34.

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-Tienes que decirme lo que me estás ocultando.

-No te estoy ocultando nada...

-Dudas de tus palabras.

-No... Es sólo... Anny... Es complicado.

-No lo es, sé cómo te sientes.

- ¿Lo sabes? ¿De verdad lo sabes?

Anny y Alec discutían en la habitación del chico, Alec se había sorprendido de verla en pie y completamente sana, su piel había recuperado por completo ese hermoso tono tostado oscuro y sus ojos volvían a ser brillosos y con algo de vida, pero Alec... Él estaba completamente desanimado, casi deprimido, detestaba su vida, sus padres por cómo eran y lo que hicieron, por su actuar con sus hermanos, se estaba perdiendo en si mismo y estaba actuando por actuar.

-Alec... ¿Alguna vez te preguntaste por qué puedes llegar a sentir como si nos hubiéramos unidos en un vínculo tan parecido como el del Parabatai? -Alec se lo había preguntado a si mismo varias veces, desde el día en que ambos se habían realizado la runa del amor y, olvidado aquel momento días después, cada vez que pensaba en Anny podía sentirla.

- ¿Qué tratas de decir?

A la chica se le fueron las palabras de la boca, ¿Cómo decirle?, Magnus se lo había dicho ese mismo día y podía entender completamente la situación, pero y... Y si a él no le agradaba lo que ella hizo... la rompería.

-Dime Anny. -Esta vez Alec tomó una postura más amarga y su tono de voz era de molestia, quería saber cómo aquello era posible.

-Yo... Inconscientemente utilicé mi magia y de algún modo pude hechizar nuestra estela haciendo que cuando yo marqué en ti la Runa sea más que eso... No sé cómo, pero... De alguna forma pude darle el mismo poder que tiene la Runa Parabatai... Estamos unidos Alec... Nuestras almas...

- ¿Son una?

La rubia estaba desesperada, Alec no hablaba, veía y sentía cómo todo lo analizaba, en su mente empezaban a recorrer los recuerdos de cada batalla o pelea que tenía con la chica, la sentía unida a él, si no era con Jace, era con ella con quien se sentía completo, cada vez que luchaba con ambos... Los tres eran imparables y ahora lo entendía. Lo captaba, pero, lo seguía analizando, le costaba creer que la chica lo había hecho con su magia.

-Entonces... ¿Desde cuando sabes que puedes usar magia? ¿Has estado mintiéndonos todo este tiempo?

Su tono de voz se alza a dos tonos más graves de lo normal y se escuchaba más fuerte, Anny se sentía pequeña e indefensa, sentía temor y Alec lo vio, había alzado su brazo y Anny se había alejado de él asustada. ¿En serio Anny pensó que Alec le podría hacer daño?

-Alec yo... No tenía idea, Magnus me contó todo, tenía la duda, pero no... No era consciente de lo que hacía... Lo hice por...

- ¿Por qué Anny? ¿Por qué demonios uniste nuestras almas sin mi consentimiento?

La chica lo miraba estupefacta, no podía creer en las palabras de su chico y le dolía como mil dagas clavándose en ella.

- ¿De qué estás hablando? ¿¡Qué parte de "No tenía el conocimiento de lo que hice" no entiendes?

Ambos se gritaban, nunca habían discutido de ese modo, Alec se estaba dejando llevar por la traición de saber de sus padres siendo parte del Círculo, el hecho de que se iba a casar con Lydia y tenía que decírselo a la chica a la cual le gritaba en esos momentos. Estaba colapsando en estrés y se estaba desquitando con ella. Ambos empezaban a sentirse débiles y no lo entendían.

Heavell ~Alec LightwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora