Heavell ~Alec Lightwood

49.

Jace perdía el razonamiento y estaba siendo afectado por una mezcla de sentimientos encontrados, tales como la frustración, culpabilidad, odio, fraternidad, tristeza, traición y más. Se podría incluí el frío incluso en aquella aterrada mente. No sabía como lidiar con todo ello en su cuerpo, mente y alma... Era demasiado para él y sobre todo para ser un Cazador de Sombras, que básicamente está acostumbrado a alejar todo tipo de sentimientos, apartarlos como si aquello fuese una solución a todos sus problemas cuando básicamente lo que hacia era acumular cada uno de ellos hasta tal punto de no tener la capacidad suficiente pera controlarlos, perdiéndose y encontrándose consumido por ellos.

Tenía un objetivo que estaba dispuesto y capacitado para cumplir, quería encontrar a Hodge y quería asesinarlo. A él, al séquito de Valentine Morgenstern, a cualquier personaje que haya sido capaz de formar parte de aquel grupo, todos eran traicioneros, todos eran peor persona que él y, lo solucionaría de ese modo, era la única forma.

Su forma.

Jace era un crío incapaz de controlar su mente y perdido en su propio mundo.

Cuatro Cazadores se encontraban reunidos en una sala donde Isabelle Lightwood trataba de encontrar las grabaciones del ataque que Lydia sufrió minutos antes, buscaba, verificaba, rebobinada, repetía, trataba de llegar al minuto exacto del día cuando alguien fue capaz de invadir la oficina y atacarla de ese modo.

Alec había ido en su búsqueda con la intención de despedirse y agradecerle por no contar nada sobre la situación de Anny, se sentía como en deuda con la rubia por todo lo que hizo y aceptó de él; la encontró tirada en el centro del lugar inconsciente y con heridas que lucían más grave de lo que en verdad era, restos de la que pudo haber sido una buena mesa estaban bajo su cuerpo y regados, su mano quieta hacía una dirección como intentando alcanzar algo... Preocupado llama a Anny para que la pueda ayudar, la platinada había llegado segundos después de que Alec le avisara y ambos se sorprende, Alec de su rapidez y Anny de ver lo que no quería que pasara.

Anny había decidido hacerse cargo de la rubia un poco más consciente una vez su runa Iratze fue activada, sentía que le debía muchas cosas por dejar en libertad a Alec, a pesar de que él haya sido quien quebrantó el casi matrimonio. Quería asegurarse de su salud porque sentía culpabilidad también, ese sentimiento de culpa que la ha perseguido toda su vida por ser hija de un traidor. Debía asegurarse que su padre no lograría su acto por lo que es ella quien le dice a Alec que fue su padre el que tomó la Copa, saliendo de una vez de la habitación con la rubia semi inconsciente aferrándose en su cuerpo.

Por lo que Alec corrió de inmediato juntando a su equipo en la sala donde podrían revisar las cámaras, era inevitable que Clary no estuviera ahí acompañándolos, era parte de ellos y la Copa que tanto le había costado conseguir había sido robada...

Por lo que ahí estaban. Pendientes de los movimientos de Izzy con las pantallas, buscando con exactitud la oficina principal, tratando de encontrar el minuto en el cual sucedió, sólo obteniendo de Alec, que quizás había sido hace un par de horas, todos vigilaban y cuando hallaron el momento, no creían lo que veían.

Se encuentran con ese momento del mismo día cuando Anny entra a la oficina a hablar con Lydia, todos se impactan un poco al ver que se despiden de un abrazo, no entienden que ha sucedido pero un par de ellos se hacen una idea y otros una errónea.

- ¿Por qué hay una esfera de protección rodeando a Lydia? -Se cuestiona Jace sabiendo la respuesta de manera inmediata, una observación que se hizo a sí mismo, fue capaz de pensar en que, si su padre había sido capaz de robar la Copa, su hija debió haberle ayudado.

-Ni siquiera pienses en ello. -Le dice Alec a su Parabatai con un deje de rabia en su tono de voz. Lo sintió, lo captó, supo lo que pensaba y sentía rabia de su hermano que poco a poco dejaba de conocer.