Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*

Capítulo 33.

Rachel lloró toda la noche. Sentía que todos los esfuerzos no habían servido de nada y él se quedaría con esa odiosa, latosa, horrorosa y lo demas. Ella le había vencido. Pero después de tres horas de silencioso llanto, para no despertar a sus compañeras de cuarto, se limpió la cara y se arropó en sus sábanas. **Mañana será un día igual a todos, nunca lo has tenido, ¿qué puede cambiar ahora? Él no te tratará más que como una amiga, ¡Entiéndelo!** Miró el reloj. Eran las dos de la madrugada, le quedaban cinco horas para serenarse y intentar dormir. Mañana le tocaba lo peor, verlo feliz al lado de esa ¡Lisa!

Michael se levantó temprano, en realidad no había podido pegar ojo. Estaba nervioso. Hoy daría un paso definitivo en su vida, sabía que era joven pero necesitaba un compromiso, algo que lo hiciera salir de ese pozo que había tenido en su vida después de todo lo que le pasó y darle razones para seguir. Pero a pesar de estar resolviendo su vida sentimental, aun le faltaba cazar al que más odiaba mas que a nadie y ese Octavio. El muy viborón se escurría y no dejaba rastros, pero no importaba, Michael dejaría todo normal para buscarlo después de la universidad y entonces, lo encontraría y le haría pagar una a una las que hizo.

Pero hoy tenía planes inmediatos, conquistar definitivamente a Lisa, era tan grande el cariño que le tenía. Se detuvo en seco de su caminata en la sala. **¿He dicho cariño?**, pensó **No Mike, es amor… amor**. Sonrió. Tanta palabrería romántica le había hecho olvidar lo importante. “Rachel” Dijo para si mismo, cuando la vio bajar de la torre de las chicas. Venía vestida en unos jeans y una blusa verde esmeralda, y unas botas de gamuza blancas. El pelo lo había recogido en una cola, lo que hacía que su rostro se mostrara más perfecto. Sacudió su cabeza y se obligó a pensar en Lisa. Ella llegó y le sonrió. Él le dió un beso en la mejilla. Se miraron un instante a los ojos y se dieron cuenta de que nunca más su amistad sería como antes, nunca más. Se soltaron las manos inmediatamente y cada uno desvió su mirada a sus abrigos.

- Michael: Bien, ¿desayunamos y luego nos vamos?

- Rachel: Si, iremos juntos con Luke y Ashley, ellos después se van y luego volveré a la universidad.

- Michael: ¿No tienes cita de San Valentín?

- Rachel: No – dijo segura ella – me ha invitado Alex – él se puso tenso

- Michael: Ah, ese – dijo sin querer – es buen chico.

- Rachel: Si, pero le he dicho que no - él la miró – aunque no sé, quizás si me aburro cambie de opinión.

- Michael: Bueno vamos al comedor, no sé cuánto tiempo estaremos en la joyería.

- Rachel: vale – dijo ella desanimada-.

Al llegar al comedor todos estaban entusiasmados por la salida y las chicas más risueñas que nunca, esperando a sus acompañantes para disfrutar de ese día tan especial. Michael y Rachel llegaron juntos pero se sentaron separados en la mesa. Michael tenía razón, nada era igual que antes, casi no hablaban y cuando lo hacía uno, el otro respondía con seco, y reunirse con Luke y Ashley fue la excusa perfecta para perderse en conversaciones banales, sin sentido y ni dirigirse la mirada. Después de media hora de desayuno en el que tuvieron que esperar a que Luke saciara su apetito, se dirigieron hacia la puerta de entrada, donde el conserje los inspeccionaba. En la fila esperando su turno se acercó a Rachel, Alex y le tocó el hombro tímidamente. Ella se dió la vuelta, al mismo tiempo que Michael que miró al chico con rabia.

- Alex: Hola Rachel – dijo ceremoniosamente. Luke no aguantó una risita tonta y Ashley lo miró con rabia – estás preciosa hoy – terminó su discurso cogiendo la mano de Rachel y estampando un delicado beso. Rachel sonrió y sus mejillas cogieron un color rosa pálido – ¿Has pensado en mi propuesta?

- Luke: ¿Qué propuesta? – dijeron a la vez los tres mirando a Rachel, ella los ignoró.

- Alex: Hola chicos, Ashley Green. Veréis, me gustaría compartir este día con tu hermana Luke.

- Luke: Y a mi me gustaría… -dijo entre dientes y cerrando los puños. Ashley lo codeó.

- Rachel: Alex, no tienes que pedirle permiso a mi hermano – Michael la miró rojo de rabia – acepto tu proposición, pero si te parece bien, he quedado de ayudar a Mike en un asunto, ¿podemos vernos para comer en el Mcdonalds? Iba a comer allí con mi hermano y su novia.

- Alex: ¡Por mi encantado! - Dijo sonriendo – bueno te veo luego Rachel - y se fue-.

- Luke: ¿Por qué coño lo invitaste? ¡ese es un tremendo fastidio! Mira que ya teníamos a una – dijo señalando a Ashley sin que se diera cuenta pero ella lo vio – y no es porque no te quiero pero a veces resultas odiosa en tus conversaciones pero tener a este tonto, presumido.

- Michael: Estúpido..

- Rachel: ¿Qué?

- Michael: Que eres estúpido Luke – dijo para excusarse – ¿Cómo de puedes decir odiosa a tu novia?

- Ashley: ¡Eres una porquería Luke Hemmings! – dijo enfadada y se alejó-.

- Luke: Ashley - y se fue tratando de alcanzar a su novia-.

- Michael: Que imbécil ¡y en el día de los enamorados! -dijo sin poderlo creer-.

- Rachel: Tu comentario respecto a Alex ha estado fuera de lugar - dijo seria – y encima has hecho que Luke se peleara con su novia, bravo Mike. ¡Así que sólo tu serás feliz hoy!

- Michael: ¿Sólo yo? – dijo mas serio – Yo no he sido el que le ha sonreido a Alex con esa cara de tonta, “¡te veré en Mcdonalds comeremos en familia!”

- Rachel: ¿A caso tengo que darte explicaciones?

- Michael: ¡No!

- Rachel: ¡Bien! - dijo cruzando los brazos- Vamos, ahora nos toca lidiar con Luke y Ashley y no se que harás para que se reconcilien.

- Michael: ¡Si jefa!

- Rachel: Y sobre Alex, ¡te dije una vez que no te metieras en mis asuntos! Yo decido que hacer con el chico que quiera.

- Michael: ¡Esta bien!- dijo en voz alta haciendo que todos en la fila se dieran la vuelta a mirarlo- Haz de tu vida lo que quieras y vosotros dejad de mirarme.

- Rachel: ¡Cállate ya! busca a Ashley, yo le dire a Luke...- se detuvieron en un coche donde Luke estaba besando a Ashley.