capitulo 37

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Iba corriendo por el jardín, estaba totalmente empapada por la lluvia, aparte mi herida no la sentía así que me facilitó el correr así.

Corrí hasta llegar al gran portón que era de la casa, cuando iba llegando los trillizos mayordomo se pusieron enfrente de mi.

Diablos ya se habían dado cuenta de todo...

Quitensé, no quiero lástimarlos!

Ellos no dijeron nada simplemente me negaron pasar, yo buscaba algo con que defenderme pero no había nada.

Miré a mí alrededor y corrí a un lado, si salía iba a salir incluso escalando. Los trillizos me siguieron, yo corrí encontrando una silla en la cual me subí para trepar el muro después me aventé del otro lado para correr por el bosque. Aquí me ocultaría de ellos.

Cuando iba corriendo volví a sentir la sangre caer por mi costado, la maldita herida probablemente se estaba abriendo más ¿Ahora que haría? Si seguía probablemente me desmayaría por perder sangre pero si regresaba no iba a poder volver a ver a Ciel de nuevo.

-lo lamento...pero aunque este casi muerta siempre querré ver bien a Ciel. Porque para mí él siempre está primero que todo.

Continúe corriendo y llegué al camino en el que pasaban las carrozas que llevaban a la mansión Trancy.

Este camino me llevaría a la ciudad o eso esperaba....miré hacia atrás y venían eso trillizos con armas.

-diablos ¿Qué planean?

Buscaba donde esconderme pero ellos me encontrarían, aunque solo haya pasado unos minutos o horas quería ver a Ciel. Quería saber cómo se encontraba, después de saber esto no estoy segura de confiar en un demonio de nuevo.

Me detuve ya que vomité sangre y sabía que mi muerte probablemente estaba cerca.

-Undertaker....

Fue lo único que dije antes de caer al suelo de rodillas y que mi vista se comenzará a ver borrosa. Los trillizos llegaron pero veían a alguien que estaba delante de mí en esta ocasión, levanté la mirada y ví a Undertaker.

-¿Undertaker...?

-hasta que por fin me llamas a tiempo.-sonrió y yo sonreí.-ahora ustedes tres alejensé o los mataré.

Ví que Undertaker traía una guardaña por lo que lo miré sorprendida. Porque era realmente linda, sus colores eran muy llamativos.

Miré a los trillizos y ellos estaban dispuestos a pelear, pero entonces él movió su guardaña tomándome por sorpresa porque se veía pesada pero él la manejaba con facilidad.

Los trillizos esquivaron el ataque y después huyeron. Undertaker se agachó.

-¿Qué te pasó?

La Hermana Mayor De Ciel (Sebastian Michaels y tu) Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora