Capítulo 67.

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¿Que si lo odiaba? Eso era poco. No podía entender que le veía a Alex. Si, era algo guapo, alto y de modales refinados, pero no tenía absoluta afinidad con ella. Este tio era realmente aburrido. Ella era alegre, chispeante, atrevida, extremadamente sensual, llamativa, exuberante… bueno no era tan exuberante, más bien era una delgadita bien constituida (este pensamiento lo hacia sonreír). Pero de todas maneras, nada que ver con ella. Michael, en cambio, se veía tan afín con ella que apestaba. Él… bien, era algo malhumorado, pero ella sabía sacarlo de esas rabias momentáneas que tenía. Era algo distante y pensativo, pero ella con una sonrisa lo sacaba de ese mundo en un instante, la adoraba. Pero por alguna razón, ella prefería a Alex. "¿Por qué cojones no le dije que la quería?" pensaba. "Si tan solo pudiera tener esa facilidad con las chicas que tenía mi padre o mi padrino. ¡Vamos! Hasta Ricardo sabe como conquistar a una chica, ¿y yo? Tremendo inútil has resultado ser con las mujeres Michael Clifford.

- Luke: ¡Mike!

El grito de su amigo lo hizo levantarse de golpe. Luke entró por la puerta con una cara de felicidad que no le entraba en la cabeza.

- Luke: Han llegado e-mails de Francia – él lo miro con esperanza. Al menos escribían, por lo tanto no tienen que estar pasándolo tan bien como él imaginaba. Un sentimiento de júbilo pareció llenar el pecho de Michael.

- Michael: ¿Si? – intentó disimular. Tampoco quería parecer un desesperado. – ¿Y qué dicen?

- Luke: Rachel le escribió a mi madre – "¡mierda!" pensó "Ahora me será difícil saber como le va con ese idiota" – Y a mi – dijo sentándose al borde de la cama – ¡mi Ashley! – y apretó el portátil contra su pecho. Michael le dio un golpe en la cabeza.

- Michael: Anda Romeo – dijo riendo – A ver que dice tu amada, pero solo léeme las partes ATP.

- Luke: ¿ATP? – dijo sin entender.

- Michael: Las partes "aptas para todo publico", déjate las partes condicionadas para ti – dijo ensayando una sonrisa burlona, pero que solo hizo para dejar escapar un poco la ansiedad que lo mataba.

- Luke: Qué gracioso eres a veces Mike – dijo – Bien.

"Querido Luke:

¡Estamos pasándolo de maravilla en Francia! ¡No sabes la cantidad de museos que hemos visitado! Por lo demás todo perfecto. Alex se ha mostrado tan caballero… Pero bueno hay cosas que yo no puedo decirte. Él y Rachel salen a pasear por las orillas del Sena todas las tardes y Rachel está tan…

- Michael: ¿Tan qué? – dijo nervioso.

- Luke: ¡Espera! Déjame seguir leyendo – dijo su amigo.

"Tan entusiasmada con todo esto. Cada día están mas unidos. Espero que esto salga todo como esperamos, no sabes como me encantaría que estuvieras aquí, mi amor… (Michael rió de las orejas coloradas de su amigo) Las noches son tan románticas, Alex y Rachel no me ayudan para nada, te echo mucho de menos..."

- Michael: Será mejor que dejes de leerla en voz alta – dijo cabizbajo – Me parece que lo que sigue se vuelve más privado.

- Luke: Tienes razón – dijo mientras leía y se ponía colorado – Son cosas íntimas entre Ashley y yo.

- Michael: Bien – se levantó – te dejo solo, yo me voy a caminar por el jardín – Bajó las escaleras pesadamente. Cada una de las palabras de Ashley le retumbaban en el cerebro, cada una de esas frases, eran como un golpe. Se sentía en un cuadrilátero de un ring, peleando contra Mike Tyson y que cada palabra de su amiga, fuera un golpe bien dado en su humanidad. Parecía que Alex lo había puesto contra las cuerdas. Llegó a la sala, para encontrarse con una señora Michelle que reía leyendo un e-mail. "Lo que me faltaba." suspiró. Intentó salir sin que la señora lo viera, pero para su desgracia ella levantó la vista y lo miró.

- Michelle: Mike, querido.

- Michael: Señora Michelle, yo iba a caminar por el jardin…

- Michelle: Mira – dijo– ¡Rachel ha escrito! – y una sonrisa que a Michael se le antojó burlona, apareció en su rostro mientras lo miraba.

- Michael: Ah, que bien – dijo poco convincente – Yo me voy y la dejo con lo que estaba haciendo.

- Michelle: Si - él ya salía de casa – Mike – se detuvo – Rachel me dice que te diga que también te ha escrito, que abras tu e-mail– Todavía tenía esperanzas, Tyson le había dado un respiro y él se acomodó el protector bucal intentando contragolpear, todavía tenía la oportunidad de ganar. Si ella le escribía, todavía pensaba en él.

- Michael: ¿Para mi? – dijo incrédulo.

- Michelle: Bueno, ¿conoces otro Michael Clifford? – él sonrió.

- Michael: Bien – dijo, como si el e-mail no tuviera importancia – La leeré en otro momento. Ahora me voy a caminar, ¿me puedo llevar el portátil?

- Michelle: Claro querido, no te vayas lejos.

- Michael: No lo haré - caminó lentamente, salió al patio con unos pasos más acelerados, casi atropelló a una escultura en el trayecto – ¡Vamos Cleo! – dijo a su perro y lo alzó rápidamente.

Para cuando atravesó el jardin corría como si su vida dependiera de ello. Llegó al gran árbol cerca de la alberca que tenian los Hemmings en los terrenos, y se sentó dejando al perro entre sus piernas que lo miraba. Respiraba entrecortado, así que tuvo que inhalar y exhalar varias veces para controlar la respiración. Después de unos minutos encendió el portátil. Temía leerlo, pero a la vez se moría de las ganas por hacerlo. Abrió el correo. No había dudas, era de su amada Rachel. No era muy larga. Maldijo a los cielos, porque seguro que Alex le quitaba tiempo para que escribiera una carta decente. Aun así, respiró profundamente y empezó a leer.

"Michael: *Una pequeña punzada de dolor en el corazón le sobresaltó. Ella no había encabezado la carta diciéndole "Querido Michael"*

"¡Estoy tan contenta con todo lo que estoy viviendo! Parece que estoy en un cuento de hadas, donde cenicienta por fin puede ser feliz. Los días son maravillosos y Alex es el chico con que toda chica alguna vez soñó **Bueno, Tyson acaba de darme un tremendo cross de izquierda, pensó** Los días pasan volando cuando estoy a su lado. No me alcanza el tiempo para recorrer la ciudad y disfrutar juntos. Creerás que soy algo estúpida pero es así. A veces no salgo a visitar lugares, solo para disfrutar de su agradable compañía. He encontrado en Alex lo que tanto esperaba, es agradable, simpático, me entiende y si vieras lo atento que es conmigo. A veces parece que abandonara su existencia solo para complacerme, creerás que soy tonta, pero bueno, quizás estoy hablando mas con el corazón que con la razón. ¿Creo que tu me entiendes no? ¿Te va bien con Lisa? Espero que te lo  pases bien en casa. Yo llegaré pronto. No quiero que el viaje termine. Alex tendrá que hacer muchas cosas y no podremos vernos mucho. Es lo que más odio de dejar Francia, no poder estar mas tiempo con él.

Te dejo. Alex viene a por mí,

Se despide este corazón de enamorada,

Rachel."

Cerro el portátil y lo dejó caer a su lado. Acababa de recibir el peor golpe de su vida. ¿Cómo podría combatir contra el amor de Rachel si estaba Alex por en medio? Si, él mismo había decidido dejarla a merced de cualquier idiota. Cerró los ojos. Respiró profundamente. Cleo le lamió las manos, dándole consuelo. Miró al perro, mientras algunas lágrimas pugnaban por salir y mientras acariciaba la cabeza del perro, se imaginó en el mismo cuadrilátero de boxeo, con su cabeza contra la lona, la vista borrosa, pero podía ver a Tyson saltando contento, mientras el arbitro movía los brazos diciendo que la pelea había terminado y que Alex le había ganado por Knockout.

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora