Capítulo 51.

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- Rachel: ¿Yo? – dijo con cara de ilusión – ¿Mike está loco por mi?

- Luke: Claro, pero tendrá que vérselas conmigo si no te cumple después de… tu sabes qué… – ella sonrió.

- Rachel: No – dijo tranquila.

- Luke: ¿No? – preguntó sin entender.

- Rachel: No – dijo ella cogiendo otra taza de chocolate y sirviéndose un poco. Se quedó callada un instante, pensando, Luke no sabía qué. Su mirada perdida entre el tazón y la chimenea, sonriendo, esa mirada a Luke no le gustaba para nadañ Era la misma mirada de los gemelos (sus hermanos) cuando se les ocurría algo realmente diabólico - y entonces mataríamos dos pájaros de un tiro, si, ¿por qué no? – dijo en voz baja.

- Luke: ¿Qué piensas? – ella lo miró-.

- Rachel: Gracias por haber estado tranquilo, ¡te quiero Luke! – lo abrazó y le dio un beso.

- Luke: ¿Tranquilo por qué?

- Rachel: Pues, ¡porque tuve relaciones con Mike!

- Luke: ¿Relaciones? – la miró y sus orejas se pusieron rojas de repente – ¿más de una vez? – sus puños se tensaron.

- Rachel: Si – dijo ella tranquila – y planeo que sean más - concluyó la frase con una sonrisa traviesa.

- Luke: ¡Rachel! – dijo levantándose hecho una furia.

- Rachel: Pero tranquilo, siempre hablando en el plano legal – sonrió y abrazó nuevamente a su hermano – Gracias por comprenderme y gracias por decirme que él me quiere, gracias por ser ese hermano tan comprensivo.

- Luke: Pero no te agarres de ahí para ir de coqueta por toda la universidad – dijo medio regañándola – tienes que dejar alto el orgullo Hemmings.

- Rachel: Está bien - sonrió – Sabes, pensé que esta charla sería de otra cosa.

- Luke: ¿De qué si se puede saber? - dijo él cogiendo un dulce y tragándolo de golpe.

- Rachel: Bueno - lo miró – Pensé que Ashley y tu habíais metido la pata y que necesitabas ayuda para contárselo a mamá – Luke escupió de golpe el chocolate que había bebido en ese momento.

- Luke: ¿Qué?

- Rachel: Vamos, pero luego me dije, Ashley no sería tan tonta para dejar eso en tus manos - él se puso rojo-.

- Luke: Rachel, ¿qué vas a hacer? – Intentó salir de ese tema – Digo, ¿que piensas hacer con la información que estúpidamente te he facilitado de Mike?

- Rachel: Nada, dejaré que las cosas sigan su curso normal aunque, tengo una leve idea de cómo hacer que ese idiota me pague todas y cada una de las veces en las que me hizo sufrir – lo miró.

- Luke: No me gusta nada esa mirada Rachel – tragó saliva – me recuerdas a…

- Rachel: ¡A nada! – dijo inocientemente – voy a hacer pagar a Mike y tu – lo señaló con el dedo– me ayudarás a cumplir mi plan, claro, también está Ashley - sonrió – que dices, ¿me ayudarás?

- Luke: Bueno - la miró resignado – ¿para qué están los hermanos? Sólo te pido, que aunque se merezca que le hagan de todo por haberse atrevido a tocarte, no seas tan dura con él – ella sonrió malignamente.

- Rachel: Estate tranquilo Luke – Dijo cogiendolo del brazo y saliendo de la sala – ese estúpido, nunca sabrá qué lo golpeó.

Rachel se levantó al día siguiente con más ánimos que nunca. Su rostro pálido de los días anteriores, le había dado lugar a una sonrosada piel, producto de la ilusión y la alegría de saber que ese idiota, al que adoraba le correspondía. Pero en sus pensamientos sabía que todo no se daría así porque si, ni tan fácilmente. Conocía perfectamente a Michael, un lerdo sin remedio y sabía muy bien, que debía esperar que la fruta madurara, es decir que él solito se diera cuenta que estar con esa horrorosa y descerebrada de Lisa, era una de las peores decisiones que había tomado. Sonrió. **Pero si tengo que darle un pequeño empujoncito…** Lo tenía todo planeado. Luke estaba de su lado y por consiguiente Ashley. Debía seguir sin hablarle, debía sufrir en silencio por no compartir los días a su lado, pero no importaba. Todo ese sacrificio valía la pena por tenerlo para ella por el resto de su vida. ¿Y cuáles eran los sacrificios que tenia que hacer? "Un plan simple pero soberbio", repetía a su amiga del alma Ashley. Desayunar lo mas lejos posible y tratando de no mirarlo. Cada vez que entraba a una sala en donde ella se encontraba, salir como si hubiera visto al mismísimo diablo. Suspiraba, ¡si que era sacrificio! Y más si no podía mirarlo. Pero no importaba. El fin justifica los medios. **Y Mike ya verá qué medios son los que utilizo para tenerlo justo a mi lado.**

Aprendiendo a ser romántico (Michael Clifford y tú) *adaptación*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora