Capítulo 15.

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Ashley y Rachel estaban metidas en varias revistas. Sentadas alejadas de todos los que estaban en la biblioteca. Las chicas miraban todas las páginas, buscando algo que les sirviera para lo que querían. Rachel miraba el reloj impaciente, sabía que de un momento a otro llegaría Michael y la molestaría con la carta a Lisa. Suspiró. Ashley la miraba y sonreía. No encontrando lo que buscaba, la rubia se levantó y fue a buscar más información, dejando a Rachel metida en una revista. Tan perdida estaba en la lectura que no lo escuchó llegar. Él la miró, estaba preciosa con ese mechón de pelo cayendo en la cara. Ella lo soplaba molesta y seguía leyendo. Él se sentó muy cerca y acercando su boca a su cabeza, le susurró un poema al oído.

- Michael: "Me gustas cuando callas, porque estas como ausente… y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca..." – Rachel se enderezó y su piel se erizó por completo al sentir el cálido aliento de Michael cerca de su oreja, pero no dijo nada… cerró los ojos para disfrutar de su voz – "…Parece que tus ojos se te hubieran volado… y parece que un beso te cerrara la boca…" - **si Michael, ¿por qué no me cierras tu la boca, pero de un beso?** – "… Como todas las cosas, están llenas de mi alma, emerges de las cosas, llena del alma mía. Mariposa del sueño, te pareces a mi alma, y te pareces a la palabra melancolía." – Ella aún tenía los ojos cerrados, él se mojaba los labios. **Diablos, si que eres preciosa, con razón esos idiotas están locos por ti** – "…Me gustas cuando callas, y estás como distante. Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. Y me oyes desde lejos y mi voz no te alcanza: déjame que me calle con el silencio tuyo…" – Rachel abrió los ojos y lo miró. Él la miró también fijamente, tenía la flor en su oreja. El perfume de la flor se mezclaba con el de su pelo y lo enloquecian. Se acercó más a ella. Ashley que estaba a pocos metros de ahí miraba la escena perfecta, la bibliotecaria estaba mirándolos desde hace rato dispuesta a sacarlos de ahí cuando hicieran algo no debido. Claro que desde lejos no podía escuchar de que hablaban… porque Michael casi hablaba en un susurro imperceptible – "…Déjame que te hable también con tu silencio, claro como una lámpara, simple como un anillo. Eres como la noche callada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan callado y sencillo…" –Suspiró – "…Me gustas cuando callas porque estás como ausente… - le tocó suavemente el mentón con el dorso de la mano. Ella suspiró, el contacto visual no se perdía ni en un parpadeo – "…Distante y dolorosa, como si hubieras muerto. Una palabra entonces, una sonrisa bastan… - Ella sonrió coqueta - Y estoy alegre – él sonrió – alegre de que no sea cierto."

- Rachel: Wow Michael - dijo y cuando iba a romperle la boca de un beso, la bibliotecaria se acercó hecha una furia.

- Bibliotecaria: ¿Qué estáis haciendo vosotros dos? – los cogió de los hombros. Michael se puso rojo de vergüenza, si esa señora lo había escuchado todo...

- Michael: Y así es como debes mantener el contacto visual Rachel – Rachel roja asintió – Porque de otra manera no podrás saber que piensa el otro - Miró a la bibliotecaria – Señora Marta! Estaba diciéndole a Rachel como debe tener el contacto visual, ¿qué pensabas?

- Marta: ¿Yo? eh… bueno… yo pensaba qué - dijo sonrojada-.

- Michael: No creerás que uso la biblioteca para citas amorosas, ¿no? – Ella lo negó y le sonrió, dejándolos solos. Él esperó a que la mujer se perdiera entre los pasillos y suspiró aliviado.

– Michael: Nos hemos salvado por muy poco Ardillita -ella no decía nada – ¿Rachel?

- Rachel: Esto que acabas de hacer ha sido precioso - sonrió-.

- Michael: ¿Lo de inventar una excusa? – él la miró y levantó una ceja-.

- Rachel: No, el poema, es precioso, tú también eres precioso Mike – él se sonrojó – digo… como persona, claro!

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora