Capítulo 48.

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Luke miraba todo desde lejos, veía que Rachel estaba más triste que nunca y que estaba más unida a Alex. Se había distanciado de Michael. Su amigo iba como alma en pena. Sabiendo que de Michael no iba a obtener palabra, y cansado de las tantas estúpidas excusas que le ponía para explicarle por qué estaba alejado de su hermana, y aún sabiendo que ella era más dura que él, esperó poder escuchar la otra campana. Primero le dejó la cosa a Ashley que si ella podía, fuera con Rachel a preguntarle. Ashley accedió a realizar la misión, y al cabo de unos diez minutos volvió, con una cara de terror del cuarto de Rachel.

- Luke: ¿Qué ha pasado? – Ashley levantó la mirada para ver los ojos de su novio y se abrazó a él, buscando refugio. Luke se alarmó.

- Ashley: ¡Es un demonio! – dijo exasperada – primero me senté en su cama porque estaba llorando, luego le acaricié la cabeza, en tono maternal, para reconfortarla y luego le pregunté por qué lloraba.

- Luke: ¿Y?

- Ashley: Ella me dijo que eran “tonterías” – suspiró – y yo le pregunté si esas tonterías tenían que ver con Mike.

- Luke: ¿Y qué pasó? – Ashley levantó la cabeza que estaba apoyada en su pecho, y lo miró con una expresión de terror.

- Ashley: ¡Pues que de repente se enfadó! Me dijo que no quería volver a escuchar el nombre de ese idiota, que es un maldito estúpido, que quería que se muriera y que desde ese momento le echaría porras a Octavio para que…

- Luke: ¿Eso te dijo? – le preguntó asombrado – ¿Echarle porras a Octavio? – rió

- Ashley: ¡Esto es serio! – dijo ella angustiada – algo malo debe haberles pasado para que ella piense así.

- Luke: Tienes razón, ¿pero no averiguaste nada?

- Ashley: ¡Me amenazó! –dijo y largó un chillido – Me dijo que la dejara en paz, que me metiera en mis asuntos y que si no me largaba del cuarto, me arrepentiría, ¡y ya vería de lo que era capaz! – Se apretó al cuerpo de su novio.

- Luke: Tranquila -dijo él, dándole un suave beso en la cabeza – pensé que tu podrías sacarle algo, debe haber sido algo muy…– se separó, lentamente del cuerpo de su novia y empezó a caminar nervioso y con las orejas coloradas, de un lado al otro. Ashley que no entendía nada, lo miraba.

- Ashley: Luke - dijo preocupada. Él no respondía – Luke qué te pasa, dime algo por favor, ¿qué piensas? – Él se detuvo en seco.

- Luke: ¿Estás al tanto de qué pasaba en el cuarto de Enrique? – dijo seriamente. Ashley negó con la cabeza – ¡dime la verdad! – preguntó levantando la voz.

- Ashley: ¡No! Te juro que ella no me ha contado nada, estoy segura… - él la miró – Bueno, sé que algo pasó porque después de eso han actuado muy extraño, pero yo… ¡no sé! De verdad. Ella no ha soltado nada de… -lo miró – ¿tu crees que...?

- Luke: No creo, ¡estoy seguro! – se golpeó las manos hechas un puño – ¡voy a matar a Michael!

- Ashley: ¡Espera! ¿Estás realmente seguro? ¿Tienes como comprobarlo? – él negó – entonces no cometas una estupidez si no lo estás. Esto puede arruinar tu amistad con Mike y tu hermana no te lo perdonaría. Sería mejor que se lo preguntaras a él.

- Luke: Crees que él, sabiendo como yo reaccionaría, ¿me soltaría que se acostó con mi hermana? Apenas me dijera “si, me la tiré”, le rompería la cara, lo dejaría sin dientes, ¡porque te juro que le clavaría vidrios en los ojos!

- Ashley: ¡Tranquilízate!

- Luke: Él no me lo dirá – dijo, saliendo de la sala y perdiéndose en las escaleras que iban a su cuarto. Ashley se quedó ahí parada en medio de la sala, sin entender por qué Luke se había ido.

Al poco tiempo, volvió con algo que traía encerrado en sus manos – ¡Pero ella si me lo dirá! – Miró a su novia – Ashley, ¿tienes papel y pluma?

- Ashley: Eh si, aquí – fue a buscar lo que él le pedía. Él se acercó a la mesita. –Luke…

- Luke: Sujétame esto.

- Ashley: Luke, ¿qué haces?

- Luke: Bueno - dijo escribiendo en el papel – no puedo decirte que vayas y le pidas – cerró el papel - que baje porque quiero hablar con ella, tampoco quiero hablar aquí - llamó a un chico que estaba por ahí – oye llévale esto a Rachel, sabes dónde está. No te entretengas, ni te detengas frente a las chicas, ¿entendido? – el chico viró los ojos y salió, corriendo por las escaleras, hacia las habitaciones de las chicas sin que lo pudieran ver.

- Ashley: Luke, para que quieres…

- Luke: ¿No es obvio? -la cortó- Tengo que hablar con Rachel – ella lo miró incrédula – entiendo lo que piensas, y me arriesgaré a tener la cara llena de mocos, pero debo saberlo, no puedo verla sufrir, ¡es mi hermana Ashley! – ella lo abrazó – y a pesar de que a medida que fue creciendo, me ha hecho salir canas verdes, la quiero y deseo lo mejor para ella, ¿entiendes eso?

- Ashley: Te quiero– dijo ella dándole un suave beso en los labios – Cada día estoy más segura de que hice muy bien fijándome en ti.

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora