CAPÍTULO 11° PARTE 3/3

1K 68 8
                                    

--Eso que pasa que todos dicen cuando suspiras--

(3/3)



Amapola había servido la cena para los que estaban en la casa.

En total solo era ella, su hijo Arquímedes, sus esposo y Doña Imelda.

El silencio abundaba en el lugar, el comedor era un espacio acostumbrado de ruidosas conversaciones en la familia, pero esta vez solo eran pocas personas, y el hecho de que los adultos parecían muy tensos no ayudaba en nada.
Amapola fue la que decidió romper con el silencio.

-Y... ¿por que todos callados? Esta bien que no estén todos en casa, pero, de algo podemos platicar para entretenernos. -Dijo Amapola. -Cuantame espocito, hay algo que mo has dicho y que quieras decirnos, o decirme?

-Eh... Polita yo... no... -Audifaz miro a su madre, está le dio una mirada de advertencia de no caer en la de desesperación. Por lo que se recompuso de inmediato. -No tengo nada que decir.

-Que mal. T usted mamá suegra?

-No, Amapola. No tengo nada que decir. -Dijo seguro y sin titubeós.

-Bien. Lo diré yo entonces. -Dijo ella logrando inquietar a Doña Imelda y Audifaz.



Linda dejo la copa de vino de lado, Axel aún no le contestaba la pregunta, o quizás no lo había oído. Sin embargo sabía muy bien que si la había escuchado.

-Dime Axel... ¿éstas celoso? -Volvio a preguntar y Axel se removió incómodo en su asiento. En la vida los secretos más peligrosos no son lo que guardas, si no los que ignoras; los que uno mismo ignora, de los que tu mismo desconoces, y Axel entraba en la categoría de despistado por elección por la sencilla razón de que entró en guardia de inmediato por las palabras de Linda. Lo que delata su conocimiento- involuntario- sobre si mismo.

-Pero que locuras dices Linda Herminia. -Dijo desviando los ojos hacia otro lado, por alguna razón no podía verle la cara a su pareja. -¿Por que abría de estar celoso? ¿Y de quien? -Se rió nervioso y tomó la copa de vino seco que tenía enfrente, bebió un trago del líquido sintiéndose acorralado.

-Eso quiero saber. -Dijo ella volviendo su atención a su plato, le clavó el tenedor a su comida. -¿Algún problema con ello?

-¿Sabes que Linda? -Habló. -Esto no suena bien. Es como si me dijeras que estoy celoso de Sebastian por que tenga una pareja. Suena enfermizo, como si me gustara mi propio hermano. -Dijo negando. La sola idea de que su propia pareja pensando asi de el le divertía e indignaba por partes iguales.

-No me refería a que estés celoso de Temo de una forma romántica, Axel no inventes. -Dijo Linda y Axel bebió de su vaso el vino que ahí reposaba y casi se la termina, claro que Linda no había pensado asi de él. Pero el subconsciente le había jugado encontra y ahora, justo cuando ella aclaró, se sintió avergonzado por sus propias indagaciones. -Yo me refería a que estas celoso como un hermano de la atención que éste le podría dar a otro, y era tierno hasta que lo arruinaste con tus deducciones inmorales como diría mi abuela. -Dijo soltando una risa, y entonces Axel se relajó y también se rió.

-Ay, Herminia. Un día me vas a sacar el alma de un susto. -Dijo suspirando. -Y a todo esto, donde crees que estén Temo y la familia.

-Lejos... creo, no los veo. Quizás en la planta baja. -Dijo Linda, dejando de lado la confusión ella siguió hablando sobre otros temas. Axel fingió prestarle atención, pero el realidad la conversación solo ocasionó que su mente se clavara en el tema de los celos y el interés.
¿En realidad estaba interesado en Cuauhtémoc y por ello sus celos como habia dicho ella?

Cuando habla el Corazón (Aristemo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora