Capítulo 58.

369 27 6
                                    

- Enrique: Prométeme que intentarás atrapar a ese desgraciado de Octavio.

- Michael: No lo intentaré – sonrió – lo haré.

- Rachel: Bien - dijo llegando a donde se encontraban, acompañada de su hermano y la novia – al fin he logrado sacarlos de, tu sabes donde – rieron, mientras Luke y Ashley se ponían colorados – no sé como podrás atrapar a Octavio si estos dos están dale que te pego.

- Luke: ¡Rachel! – dijo más rojo que nunca – ¿Desde cuando sabes lo de Octavio?

- Rachel: Bueno, no hay que ser tan estúpida para no pensar que Mike debe atrapar a ese hijo de puta.

- Michael: ¡Tienes razón pecosita! – dijo sonriendo.

- Rachel: No me llames así – dijo mirando a Michael – así me dice tu mal… tu bendita novia, algo que no soporto.

- Michael: Lo siento, ¿te ayudo con las maletas?

- ***: Deja Mike – dijo interrumpiendo alguien – para eso tiene un novio – Rachel sonrió y le dio un suave beso en la mejilla a Alex – ¿nos vamos ardilla?

- Michael: ¡No le digas ardilla! – dijo molesto.

- Alex: ¿Por qué?

- Michael: Pues porque… suena algo despectivo.

- Luke: Pero si tu…

- Michael: ¡Nos vamos Luke! – dijo cogiendo sus cosas, la cansata con el cachorro y subiendo al coche.

- Luke: Wow, espero que ese genio se te pase cuando dejemos este lugar.

- Rachel: Descuida hermanito, ¡se le pasará cuando vea a su mayor debilidad!

El viaje estubo tranquilo. Ashley y Luke prefirieron sentarse con Michael. Se les unieron Mickie y Jason. Aproximadamente dos horas después, entró Rachel enfadada. Michael la miró y rogó al cielo porque esa cara significara que había dejado a Alex. Ella caminó pesadamente y se sentó al lado de Ashley. Suspiró molesta un par de veces y luego cruzó los brazos. No emitió palabra alguna. Michael la miraba. Resoplaba cada dos segundos haciendo bailar un mechón que caía por su cara. Una hora después seguía resoplando. Luke fue a comprar varias cosas. Rachel ni se inmutó. Michael se levantó y también fue a comprar algo. Cuando volvió, no ocupó su antiguo lugar, se sentó al lado de Rachel. Y sin decir nada le ofreció una chocolatina.

- Michael: Si sale el que no te gusta – la miró – te rogaré que me lo devuelvas – ella lo miró. Él le hizo una de sus sonrisas compradoras y ella aceptó el chocolate.

- Rachel: Gracias- dijo secamente.

- Michael: De más esta decirte que todos estamos intrigados por tu comportamiento Rachel - ella suspiró por enésima vez- ¿Que te ha pasado?

- Rachel: Alex.

- Michael: ¿Os habéis peleado? – dijo esperanzado – ¿Lo has dejado? – fue más un ruego que una pregunta.

- Rachel: Claro que no – Michael dejo de sonreír- Lo que pasa es que me ha dicho que irá a Francia de vacaciones.

- Michael: ¿Y? – **por mi, que se vaya a la mierda** pensó.

- Rachel: ¿Y? pensaba que iría a casa de mis padres, que nos veríamos, bueno, que saldríamos un par de veces.

- Michael: ¿Y?

- Rachel: ¿Y? – dijo enfadada – ¿Qué pensarías si Lisa te dijera que desea pasar las vacaciones lejos de ti? – **Pues estaría más que convencido de que dios existe** Pensó Michael.

- Michael: Bueno yo…

- Rachel: ¡Exacto! – dijo más enfadada aun.

- Michael: Bueno, deberías tomarlo como una prueba – ella lo miró – si es algo serio, es decir si estás enamorada de verdad de Alex, bueno, sólo serán unos días, si se te pasa el amor te darás cuenta que es lo mejor, y podrás reconstruir tu vida – la miró.

- Rachel: ¿Que harás tu? digo, ya no tienes que ir con tu tio.

- Michael: Tienes razón – pensó un instante – ¿Sabes? Ahora tengo un perro – dijo enseñándole la canasta. Rachel miró y sacó con una sonrisa al perrito – ¿no es mono? – dijo riendo.

- Rachel: No, es perro – dijo y lo miro riéndose.

- Michael: Que graciosa – dijo con sarcasmo y también rió– ¿Te gusta?

- Rachel: ¡Es precioso! ¿Cómo se llama?

- Michael: Pues no he pensado en un nombre - dijo mirando hacia la ventana – elige uno tu – ella lo miró – tu eres buena para los nombres - sonrió burlonamente. Ella lo codeó– Tu elegiste el nombre de el perro de tu casa, Roxy.

- Rachel: Bueno - levantó el perrito, mirándolo detenidamente – viendo que significa tanto para ti…

- Michael: ¡No le pondré Geiger! – dijo enfadado.

- Rachel: ¡No iba a decir eso!

- Michael: Tampoco le pondré Kike, ni Dumby.

- Rachel: Oye, sólo he pensado que podrías ponerle cleopatra – dijo molesta.

- Michael: ¿Cleopatra? – preguntó. Y pensó si había sido lo correcto pedirle ayuda a Rachel, siendo que ella tenía unos gustos muy extraños para nombrar a mascotas – ¿Y por qué debería llamarse Cleopatra?

- Rachel: Pues porque es una perrita y la reina cleopatra era muy bonita y esta perrita es muy bonita también, idiota.

- Michael: Bueno, no suena mal – cogió a la perrita – ¿Te gusta el nombre Cleo? – la perra se quedó mirándolo y solo movió una vez la cola.

- Rachel: ¡Le encanta! – dijo riendo– ¿Me dirás dónde vivirás? – dijo cambiando de tema.

- Michael: Mi tio vive en Atlanta - dijo acariciando al perro que descansaba en el brazo de Rachel, tocando de manera deliberada la mano de Rachel que también acariciaba al perro.

- Rachel: ¿Irás allí? – preguntó incrédula.

- Michael: No – dijo – creo que tendré que buscar un apartamento, no sé.

- Rachel: Claro, a Lisa le gustará vivir bien - dijo ella sarcasticamente. Él la abrazó.

- Michael: Te quiero – le dijo besándola tiernamente en la mejilla, y luego la cabeza, perdiendose un segundo en el perfume de su pelo, y aguantando las ganas de llorar – no desaparezcas.

- Rachel: Tu tampoco - dijo ella mirándolo a los ojos – y sobretodo no dejes de ser quien eres.

- Michael: ¡Jamás cambiaría! – dijo sonriendo– ¡ya tengo a Cleo!

- Rachel: Eso espero, ahora tendrás otros roces - él la miró – bueno, nosotros no somos lo que se dice la familia mas rica del país – bajo la cabeza – tu empezarás a or con gente super importante ya que eres mas rico e importante que nosotros – dijo separándose lentamente- y puede que algún día te de vergüenza venir a vernos.

- Michael: ¿Pero tu eres tonta o qué? – dijo cogiéndola del mentón y obligándola a mirarlo. Rachel tenía los ojos acuosos – Jamás, entiéndelo bien - respiró entrecortadamente – Jamás podría hacer eso. Tu familia me ha recibido como uno más y yo simplemente no podría ser parte de ninguna clase social si vosotros no estáis a mi lado. Entiéndelo bien, los Hemmings sois parte de mi familia y jamás os daría la espalda.

- Rachel: Eso dices ahora, pero cuando te cases, tendrás que elegir. Sabes que ella y los de nuestro estilo de vida no nos llevamos bien.

- Michael: Pues tendrá que hacerlo.

- Rachel: Eso espero – lo miró – no me gustaría perderte - Michael se acercaba lentamente.

Sus labios estaban casi a un palmo. Estaban a punto de besarse, y Michael estaba seguro que después tiraría todo por la borda y se aferraría a esa chica para nunca dejarla. Pero un ruido seco los hizo separarse. Al mirar hacia la puerta del compartimiento, vieron a Alex parado, mirándolos. Rachel inmediatamente se levantó de su asiento y Michael lo miró, pensando contra el joven insultos mentales.

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora