6.

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-Izzy, ¿es eso completamente necesario?

-Ya sabes que a los demonios les encantan las rubias. -Izzy aparte de tener miles de talentos era completamente hermosa y sexy, su envidiable cuerpo la hacía ser la distracción perfecta y ella le encantaba serlo, no por el hecho de llamar la atención, si no porque sabía que lo hacía excelente y que eso le ayudaba ser una mejor Cazadora.

-Lo sé, pero aquella peluca es blanca. -Su testarudo hermano Alec por lo contrario odiaba ser distracción y cada vez que podía lo evitaba. -Aún así no puedo evitar decir que te ves genial hermana.

-Gracias, además, es platinado.

Ambos bajan las escaleras que da hacía el corredor principal y se acercan a los demás chicos. Anny ya era rubia natural y aquello le daba un poco de celos a Alec, aunque él claramente lo describía como un sentimiento de rabia y molestia, sin entender qué pasaba por su cabeza, sólo le molestaba bastante que su chica fuese ya de por si rubia natural, siempre había llamado la atención de los demonios y de muchas personas más.

-Estamos listos. -Menciona Jace, quien felicita a Izzy por su conjunto y una pizca de curiosidad se asoma en él al ver a Anny tan cubierta, ella solía ser algo parecida a Izzy al vestirse para distraer. Ambas solían ser muy seguras de sí mismas y de sus cuerpos, pero lo dejo estar. Decidió no decir nada y todos se dirigieron a las afueras del Instituto.

-Lo único que sabemos por ahora es que es un demonio cambiante y tiene el cuerpo de un chico no más de veinticinco años, moreno, cabello castaño y algo largo. -Para no seguir con las indicaciones físicas que el demonio había tomado, muestra la foto a todos. -Hay que estar completamente atentos, ya saben cómo trabajan estos demonios, si encuentran oportunidad de cambiar de cuerpo lo hacen.

Anny ya lo había encontrado entre la multitud, lo siguió con la mirada sin perderlo de vista, indicándole a Alec que se posicione en un negocio. Anny tenía una gran especialidad con los demonios, solía predecir sus movimientos, era como si ella hubiese sido parte de ellos alguna vez, ya que, ella los conocía muy bien. Según sus palabras, era cosa de estudiar sus movimientosy la lectura sobre ellos, todos realizaban las mismas acciones que el anterior o actuaban con un patrón similar.

Y así fue cuando el chico de veinticinco años pasa a ser un señor de cuarenta y más que observaba curioso, como si supiese que lo vigilaran. Alec lo siguió por detrás, el demonio seguía cambiando de forma, pero los chicos no le habían perdido de vista, terminó entrando al Club Pandemonium, un juego de vida y palabras baratos según Anny, entraron de manera separada persiguiendo a la ahora mujer cercana a los treinta sumamente sexy y morena, quien se adentraba mas y más entre la multitud.

Sólo Izzy fue la que se percató del retraso de Jace, gritándole y observando de lejos la situación, aquel chico rubio hablaba con una chica y jamás había visto la desconcentración en su hermano. Un leve brillo se hacía presente en sus ojos, pero lo dejo pasar al percatarse como Alec y Anny ya tomaban posición en uno de los sectores VIP del Club, Anny e Izzy se hicieron presentes empezando su distracción, bailando sensualmente al ritmo de la música, queriendo conquistar a los demonios y básicamente, distraerlos, mientras Jace interrogaba a la mujer la cual no podría defenderse ya que a sus compañeros les tomaría tiempo salir del encanto de las chicas, a su vez, Alec se ocultaba esperando el momento indicado.

Nadie iba a predecir que serios problemas, incluso más grandes de los que podían controlar se iban a avecinar. La chica pelirroja que había distraído a Jace había mandado al carajo la misión advirtiéndole al demonio que tuviera cuidado, Jace había activado su espada serafín para amenazar al demonio y lograr llegar a la persona que en verdad necesitaban, pero aquella pelirroja fue lo suficientemente estúpida, alarmando a las demás personas quienes también eran demonios rapiñadores. Izzy y Anny se pusieron en acción de ataque una vez éstos salieran de su fase calmada y se vieran sedientos de matar a alguien.

Aquella chica no podía creer lo que estaba viendo, a Jace se la había caído su espada serafín, de verdad estaba distraído a causa de la pelirroja. 

Esa chica había tomado la espada activándola, su mente estaba en un estado de shock, en un trance del cual no podía salir y Jace al verla no podía creer que ella fuese una Cazadora de Sombras no marcada, le pide ayuda a Alec para derribar al demonio que lo aprisionaba y su Parabatai no duda en lanzar su espada mientras batallaba con sus propias manos con los demás, Anny se había librado de varios demonios y al ver a Alec se encontró con la sorpresa de que había un demonio más queriendo atacar por sorpresa, activando su runa de habilidad, llegó con rapidez a él de un salto, lanzándose a la vez ante el demonio al cual Alec le daba la espalda, ninguno de los dos se había percatado en cambio que habían demonios Shax ocultos, dos de ellos saltaron a las espaldas de Anny y Alec, tomándolos completamente sorprendidos, Alec grita a su Parabatai y éste le devuelve su espada, batallando a la perfección contra él, logrando que éste vuelva al mismo infierno y ayudando a su Parabatai a detener al último demonio cambiante, ambos con sus habilidades de Parabatai, compartiendo la misma fuerza lo destruyen en cosa de segundos y no es hasta el grito desgarrador de Azzanya que Alec recuerda que eran dos demonios Shax y solo destruyó a uno. 

Con la mirada aterrorizada de querer saber la verdad busca a Anny y le grita que le hable, la encuentra en el suelo con una picada de aquel espécimen, observa como ella se saca la punta de su costado izquierdo y no logra ponerse de pie.

- Oh Dios, Anny. -Logra mencionar Izzy después de destruir al demonio e inmediatamente se agacha a revisar la herida de su amiga. -Llegó muy profundo. ¡Hay que llevarla al Instituto, tiene veneno en su cuerpo!

Alec la toma en brazos, disculpándose instantáneamente después de los quejidos de la rubia. Se siente al culpable al pensar que no podía estar lista para salir a luchar, lo estaba, él se había equivocado al pensar así, ella era capaz de salir adelante, sólo fue una maldita desconcentración, en su mente sólo podía pensar en llegar a tiempo al Instituto. Anny tenía que vivir.

-Vamos, aguanta. -La rubia no pudo emitir más que un quejido, el ardor dentro de su cuerpo era incomparable, muy parecido a las inyecciones, y teme que tenga más veneno de demonio corriendo por sus venas, el ardor si se comparaba con aquellas inyecciones, ¿la diferencia? Sentía como se esparcía con rapidez en cada célula de su ser, queriendo llegar con rapidez a su corazón para aniquilarla completamente. Las inyecciones que Valentine le dio sólo se quedaban en una sola parte de cuerpo.

-Ah. -Suelta una vez Alec la deja en una camilla, mientras se toma sus sangrientas manos y las lleva su cabeza, tomando su pelo de forma desesperada. El sólo hecho de perderla. No podía siquiera pensar en ello. Su hermana Izzy le toma de un brazo y lo saca de la habitación mientras los demás hacían su trabajo.

-Ella va a estar bien, es fuerte. -Trata de relajarse con las palabras de su hermana, pero él no las puede creer, necesita verla, quería ver si se encontraba bien.

Izzy decide posar su cabeza en el hombro de su hermano mayor, sabía que le preocupaba tanto como ella y también sabía de los sentimientos de ambos, Izzy jamás fue ciega, siempre lo supo y por eso le daba ese apoyo a su hermano, porque sabía cuanto le dolía pensar en perderla.

Ambos se levantan de inmediato al ver a Catarina salir de la habitación, una renombrada bruja que vivía una vida de enferma en el lado mundano.

-Llegaron a tiempo chicos. Azzanya está alerta y consciente, logramos detener y drenar el veneno de su cuerpo, está algo débil, necesitará una runa y un poco de descanso, por al menos un día.

-Gracias Catarina. -Mencionan los hermanos al mismo tiempo y entran a verla. Anny dormía plácidamente sobre la cama de la enfermería, sus ojos cerrados la hacían ver que descansaba y no sentía dolor, su suave piel se veía algo brillante y cálida, lo que la hacía verse profundamente cómoda. Alec e Izzy se relajaron de inmediato y la dejaron descansar.

-Iré a ducharme y luego vendré. Harás lo mismo hermano mayor. -Ordenó Izzy a su hermano antes de la salir de la habitación. Alec se acerco al cuerpo de la chica, tomó su mano y sintió el calor de ellas, Anny estaba bien.

Depositó un beso en su frente y se dirigió a su habitación con menos preocupación que antes.



Heavell ~Alec LightwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora