CAPÍTULO 15° PARTE 1/3

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--Mantener la observación sobre un elemento no cambia los resultados--

<<Capítulo de tres partes dedicado a MNatalia06 como una compensación. Lee al final por favor.>>

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Después de la llamada de su hijo, Doña Catalina quedó muy inquieta, por ello estaba en la oficina de su hija para poder hacer sus lecturas en paz.

Julieta la miraba de vez en cuando mientras seguía trabajando en su computadora.

Doña Catalina habló.

-Me preocupa que las cosas no salgan bien para mi tornadito. -Dijo Doña Catalina mientras hechaba las cartas frente a la mesa de Julieta.

Julieta miró a su madre y suspiro.

-Mamá, por el amor del cielo. -Exclamó Julieta dejando de lado su trabajo -Dejame trabajar y tu vuelve a tu trabajo en vez de estar hechando cartas aquí. -Dijo y Doña Catalina negó terca.

-¡Hay, Juli! -Exclamó ella. -Estoy viendo la suerte de mi niño y su hijo. -Dijo ella volviendo a poner sus cartas en la mesa.

Julieta suponía que la actitud de su madre ya la debería de haber tenido acostumbrada, sin embargo cada que se ponía pesada con sus cartas Julieta llegaba en un punto que repetía sus ejercicios de relajación mentalmente.

-Ay, mamá. -Dijo dandole un leve masaje a sus sienes. -Tu y tus cartas. -Musitó tratando de no prestarle atención.

Entonces Doña Catalina exclamó.

-¡Ay, no! -Dijo ella haciendo que Julieta la mirara.

-¿Qué? ¿Qué... le pasará algo malo a mi hermano? -Preguntó Julieta preocupada, no creía en las cartas de su madre, pero con el tiempo aprendió que las predicciones de las cartas no eran un juego.

-No, para nada. Pero se acerca algo para él o para... -Ella calló y observó más la carta.

-¿Nosotros? -Dijo Julieta y Doña Catalina parecía en un dilema y negó.

-Algo asi. -Dijo no muy segura de lo que descifraba. -Ay, Dios. Extraño tanto a mis niños juntos. -Exclamó ella muy triste. -Es más fácil saber de ustedes si todos están juntos.

Julieta suspiro y colocó la mano sobre el de su madre.

-Mamá, no empieces. -Dijo ella y Doña Catalina soltó un suspiro. -Bruno no pude estar con nosotros, el se la vive para su trabajo. Agradezcamos que sentó cabeza y se decidió por una carrera. -Dijo Julieta, que aunque no lo había vuelto a ver desde hace años, se sentía tranquila que estuviera dedicándose a algo que le gustaba.

-Si, ¿pero pediatría? Yo que juraba que terminaría tocando música y que sería un... ¿como se llamaba?

-Dj, má. -Dijo Julieta mientras trabaja, esperando a que a su madre se le antojara dejarla trabajar en paz.

-Eso. Pero eso no quiere decir que no pida por él, al contrario; a cada rato pido por él a los atros. -Dijo recogiendo sus cartas, aunque algo llamó su atención, miró por todos lados, en el suelo y levantó hojas y carpetas. -¡Ay no!

-¿Ahora que? -Preguntó Julieta viendo sus documentos e ignorando a medias a su mamá.

-Nada, me hace falta una carta. -Dijo preocupada. -Ay, Juli esto es malo.

-Ay, por favor mamá, que tan malo puede ser que te falte una carta. -Dijo Julieta dandole poca importancia al asunto.

Doña Catalina no estaba de acuerdo con lo dicho por su hija.

Cuando habla el Corazón (Aristemo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora