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Ambos tenían un plan, mientras Alec se quedaba sufriendo mentalmente todo el asunto que estaba viviendo, Anny se dirigía a paso apresurado al departamento de Magnus Bane, no quería volver a hacer uso de su magia después de todo lo que había sucedido, había dañado a Alec sin haber medido la intensidad con la cual le tiraría aquella bola de energía y, ahora que sabía que su magia era más poderosa que cualquier ser...

Tenía miedo de sí misma y lo que pueda provocar.

Antes de abandonar el Instituto se había enterado por voces de otras personas quienes serían Cazadores chismosos...

Ellos hablaban sobre como el gran Alexander Lightwood había traicionado a su Parabatai, diciendo la verdad sobre Clarissa Morgenstern quien tenía escondida la Copa y él, específicamente él no le había dicho a nadie. Cuando los tomaron presos a ambos, Alec pidió hablar con Lydia donde le contó toda la verdad, fue esa la razón por la cual un demonio se había colado a una dimensión tranquila, había usado la runa Parabatai de Alec para rastrear a Jace y que éste pudiera entregar La Copa, aún así habían llegado tarde, Jace había cruzado a aquella dimensión y Meliorn ya se había dado de fuga, después de ello decidieron liberarlo por la valentía que tiene y el amor por su hermana que lo hizo hablar para no verla en peligro.

Lo entendía completamente.

El chico estaba haciendo todo lo posible por ayudar a su hermana y sabía que nada sería útil. Ella misma ha presenciado los juicios de la Clave y cualquier persona que quiera una alianza extrema con los subterráneos podría salir perdiendo. Izzy perdería sus runas y sería exiliada del Mundo de las Sombras y su historial de misiones le precede, nunca pasó desapercibida y los demonios irían tras ella cuando vean y sientan que ya no es una Cazadora. Izzy corría un peligro gigante, pero Anny sabía lo que debía hacer y Magnus sería la persona más capacitada para que realice la defensa de Isabelle Lightwood. Él lograría sacarla de la injusta acusación.

-Mi querida y amada Cazadora favorita... Dime que no es una petición lo que te trae a mis aposentos. -Anny mira a Magnus quien claramente ya sabía a que venía ella, Magnus la amaba desde el primer momento que supo que tenía vida, dentro del vientre de su hermana, y la amó aún más al verla con vida y respirando tranquilidad.

Le dolía saber que sufría por un amor poco correspondido y, le dolía aún más ver cómo ella no le pedía ayuda o compañía. El brujo quiere estar para ella en todo momento y sentía que ella no le dejaba. El brujo la amaba y sentía que ella no sentía lo mismo.

-Si, vengo por una petición... Pero prometo venir más seguido después de esto... Sin nada a cambio. -Anny lo comprendía, podía sentir su tristeza emanar en su cuerpo cada vez la miraba y aunque le costase decirlo o más bien admitirlo, sentía cariño por aquel brujo, era como si lo conociese de toda su vida y claramente era de ese modo cuando podía ser capaz de visualizar la vida de su madre.

-No prometas en vano pequeña poderosa... ¿Cuéntame qué es lo que quieres y qué estás dispuesta a dar?

-Yo... -Se sorprende al escuchar las palabras de Magnus, él no daría abasto a su cariño, pero tampoco podía permitir darle el lujo a aquella chica de mimarla como pueda y aunque lo deseara, no correspondía para un gran brujo como él. -Isabelle te ha solicitado como abogado defensor y daría todo por que aceptes.

-Dos cosas. Una pregunta y quizás... Una petición.

-Dime.

- ¿Haces esto por Isabelle o por Alexander?

Anny cerró sus ojos con fuerzas al oír aquella pregunta, no deseaba responder, sabiendo la respuesta un segundo después de que el brujo la mencionara, siempre la había sabido, incluso antes de llegar al departamento de aquel y, no pensaba en decirlo en voz alta. El brujo la miraba con poca compasión, él quería escucharlo.

Heavell ~Alec LightwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora