La Hermana Mayor De Ciel (Sebastian Michaels y tu) Libro 1

capitulo 22

Ciel

Sebastian y yo estábamos con Raúl, debíamos buscar a uno de los traficantes de drogas y ahora veo porque Ash no quería que _____ viniera.

Estábamos en casa esperando a que llegara a nosotros el que asesino a Stanley, ya que le dije a Raúl que exparsiera el rumor de que yo tengo un documento que obtuve de su cuerpo.

_____ no estaba al parecer se había ido con Ash y eso me tranquilizaba un poco. Él saber que ella estaba en buenas manos.

Sebastian me estaba sirviendo el Té mientras comía algo de postre.

-Una mujer de blanco. Sebastian ¿Crees que esa mujer esté involucrada en este incidente?

-Ahora parece un cachorro extraviado. Yo soy simplemente su pieza, ¿Acaso no es gracioso que el jugador le pregunté a su pieza?

-Todavía sigo aquí, eso quiere decir que mi deseo no ha sido cumplido.

-Si, así es

-y todavía soy el guardián siguiendo sus órdenes, como descendiente de la casa Phantomhive. De la misma manera, al igual que mis ancestros. Así es, de la misma manera. Nada ha cambiado, a pesar de eso...

Escuchamos que grito alguien fuera de la habitación Sebastian y yo salimos de la habitación para ver a Mey-Rin bajo Pluto, Bardroy queriendo quitarlo y Finnian solo llamándole desesperado.

-¡Detente! ¡Plu-plu!

-¡Te dije que la sueltes!

-¡Sebastian, encárgate de ese perro tonto!

-entendido. Pluto ve a casa

Pluto miró a Sebastian lo miro y este se fue corriendo.

-¿Qué es lo que le pasará?

-¿Estaba en celo?

-celo...-dijo ella levantándose del suelo

-Al parecer, tenía bastante interés en el bolsillo de Mey-Rin.

-¿En mi bolsillo? .-metio las manos al bolsillo y saco unos dulces

-pero si son dulces de la compañía Phantom.

-me los regalaron, ahora son muy populares en Londres y al parecer se están agotando en todas partes.

-y cuando dijimos que no los conocíamos, nos los regalos una amable señorita. Es increíble. Incluso es popular entre los adultos. Dicen que te hace sentir muy bien.

-Dicen que si pruebas uno ya no los vas a poder dejar

-A ver, a ver-dijo Bardroy

-¡Esperen!-apareció Tanaka-san y tomó uno de los dulces.-Ciel-sama, estos dulces no fueron fabricados por nuestra compañía.