Capítulo 68.

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Durante los días que siguieron a la llegada de noticias, Michael casi no se movió de su cuarto. Si antes de el email, se había transformado en un ser taciturno, ahora, era algo parecido a un monstruo. Su presencia casi pasaba desapercibida. Por la mañana solo salía a sentarse bajo el árbol, cerca de la alberca, acompañado por Cleo. Se pasaba ahí toda la mañana y parte de la tarde. Luke estaba preocupado. Su amigo no se parecía en nada al Michael que conocía. Luke intentaba sacarlo de ese pozo, pero no había manera. Michael no quería salir de ahí. En vano fueron los intentos de los gemelos, de llevarlo a disfrutar de las discotecas y de todos esos lugares, pero a Michael eso no le importaba. Para él nada de eso servía, y lo de la compañía femenina, estaba bastante claro que la única compañía que él necesitaba, estaba lejos. Más concretamente en Francia.

Michelle lo encontró una tarde, sentado frente a la casa, mirando hacia el jardín, y suspirando como un alma en pena. Esta situación antes le habría hecho gracia, pero al pasar los días y observando el comportamiento de Michael, la mujer había optado por sentir pena y ternura hacia el chico. Se acercó lentamente, y se sentó. Él no pareció darse cuenta de su presencia, hasta que ella suspiró fuerte. Michael la miró y Michelle sonrió.

- Michelle: Creo que va llover Mike - dijo mirando las gruesas nubes grises que se asomaban detrás de unos cipreses. Michael por supuesto, de las nubes ni se había dado cuenta.

- Michael: ¿Qué?

- Michelle: Eso es lo que miras tan pensativo, ¿no? - Michael la miró como si frente a él, estuviera Barney, cantando un sonsonete sin sentido.

- Michael: Umm - Solo respondió. Michelle sonrió.

- Michelle: Es lo que pensé - dijo ella serena.

- Michael: Señora Michelle, no sé de que me estás hablando.

- Michelle: ¡Ya lo sé! - dijo sonriendo - Nadie de tu edad se pasa horas mirando una estúpida nube, pretendiendo saber cuando va a llover.

- Michael: ¿Tu lo haces?

- Michelle: ¡No!

- Michael: ¿Alguna vez lo has hecho?

- Michelle: ¡No!

- Michael: ¿Entonces por qué me lo preguntas?

- Michelle: ¡Pues para saber si aun respiras! - él se puso rojo.

- Michael: Yo... no me he dado cuenta.

- Michelle: ¿Qué te pasa Mike? ¿Te preocupa algo? - Preguntó acercándose y acariciando su cabeza. A Michael este gesto le pareció demasiado, pero no quiso ser maleducado. Sabía que ella lo hacía sin darse cuenta.

- Michael: No - dijo dubitativo - en realidad si - dijo después de pensarlo - Me preocupa que haré cuando acabe el verano - mintió. Últimamente le salía tan bien- Es decir, el trabajo, donde viviré...

- Michelle: Pero, ¿no vives con Ricardo?

- Michael: No puedo quedarme a molestar ahí de por vida. Ellos necesitan compartir su tiempo sin nadie que los interrumpa, yo soy mayor y aunque no lo parezca, estorbo - sonrió.

- Michelle: Puedes quedarte aquí si lo deseas, siempre habrá un lugar en esta casa para ti.

- Michael: Gracias señora, pero no creo - suspiró - vosotros necesitáis vuestra intimidad.

- Michelle: ¡Mike!

- Michael: No me mal interpretes - dijo tratando de no sonar atrevido - digo, es que está Luke y Rachel que bueno, ella irá a la universidad de vuelta, necesita tener su espacio y yo la molestaría - suspiró - no creo que sea conveniente estar aquí.

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora