27.

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- ¿Estás bien? -Anny gira su cuello para ver a la persona que había entrado en la enfermería, visualiza a Jace, su amigo rubio entrar y acercarse a ella.

-Si... Sólo necesitaba dormir un poco. -Responde mostrándole una sonrisa al final, entregándole confianza para que se acerque aún más, llevaban días y horas en donde ambos no podían estar en un mismo lugar sin mirarse con rabia o discutir por algo y de un cierto modo necesitaban estar tranquilos entre ellos.

-Entonces, ¿por qué sigues acá?

-Ah... -Anny le mira dudoso no sabiendo si decirle o no, a pesar de todo, ya no se sentía segura estando a solas y cerca de él. -Resulta que también necesitaba un poco de sangre. -Con su cabeza le indica el plasma de sangre que colgaba y se conectaba en su mano. -Fue una mordida grande.

Termina de decirle y ambos se quedan en silencio, Jace trata de recordar cuándo fue la última vez que se sintió incómodo al estar cerca de ella, no por el hecho de verla físicamente algo descubierta, era por el hecho de sentir desconfianza.

-Yo...

-No. -Jace trata de hablarle, pero la rubia no se lo permite, no quiere sentir una disculpa falsa de su parte, ella sabía que él no lo sentía. -No intentes disculparte cuando no lo sientes así... No después de todo lo que ha sucedido entre nosotros, quiero sinceridad Jace y si no vienes con ello en tus palabras, te pido que me dejes sola.

Jace la mira con algo de dolor al escuchar cada palabra, cortante y fría como alguna daga que lo traspasara, quiere enmendar las cosas, pero no sabe cómo, quiere realizarle preguntas, pero no sabe cuáles, quiere disculparse con ella, pero no sabe cuál fue su culpa.

Decide retirarse pasado unos cinco minutos en donde la chica no estaba dispuesta a mirarlo y él no encontraba palabras, Anny muy en el fondo sabía que le debía una explicación, pero no sabía dónde comenzar, cómo decirle aquel momento cuando perdió a su hermana, como explicarle que no fue su culpa, porque ella aún sentía que todo ello fue su culpa.

-Me torturó Jace, Valentine me torturó y por eso no pude defenderla, ayudarla. -La voz de la chica suena tan baja que podría haber pasado por inaudible, pero Jace alcanza a escuchar cada palabra, en su mente pasan los recuerdos cuando con Clary y Alec se acercaron a interrogar a Hodge, eso había sucedido hace un par de días y vuelve al momento en donde Alec le menciona a su entrenador que Valentine fue la persona que asesinó a Leah.

-Nunca dijiste nada. -Decide responder una vez acepta querer saber todo. Ambos se miran una vez más y esta vez ninguno de los dos estaría dispuesto a desviar la vista del otro.

-No podía... La Clave me lo prohibió y los recuerdos no dejaban de repetirse en mi mente... Aún se repiten.

-No dijiste... ¡Nada! -Jace alza su voz en la última palabra, siempre supo que Alec y Anny eran fieles seguidores a las reglas de la Clave y lo detestaba, porque o le ocultaban cosas o no le agradaba sus reglas.

- ¡No lo recordaba! -Le responde finalmente, quizás a Alec le habrá contado detalles de aquel momento, pero no le dijo toda la verdad. -Me obligaron a recordar todo, mi cuerpo seguía en estado de shock y ni siquiera me atendieron o activaron mi Iratze, me llevaron inmediatamente con los Hermanos Silenciosos y créeme que no fue agradable aquella visita.

Jace la mira sorprendido, pero en su mente se activan los momentos cuando se reencuentra con ella después del incidente, los hermanos Lightwood y él habían estado en Idris por una misión especial y no tenían ni la menor idea de que ella y su hermana habían sido secuestradas, nadie les comentó nada hasta una semana después cuando la encuentran en el Instituto de Nueva York, ella y otros Cazadores de Sombras que la escoltaban a la enfermería, en su mente se repasan las imágenes de Anny luciendo cansada, con ojeras enormes y múltiples heridas en su cuerpo, las lágrimas se hicieron constantes desde ese momento hasta varios días después. Recuerda que a la chica la había dormido para que su mente descansara y sus heridas sanaran como correspondía, no habían podido hablar con ella durante varios días y, cuando finalmente la dejaron salir del lugar, lucía ida...

Heavell ~Alec LightwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora