Lisa y que, bueno que él había cometido un error.

- Luke: Cálmate - le decía acariciándole la cabeza –  ya pasó Rach, cálmate, mira – la separó un instante y le habló como un padre – entiendo lo que te pasó. Bueno, yo con Ashley… en fin, pero entiende que hay cosas, Mike es… y tú eres…

- Rachel: ¡No quiero volver a verlo! – dijo ella aún con los ojos llenos de lágrimas – Es un maniático insensible, no le importaron para nada mis sentimientos. Él me restregó su amor.

- Luke: Él no ama a Lisa – dijo y se arrepintió de haber dicho lo que acababa de decir-.

- Rachel: ¿Qué? – dijo ella levantando la cabeza rápidamente.

- Luke: Qué, ¿de qué? – dijo tratando de confundirla.

- Rachel: ¿Qué has dicho? – dijo ella y lo miró con esos ojitos de perrito abandonado, que Luke no soportaba.

- Luke: ¿He dicho algo?

- Rachel: ¿Has dicho que Mike no ama a Lisa?

- Luke: ¿He dicho eso? – ella asintió – no, quizás te ha parecido que lo dije… – ella sonrió – eso que nos hace el cerebro de vez en cuando…

- Rachel: ¡No, tú lo has dicho! Has dicho, "él no ama a Lisa" – Luke la miró, y ya vencido ante sus propias palabras, asintió.

- Luke: Es verdad, bueno…

- Rachel: ¿A quien ama Mike? – él suspiró resignado.

- Luke: Él está comprometido con Lisa. Siente que debe seguir, porque dió su palabra.

- Rachel: Mi vida, siempre tan caballero – dijo con una sonrisa que hizo que Luke la mirara como queréndola matar.

- Luke: ¿Pero tu eres tonta? Hasta hace un rato querías echarle porras a Octavio.

- Rachel: ¡Estaba destrozada!

- Luke: ¡Mujeres! – suspiró, aceptando que nunca podría entender esos cambios repentinos de humor – Pero le salió mal el juego y por pedirte a ti eso se enamoró de quien menos pensaba.

- Rachel: De una vez por todas Lucas Robert Hemmings, ¡dime quien es esa estúpida de la que Mike está enamorado!

- Luke: Por la misma loca que está intentando atraparlo desde que lo conoció hace 8 años – dijo molesto – ¿la conoces?

- Rachel: Bueno - dijo intentando recordar-.

- Luke: ¿Eres retrasada? – la miró – ¡eres tu!

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora