Capítulo 12.

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- Rachel: Ojalá Ashley… pero tampoco puedo vivir de una fantasía. Ven, mejor vamos a desayunar, me muero de hambre.

*En la cafetería*

- Michael: Siéntate junto a mi pequeña - ella se sentó y él se acercó y le dió un suave beso en la mejilla. Todos los que se encontraban en la mesa los miraban sin entender nada. Luke estaba mudo y Ashley sonreía histérica.

- Rachel: Aún no me has contestado, ¿en qué soy buena? – volvió a preguntar-.

- Michael: En todo lo que te propongas - empezó - esta mañana por ejemplo, te has propuesto estar más preciosa que de costumbre, y dejar a los pobres idiotas sin aliento, y déjame decirte que lo has conseguido – Ella rió nerviosamente, mientras sus mejillas pasaban a un rojo subido – Pero le estaba contando a tu hermano, lo buena que eres como profesora de baile.

- Rachel: Ah… - dijo sonriendo - Tengo hambre – se sirvió el desayuno.

- Ashley: ¿Tenéis pensado hacer algo hoy?

- Michael: Tu, dulce Ash.. – dijo y Luke lo miró arqueando una ceja – deberías dejar esas revistas, aunque debo confesar estás preciosa mordiéndote el labio cuando lees.

- Ashley: ¡Mike! – dijo ella colorada y sonriéndole cariñosamente – no me digas estas cosas!

- Michael: ¡La verdad! ¿No crees que digo la verdad Luke?

- Luke: ¡Cállate Michael! ¿qué te pasa? ¿estás tratando de conquistar a todas las tías de aquí o qué?

- Ashley: ¡LUKE! el hecho de que tú no tengas intenciones de decirme nada bonito, no significa que todos deban actuar como tú – miró a Michael – Gracias por tus palabras Mike -le sonrió cariñosamente-.

- Michael: No me malinterpretes Ash, sólo lo digo como amigo.

- Ashley: Aprende tú de una vez… - dijo mirando a Luke.

- Luke: ¡Yo puedo decirte algo bonito también! – dijo serio

- Ashley: ¡A ver gran galán! Que puedes decirme, ¿eh?

- Luke: Bueno… ¿que te ha pasado hoy? ¿te has peinado? – dijo él sonriendo.

- Ashley: ¡Eres un idiota! – y le dió un golpe en el brazo.

- Luke: ¿Ves? Lo que te digo nunca te complace… - Ashley no lo oyó y se metió en la revista. Luke siguió desayunando.

- Michael: Ardillita, ¿tu que harás? – preguntó enfocando sus ojos verdes en los de la chica.

- Rachel: Bueno… – tragó el zumo con dificultad. La mirada de Michael era intensa y sus ojos brillaban… y su boca invitaba a darle un beso, no supo si era una sensación, pero le pareció que se estaba acercando al joven para hacerlo.

- Michael: Si, Ardilla roja… – Luke lo miro con mala cara – ¿que querías decirme?

- Rachel: Bueno… yo… había quedado en que te ayudaría con… ya sabes.

- Michael: Si, ¿te parece bien que nos veamos en la biblioteca?

- Rachel: Claro!

- Ashley: Y, ¿vosotros que haréis?

- Like: Pues yo tenía pensado ir al campo de fútbol a jugar un poco con Mike, verdad Mike..Mike… MICHAEL! – Michael estaba cerca de la chica aspirando el perfume de ella seductoramente.

- Michael: ¿Si? Em...vale, después del desayuno – la miró – ¿Y a ti cuando te veo?

- Rachel: Tengo que hacer algunas cosas, y Ashley me ayudará, así que estaré en la biblioteca hasta después del almuerzo.

- Michael: Bien… entonces, ¿nos vemos en el almuerzo?

- Luke: No… Mike, teníamos que comer con los otros en el patio, ¿te acuerdas?

- Michael: Vale... entonces no podré ver tus preciosos ojos hasta la tarde - dijo centrando su mirada en la chica.

- Rachel: Mike… estás algo diferente hoy- lo miró – ¿qué te pasa? – él se acercó a su oído y sin dar explicaciones comenzó a recitarle una de las poesias que había encontrado esa mañana.

Michael se había levantado temprano, cosa rara en él porque siempre los fines de semana, se quedaba estirado en la cama, esperando a que Luke se despertara. Salió al jardín y se sentó bajo el árbol cerca del lago, su lugar favorito para relajarse y pensar. Había llevado uno de los libros, y se dispuso a leer… tardó bastante, ya que también trataba ya no de analizarlos (Porque sabia que en eso era un fracaso), sino al menos, entender lo que decían. De repente encontró uno que le recordó a Rachel y lo memorizó. Miró el reloj y se dió cuenta que tenía hambre. Sabiendo que podría encontrarla en el comedor, se acercó al jardín y cortó una de las flores. La guardó en el bolsillo, y entró. En la mesa del comedor estaba sentado Luke, bostezando perezosamente y mirando a todos lados como si estubiera esperando a alguien. Michael le dio una palmada en la espalda y se sentó frente a él.

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora