Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*

Capítulo 72.

- Michael: Al director - dijo abriendo los ojos y separando los informes, cogiendo una fotografía, donde un hombre con el pelo corto aunque podía verse la gratitud del mismo, con barba y bigote, tapando su rostro con unas gafas negros. Pero Michael podía reconocerlo. Esa nariz ganchuda la reconocería a kilómetros.

- Ricardo: Esta fue la última fotografía que le hicieron hace tres meses. Creen que esta en Barcelona, España. Aunque lo han visto en un montón de lugares mas. No se queda quieto, pero lleva un plan, siempre vuelve al los lugares que frecuenta. Parece que va en círculos, ¿ves el mapa? - Michael cogió el mapa europeo - No esta más de tres meses en cada ciudad, se mueve como un ave, y va solo.

- Michael: Cómo es que...

- Ricardo: ¿Tiene dinero para viajar? - él asintió - no lo sabemos, creemos que tiene alguien que se lo proporciona, él no gastaba mucho dinero cuando era profesor, quizás tenga una caja llena de dinero.

- Michael: ¿Pero no han investigado nada?

- Ricardo: A su nombre nada, nada a nombre de Octavio Finn.

- Michael: Quizás algún cómplice.

- Ricardo: Puede ser, pero no tenemos certeza.

- Michael: Carolina - dijo él mirando a su tío - Quizás ella este ayudándolo.

- Ricardo: No lo habíamos pensado.

- Michael: Se me acaba de ocurrir. Ella ayudó a su hijo con lo de el director, ¿no? - Ricardo asintió - Un juramento inquebrantable, quizás ahora ella le esté devolviendo el favor.

- Ricardo: Podríamos investigarlo.

- Michael: Hazlo por favor y mantenme informado, de todas maneras no deberíamos levantar muchas sospechas. Si esa mujer fuera su cómplice, no quiero atraparla antes, ¿entiendes? Quiero que Carolina siga haciendo lo que hace para ayudarlo. quiero que él esté confiado, que crea que una vez más se ha salido con la suya.

- Ricardo: Serás un excelente agente - dijo mirándolo a los ojos. Michael sonrió.

- Michael: No lo creas, es porque he estado demasiado tiempo cerca de Mickie, analiza cada posibilidad minuciosamente - rieron- Le enseñaré estos papeles cuando vuelva a verla - dijo y Ricardo no pudo dejar de notar cierto fastidio en su voz.

- Ricardo: La morena te tiene loco, ¿eh?

- Michael: ¡Ni que lo digas! - suspiró - pero no quiero hablar de eso ahora - Se levantó, y mientras guardaba los papeles, miró nuevamente las fotos de su antiguo profesor- ¿Ricardo?

- Ricardo: ¿Si?

- Michael: Él no estaba muy orgulloso de su apellido, su padre era de la clase baja, ¿no?

- Ricardo: Si

- Michael: ¿Y si la cuenta en el banco no estuviera a nombre de Finn?

- Ricardo: Es una posibilidad - dijo pensativo.

- Michael: Deberías investigar a Karina Fernández - Ricardo lo miró sin entender - Era la madre de Octavio.

- Ricardo: ¡No se nos había ocurrido! - dijo sonriendo - investigaré por ese lado.

- Michael: ¿Algo más que decirme? - Miró a Ricardo y juró que su tío, se había puesto colorado.

- Ricardo: Michael, hay algo que debo decirte. Como verás, me han ofrecido el puesto de profesor.

- Michael: Si, y de verdad que me alegro mucho por ti.

- Ricardo: Si - titubeó - pero no sé.

- Michael: ¿No piensas aceptar? - dijo mirándolo sorprendido. Sabía que su tío peleaba por ser profesor en la universidad, a pesar de su enfermedad.

- Ricardo: Es algo complicado - dijo nervioso - nunca he estado en una situación como la de ahora.

- Michael: Vamos Ricardo, ya has sido profesor, ¿qué puede ser diferente ahora?

- Ricardo: Antes no tenía una mujer Mike - lo miró mas colorado - y definitivamente no tenía un bebé en camino - Michael abrió los ojos y miró a su tío. Era eso, se dijo para si mismo, el motivo de su brillo en los ojos y de su sonrisa.

- Michael: Oh dios mío, ¡Felicidades! - dijo y rodeó el escritorio para darle un cálido abrazo - Pero no quiero que me quites mi cuarto, ¿eh? - Ricardo rió - aun tengo pensado quedarme mas tiempo aquí, al menos hasta que mi apartamento esté preparado.

- Ricardo: ¿Cómo?

- Michael: Bueno, pensé que tu y Alejandra necesitabais privacidad, así que decidí que mientras estudio, invitaré a Luke a vivir conmigo en el apartamento de mi padrino.

- Ricardo: ¡Pero si esta es tu casa!

- Michael: Te la regalo - Ricardo abrió los ojos sorprendido - Yo no necesito esta casa. Tengo pensado construirme otra, para cuando... - se puso rojo. Su pensamiento se desvió hacia Rachel.

- Ricardo: Ella te aceptará - Michael miró a su tío, rogando que tuviera razón - solo es cuestión de esperar.

- Michael: Eso espero - dijo suspirando - ya me veo pasando la vida soltero como Enrique - Rieron.

- Ricardo: Eres como un hijo para mi Michael -lo miró-.

- Michael: Y tu como un padre - se abrazaron - Creo que debemos irnos, la señora Michelle estará desesperada.

- Ricardo: ¿Por qué?

- Michael: No hemos dado señales de vida desde la mañana - salían del despacho - mantenme informado de lo que investigues por favor.

- Ricardo: No te preocupes. Si todo sale bien Octavio estará en la cárcel antes de fin de año.

- Michael: Ya veremos, por lo pronto quiero que aceptes ese puesto - dijo mientras llegaban abrazados a la sala, donde Luke y Alejandra conversaban animadamente - Creo que Ale no debería trabajar ya.

- Alejandra: ¿Y por qué debería dejar mi trabajo Mike? - dijo seria.

- Michael: Bueno, ¡porque mi hermanito saldrá algo histérico si no te tranquilizas!

- Luke: ¿Estás embarazada? - dijo anonadado. Alejandra sonrió y asintió, pasando su mano por su vientre - No perdéis el tiempo, ¿eh? - Dijo soplando. Michael le dio un golpe mientras abrazaba a Alejandra.

- Michael: Que poco tacto tienes Luke - dijo mientras Ricardo colorado, tosía, y Alejandra se reía.

- Luke: Perdón Ricardo, es que pensé que a tu edad... - murmuró sin notar a Michael que le abrió los ojos - mejor me callo.

¡Mejor! - dijeron los tres.

- Luke: Vámonos Mike, mi madre me gritará a los cuatro vientos porque no hemos llegado a cenar, y lo peor es que no le hemos avisado que tardaríamos tanto.

- Michael: ¡Nos vemos! - dijo dándole un beso a Alejandra - Si me aceptan en la academia, tendré que hacer las pruebas para medir mi temple y mi capacidad, así que vendré a comer por aquí.

- Alejandra: Te esperaremos cariño - dijo revolviendo su cabello. Salieron a la noche tibia. El verano era la estación que Michael amaba más. Con una sonrisa, empezó a caminar. Luke iba a su lado mirándolo raro.