Capítulo 2.

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La ayuda brindada por Ashley fue realmente buena para Rachel. Con nuevas ideas, se dedicó a hacer un plan para conquistar al chico de sus sueños. Esta vez no buscaría a alguien para darle celos. Eso no le funcionó nunca, porque a Michael literalmente no le importaba lo que hiciera la pequeña de los Hemmings. Sólo había sentido pánico por ella cuando la salvó del coche que casi la mataba, pero eso había sido porque era la hermana de su mejor amigo. Rachel estaba segura de que si hubiera tenido otro apellido, él ni siquiera la hubiera ido a ayudar.

Sentada en la biblioteca comenzó a hacer un plan para las clases. Lo primero que tenía que hacer era desarrollar en Michael el romanticismo. Y eso sería difícil, porque de lo único que Michael hablaba con pasión era del fútbol y mas nada.. suspiró, leyendo los libros que le había dado Ashley, la encontró Mike suspirando y al borde de las lágrimas.

- Michael: Epa Rach!! – dijo en un tono de voz tan alto que la sobresaltó. La bibliotecaria le hizo una seña con el dedo para que bajara la voz. Michael se sentó pidiendo disculpas, momento que Rachel aprovechó para secarse la cara.

- Rachel: Mike… – susurró- debes ser algo más discreto! – el sonrió –nos echarán de aquí.

- Michael: Lo siento – la miró a los ojos – ¿Estuviste llorando?

- Rachel: No… bueno en realidad es que me he emocionado… – él sonrió.

- Michael: Estabas viendo algún libro sobre historia del fútbol? – Ella viro los ojos.

- Rachel: Claro que no, tonto! – dijo seria – estoy tratando de hacer un plan de clases para ayudarte con tu problema – se acercó un poco más porque la bibliotecaria recorría el pasillo donde se encontraban.

- Michael: Ah si? – dijo él acercándose más. Rachel podía ver lo profundo de sus pupilas.- Y dime qué es lo que estás leyendo?

- Rachel: Poesía Pablo Cohelo – él hizo cara de asco – no le hagas esa cara, porque esta será tu tarea, durante los primeros días.

- Michael: De qué me estás hablando Rach? – subió el tono ve voz.

- Niño! – dijo la bibliotecaria – si no bajas la voz, te echo!

- Michael: Disculpe usted señora… – la miró - De qué estas hablando? Yo no leí poesía antes, no lo haré ahora!

- Rachel: Basta! Por eso eres tan tonto e insensible y poco romántico!

- Michael: Si? qué te hace pensar en eso?

- Rachel: A ver Mikey… dime algo bonito – él la miró – Eres capaz de decirme algo halagador?

- Michael: hey! No me llames asi… y por supuesto que puedo! – estaban muy cerca. Ella le hizo un gesto con los ojos que confundió a Michael. Nunca ella había hecho eso.

- Rachel: Estoy esperando Mike… – dijo en una voz algo coqueta, y le sonrió.

- Michael: Bueno… - respiro – tienes una bonita… manera de correr para jugar a fútbol– ella le pegó con el libro.

- Rachel: Te diste cuenta que eres de lo peor? – él la miró.

- Michael: Es un bonito halago! – dijo ofendido.

- Rachel: Pero yo me refería a un halago de mi persona! – shhhh, se oyó a lo lejos – cómo quieres conquistar a una chica si le ponderas el tema del fútbol?

- Michael: bueno tú me dijiste…

- Rachel: ¿Es que yo no te parezco atractiva? No tengo bonitos ojos, bonita sonrisa, un buen trasero!

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora