La Hermana Mayor De Ciel (Sebastian Michaels y tu) Libro 1

capitulo 30

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Íbamos hacia la casa de Alois Trancy, los chicos también venían puesto que eran de disfraces ellos también podrían asistir.

Veía a Ciel y de alguna manera me ponía nerviosa de volver ahí, si algo le pasaba a Ciel no me lo perdonaría. Tenía que cuidarlo bien, sobretodo de Alois Trancy.

Llegamos a la mansión Trancy, los tres bajamos mientras que los chicos fueron por la puerta de servicio.

Sebastian iba a tocar la puerta cuando está fue abierta por Claude, lo cual me le quede viendo pues estando aquí podría recuperar mi alma...bueno la parte de mi alma que me había robado.

Claude se presentó con nosotros y después nos dejó pasar.

Íbamos a entrar en la casa pero Sebastian se detuvo por lo que nos detuvimos Ciel y yo para ver qué ocurría.

-una telaraña

-esa las dejamos porque representan a la familia Trancy, por eso no las matamos

-¡Wow!-dije sorprendida y todos me miraron.-¿Qué? Solo me sorprendió, lo siento.

-como sea continuemos.

Iba atrás de Ciel y este se quedó tranquilo, comenzó a respirar rápido y se hizo para atrás chocando conmigo, lo tome de los hombros y me abrazó el brazo. Miré a Sebastian y él a mí.

-¿Estás bien, Ciel? ¿Sucede algo?-pregunté preocupada.

-si, estoy bien...-me aventó la mano por lo que lo miré dolida. Odiaba que fuera así.-¿Es un problema que me acompañe mi Mayordomo?

-como desee.

-vamos.

-si.

-perdone pero, por desgracia, mi señor se encuentra ausente por sus negocios, sin embargo volverá justo a tiempo para el baile.

-entiendo

-He preparado algo de té en el salón. El resto de invitados ya están allí.

-¿El resto?-dije mirándolo con una sonrisa

Fuimos guiados por Claude y Sebastian abrió la puerta, Ciel entró primero.

Escuché la voz de Lizzie, estaba regañando a Ciel por no decirle Lizzie. Él miraba a todos los chicos yo entré y ví a Lau junto con Ran-Mao Por lo que me emocioné. Ellos dos les he tenido mucho cariño pues los conocí desde que pequeña, Madame Red me los presentó en alguna de las fiestas que ella hacía en su casa.

-¡Lau! ¡Ran-Mao!-grité para después ir con ellos

-____.-sonrió Lau.-¿Cómo has estado?

-bien, y ustedes?

-bien, gracias.-sonrió