Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*

Capítulo 69.

Dos días después. Luke lo despertó con un ánimo envidiable. Michael se enredó más en las sábanas, dispuesto a seguir durmiendo. No tenía ganas de levantarse. Había pasado una mala noche, pensando en su loca debilidad. Después de varios intentos, Luke solo atinó a coger las sábanas y jalarlo con tanta fuerza que Michael rodó por el colchón y cayó de cara al suelo, dándose un tremendo golpe en la nariz. Con lágrimas en los ojos y despotricando contra su amigo, se fue al baño y pegando un portazo, se encerró para salir ya duchado al cabo de veinte minutos. Se vistió de mala manera, y bajó a desayunar. Allí lo esperaba su amigo, con una ansiedad que era anormal, más cuando Michael pudo comprobar que no había probado el desayuno. Raro en Luke. Michelle le sirvió el desayuno y miró a su amigo. Luke lo miraba divertido.

- Michael: ¿Tengo monos en la cara o qué? - dijo de mal humor. Luke rió.

- Luke: No monos no, pero tienes una nariz de payaso que espanta - Michael se miró en el reflejo de la cuchara y comprobó con pesar lo que su amigo le decía. Tenía la nariz colorada e hinchada.

- Michael: ¡Vete a la mierda Lucas Robert Hemmings!

- Michelle: Mike no digas eso - Michelle se acercó, con una crema en manos y le cogió del mentón - ¡está horrible!

- Michael: Cuando te pille Luke... - dijo en una voz nasal- ¡Te aseguro que tener una nariz hinchada sería sexy en tu cara!

Michelle: - le puso la crema- ya está cariño, no tendrás problemas al hacer la entrevista en unas 2 horas.

- Michael: ¿La entrevista?- Preguntó sin entender.

- Luke: Vamos Mikey - dijo frotándose nervioso las manos - ¿a caso no te acuerdas que día es hoy? - él lo miro y negó - ¡es el día de las entrevistas!

- Michael: ¿Ah Si? - dijo desganado.

- Luke: Las entrevistas, ¡las rigurosas entrevistas para ver de que trabajar!

- Michael: ¡Mierda! - dijo en voz baja. Se lamentó tener que ir como alma en pena. No había podido ensayar un discurso de aceptación, seguro que ponían en su legajo de admisión tres cruces rojas y lo mandaban a la mierda - lo había olvidado.

- Luke: Bueno, pero gracias a Dios yo no. Tenemos tiempo de sobra, ¡lo importante es dar una buena impresión!

- Michael: Entonces tu estás muerto - dijo y sonrió burlón - ¡ya no tienes a Ashley para que te de ánimos!

- Luke: No te burles, y será mejor que no vuelvas a molestarme, aun puedo amenazarte con algo que no tienes ni idea.

- Michael: ¿Ah si? ¿Y con qué puedes amenazarme? - dijo envalentonado. Luke miró a su madre, que estaba distraída lavando unas ollas y se acercó mirando a Michael con rabia.

- Luke: Puedo... - dijo en un susurro, que solo Michael escuchaba - puedo decirles a mis hermanos - lo miró serio - que hacías con mi hermanita en el cuarto de Enrique - Michael se atragantó con la tostada. Michelle se acercó rápidamente y le dio un golpe en la espalda, que a Michael le sentó de violencia inusitada - Te puedo asegurar que el golpe de mamá no será nada comparado con la paliza de Diego o de los gemelos.

- Michael: ¿Qué sabes? - preguntó nervioso.

- Luke: Todo - se levantó sonriendo - absolutamente todo. Así que más te vale que no vuelvas a joderme con Ashley, porque eres historia - se fue a su cuarto. Michael se sintió una porquería. Luke lo supo siempre y nunca le pidió explicaciones. Se sintió asqueado y dejó de comer.

- Michelle: ¿Mike vas a cambiarte?

- Michael: No, ya estoy listo. Esperaré a Luke en el jardín.