16.

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Un mensaje de fuego fue recibido por Magnus Bane, quien sentía plena curiosidad sobre su contenido, donde Jace Wayland y Clary Fairchild solicitaban una pequeña reunión para discutir sobre aquello que fue robado (y bien pagado) con anterioridad.

Magnus hubiera ignorado aquello completamente pero el pago que recibiría por juntarse con aquellos Cazadores de Sombras era uno muy preciso y peculiar. En definitiva, extrañaba esa joya que le había creado a su examante, tenía un valor muy particular para él, sentía que era una gran creación que necesitaba ser expuesta de algún modo y estar en sus manos.

Se miraba en un espejo el cual siempre portada, había sentido un poco de sudor correr cerca de su perfecto delineado de ojos y no podía lucir mal en una fiesta como aquella.

- ¡Magnus! -El Gran brujo de Brooklyn algo asustado al escuchar su nombre observa al chico quien lo llamaba, siendo este Jace Wayland el que se dirigía directamente a él, junto con una cabellera rizada y pelirroja que reconocería en cualquier lugar.

-Clarissa Fairchild. -Menciona con suma delicadeza, escaneando a aquella chica completamente. -Cabe destacar en la hermosa joven en la cual te estás convirtiendo. -Termina de decir después de observarla detalladamente.

Clary, quien no se siente complacida con aquel comentario, lo observa cautelosamente, Magnus Bane claramente era un gran amigo de la moda.

-Magnus Bane. -Habla después de su pequeño estudio físico hacía el brujo. -Tú eres quien robo mis recuerdos.

Esta vez es Magnus quien no se siente cómodo con ello, no lo hizo a base de un favor o porque quisiera, todo aquello fue a petición de Joselyn Fairchild, madre de aquella chica, y se lo deja bien claro en aquel momento, finalmente se siente algo agotado con aquella acusación, detesta ese tipo de acciones en las personas y más si éstas eran Cazadores de Sombras.

-Cazador, muéstrame la joya. -Dice a la vez que levantaba su mano en señal de solicitud. Jace quien no dejaba de lado su seriedad expresada facialmente, se niega a la petición del brujo, si algo sabía de ellos es que Bane podría engañarlo. Simplemente toma la cadena y la suelta posándola a la vista de Magnus, quien trata de arrebatársela.

-Ya lo hablamos, los recuerdos de Clary por la joya. -Anticipa Jace, logrando alejar aquel rubí de las manos del brujo, quien a través de una maliciosa sonrisa le pide la joya nuevamente.

-No creas ni por un segundo que haremos un intercambio si no confirmo la autenticidad de aquello. -Con su dedo índice apunta el rubí y a Jace no le queda otra opción que entregársela, sintiendo temor de no conseguir lo que deseaban.

- Amor verus numquam moritur -Su voz cambia a un tono profundamente suave al hablar en latín, suspira mientras se recuerda que el amor verdadero nunca muere, sintiendo como en verdad lo hizo. -Cómo extrañe esta joya. -Menciona en voz alta sonando algo emotivo. Los Cazadores no se quedan atrás al ver cómo Magnus se quedaba con el rubí.

-Entonces, es el momento de pagar. -Menciona Clary, quien desesperadamente quiere sus recuerdos para salir de aquella complicada situación que sobrellevaban todos. Necesitaba a su mamá de vuelta para que le explicara todo eso del Mundo de las Sombras, a su vez quería que estuviera a salvo, a su lado, protegiéndola del mismo modo en el cual ella lo hizo. No dejaba de preocuparle que su madre había sido secuestrada por Valentine Morgenstern, que él era su padre y que quería realizar terribles acciones que podría destrozar todo lo que estaba conociendo por un objeto que su propia madre ocultó. Demasiados sentimientos para una persona tan pequeña.

-Desearía poder, pero se los entregué a un demonio de memoria por seguridad. -Magnus jamás fue ingenuo, quizás en sus primeros años de vida lo fue, pero viviendo siglos de conocer gente y trucos, él los sabía todos. Su vida hubiera corrido demasiado peligro si él mantenía los recuerdos de la pelirroja, Valentine hubiera ido tras él y si llegase a encontrarlo hubiera sido torturado para la obtención de ellos.

Heavell ~Alec LightwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora