Capítulo 11.

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Ashley no pudo esperar que Rachel bajara a la sala privada y le contara lo sucedido la noche anterior. Por lo que viendo que todas las amigas de Rachel habían salido de su habitación, y conociendo que ella no se despertaba temprano los sábados subió rápidamente y entró en los cuartos de las chicas. La zona en la que se encontraba la cama de Rachel era un absoluto desorden, cuadernos y papeles tirados por todo el suelo. Varios suéters y camisas en una silla y un pequeño escritorio lleno de perfumes y varios libros. Arregló un poco lo que estaba en el suelo, luego, sonriendo satisfecha se acercó a la cama. Corrió las cortinas y ahí la vió. Era graciosa la forma en que dormía, la mitad del cuerpo tapado con la sabana y la otra mitad fuera. Su pijama era tan infantil como su rostro al dormir. Ashley la sacudió un poco y luego se sentó al lado. Rachel abrió lentamente un ojo y luego el otro para sonreírle a su amiga. Se sentó estirándose perezosamente. Salió de la cama y fue al baño, al cabo de un rato una nueva Rachel con su cara lavada, su cabello atado en una colita, con algunos mechones sueltos a los lados de su rostro y su aliento a fresas, le sonrió y le dió los buenos días.

- Ashley: Te estaba esperando en la sala -dijo la rubia-.

- Rachel: ¿Si? -dijo sin importancia- sabes que los fines de semana me levanto tarde.

- Ashley: Apuesto lo que sea que si Mike te dice de ir a cualquier lugar temprano el sábado...

- Rachel: No dormiría esperandolo -la cortó y rieron las dos-.

- Ashley: Hablando del rey de Roma…

- Rachel: Del rey de los idiotas dirás -rieron otra vez-.

- Ashley: Idiota, pero te tiene loca

- Rachel: Eso es un hecho Ash... -se sentó en la cama-.

- Ashley: ¿No te vas a vestir? Tengo ganas de desayunar!

- Rachel: Pensaba que querías que te lo contara todo... bueno, entonces espérame en la sala mientras me cambio.

- Ashley: Puedes hacerlo mientras te vistes – la miró – ¿o tienes verguenza?

- Rachel: ¡Claro que no! – buscó un par de jeans y una camiseta de color verde. Se los puso rápidamente. Luego se puso unas sandalias blancas y ya estaba lista para bajar.

- Ashley: ¿Vas a hablar? ¿Tan increíble fue que no puedes gesticular palabra? -rió-.

- Rachel: Estuvo bien - dijo rápidamente y Ashley pudo ver sus mejillas sonrojadas.

- Ashley: ¡Rachel! Cuéntame cómo te fue, porque te veo y creo que me ocultas lo mejor. -ella la miro y sonrió-.

- Rachel: Ay Ash, ¡fue fantástico! – suspiró - a pesar que se acordó de Lisa un par de veces…

- Ashley: Desembucha

- Rachel: Bueno al principio estuvimos bailando estúpidamente, algo más movido.

- Ashley: ¿y qué pasó?

- Rachel: Y… es un desastre, luego puse música más romántica.

- Ashley: Sigue, ¿y?

- Rachel: Le cogí las manos – ellas se pararon y Rachel le enseñó cómo – Entonces él empezó a moverse lentamente y me dijo – y aquí lo imitó perfectamente – "Esto es bailar lento, joder, es increíblemente fácil" – rieron – y yo, por supuesto, como toda buena profesora le dije que era la técnica pero no estábamos realmente bailando lento...

- Ashley: ¿Entonces qué paso después?

- Rachel: Me agarré a su cuello y lo atraje hacia mi – Dijo apretando la almohada a su cuerpo y riendo. Ashley abrió la boca sorprendida.

- Ashley: Rach.. ¿ de verdad hiciste eso?

- Rachel:  Sí, y no sólo eso..

- Ashley: ¿Qué mas hiciste? -dijo la rubia sin poder creer lo que estaba escuchando-.

- Rachel: Tu me dijiste que en esto tenía que ser radical… y lo hice!

- Ashley: Entonces él, ¿qué opción escogió?

- Rachel: La primera, bailaba bien… entonces yo me acerqué a su oído y le dije que hiciera la opción número dos.

- Ashley: ¿Y él...? -dijo nerviosamente-.

- Rachel: ¡Lo hizo! Entonces yo empecé a acariciarle el pelo y a darle instrucciones al oído… apriétame mas fuerte a tu cuerpo Mike, debes demostrarle a Lisa lo mucho que la adoras...

- Ashley: ¿Y el muy idiota lo hacía? – ella riendo asintió nuevamente

- Rachel: Le dije que tenía dos opciones… una que, podía poner sus manos en mis caderas, o la otra, rodearme con sus brazos la cintura y atraerme hacia su cuerpo.

- Ashley: ¡Eres de lo peor! –rieron como dos locas-.

- Rachel: Al final le dije que me besara el cuello pero no fue mi idea, lo sugirió él

- Ashley: ¡¿NO!? -gritó asombrada-.

- Rachel: ¡Sí! Y fue tan... con razón la otra degenerada lo quiere todo para ella, ¡es perfecto! – sus mejillas se volvieron rojas de repente – digo… es la manera en la que lo hacía… me hizo sentir… rara.

- Ashley: ¿Cómo rara?

- Rachel: Ya sabes –la miro – ¡RARA! – Ashley sonrió.

- Ashley: Ah, de esa forma! Y que pasó, lo tiraste al suelo?

- Rachel: ¡Ashley! De verdad que eres..! Claro que no, viendo que yo perdía el control lo separé y apagué la música.

- Ashley: ¿Lo dejaste a medias?

- Rachel: Si, bueno, la cuestión es que le dije que como aprendía rápido, nos veríamos día si día no.

- Ashley: Y, ¿aceptó?

- Rachel: ¡No! Casi me mata… quiere que nos veamos todos los días.

- Ashley: Rachel – sonrió – ¿sabes lo que significa eso? Quiere estar contigo, idiota.

- Rachel: No – dijo levantándose y buscando la chaqueta – Sólo quiere estar bien para cuando vea a Lisa -dijo molesta-.

- Ashley: ¡Tonta! Está cayendo, y tú no te das cuenta.

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora