Heavell ~Alec Lightwood

7.

- ¿Soy el único que piensa que esto no es normal? -Alec pregunta en voz alta, captando la atención de todos en aquella habitación. La pelirroja, ahora con nombre Clary era quien había irrumpido en la misión y Jace había llegado con ella de la misma forma que Alec arribó con Anny al Instituto, claramente que, con menos desesperación, pues Clary aún era una desconocida a los ojos de todos.

-Todo te parece fuera de lo común Alec. -Respondió de manera hosca su Parabatai, Anny toma el brazo de Alec tratando de calmarlo al visualizar un poco de rabia en sus ojos y darle su apoyo, pues a ella también se le hacía demasiado extraña la situación.

-No eres el único que piensa así. -Le menciona sólo a él y éste sonríe de lado sin dejar de observarla. Ambos salen de su burbuja cuando Alec decide seguir la Ley y las normas de los Cazadores de Sombras.

-Debo reportarlo con la Clave. -Esta vez Jace se desespera un poco, puesto que no deseaba aquello y le pide que se relaje.

A Jace le molestaba cuando la Clave se hacía presente, todo se volvía incomodo, monótono y más reservado cuando hacía presencia ante situaciones así, lo cual era bastante constante y tenía un presentimiento interno que le indicaba que aquello aún no podía ser reportado.

-Mira, dame un minuto. -El silencio comenzó a llenar el espacioso lugar, Jace se levanta y se sitúa frente a Alexander, sin perder la vista de sus ojos. -Algo que no suelo decir, ¿Por favor? -Sus ojos no dejan de rogarle y Alec decide no hacerle caso.

- ¿Cuál es tu problema? -Se cuestiona más para él que para Jace, nunca lo había visto así de atento. Izzy decide tomar riendas en el asunto y le solicita a su hermano que lo acompañe, sacándolo de aquella habitación. Anny de manera discreta suelta la mano de Alec y se dirige a Jace.

-Ten cuidado si, es tu Parabatai con quien tendrás conflictos. -Le deposita un beso en su cabeza, como la costumbre que solían tener y termina por acompañar a su familia adoptiva, de algún modo siempre a considerado a los Lightwood como su familia, anhelando en parte que si lo fuesen. Aun así, su mente se encontraba en silencio y la abrumaba a más no poder.

Una vez Anny alcanza a los hermanos, éstos se habían detenido a discutir a mitad de pasillo.

-Quizás me molesta el hecho de que ella haya arruinado la misión, Nuestro único trabajo era saber quien compraba sangre, además. Por culpa de ella, Azzanya salió muy lastimada y en definitiva eso es lo que me enfurece más, no el hecho de que le esté prestando atención a una insignificante mundana.

Alec le dirige una última mirada a su hermana quien ahora mantenía su cabeza cabizbaja, mira hacía un lado de ella y atrás ve a Anny quien la observaba con algo de dolor. No le agradó el modo en el que dijo su nombre en aquella respuesta, la hizo sentir pequeña.

-Está bien Izz, sé que te emocionan las nuevas personas, mas si incluyen una historia de amor a desarrollar. -Anny la abrazó, rodeándola con su cuerpo, mientras veía como Alec se alejaba sin mirar atrás.

-Detesto que me conozcas tan bien, y detesto que seas tan alta. -Le indica la morena alejándose algo brusca de ella, haciendo reír a ambas, así se encaminan a sus habitaciones. Pero a pesar de lo ocurrido, Izzy se percataba del silencio de la rubia y no supo deducir que ocurría en su mente. No había manera de saber el peso con el cual cargaba su amiga, Anny sabía que en el momento en que Alec reportara el informe sobre la misión, la Clave dudaría aún más de sus capacidades y temía que esta vez ellos no tuviesen la piedad que tuvieron con anterioridad.

Ella no se encontraba sola en aquella situación, Alec estaba igual de abrumado, su mente no hablaba, con suerte podía oír algo que no fuese el viento correr, le asustaba la idea de que se la llevaran, que pensaran que no era lo suficientemente buena.