Sueños rotos [COMPLETA]

42.

GERALDYNN ALISSA

***

Aun no entendía como es que había tardado en llegarme por correo su certificado de nacimiento. Pero al fin esta mañana estuvo en el buzón de correo y sonreí al ver su nombre ahí.

Geraldynn Alissa Evans.

Su nombre era hermoso, justo después de haberle dado el nombre, supe que tenía que buscar un segundo para no terminar con la tradición de ponerle segundos nombres. Mi pequeña llevaba el apellido de Alec, eso era independiente a todos los problemas que habíamos tenido, incluso cuando yo me registré en el hopital lo hice como Emmaline Evans, no con mi apellido de soltera porque claramente yo seguía casada con él.

La pequeña dormía tranquilamente en medio de mi cama, esta vez le di de comer y saqué sus gases yo sin sentirme culpable por todos los cuidados que tuve con ella cuando nació.

Suspiré y sonreí con ternura porque ya parecía una bebé normal, su color rojizo desapareció de su piel, incluso antes de eso supe que ella sería pálida igual que yo y fue así. Incluso había heredado algunos lúnares de Alec, tenía algunos en la espalda y en algunas partes de su rostro, eran muy pequeños y demasiado tiernos.

De mí no tenía casi nada, era demasiado parecida a Alec, ni el color de mis ojos, ni el color de cabello, y ni siquiera tenía mis labios. Podía decir que lo único que le encontraba forma era a mi nariz, pero cuando lo pensaba podía decir que era como una replica exacta de Audrey, lo cual es completamente normal por el gran parecido que ella tiene a Alec por ser su hermana.

—Claro que sí, hermosa, tu tía Audrey es hermosa y te pareces más a ella que a mí.

Ella estaba demasiado metida en su sueño, incluso aunque estuviera despierta me sentía un poco loca por hablar con mi hija de dos meses. Pero a mí me dijo la señora Davinson, incluso la señora Linda que hablar con los bebés ayuda mucho, así que simplemente platico cosas con mi hija y no me importa, aunque nunca obtenga una respuesta sobre eso.

Me recosté junto a Geraldynn y mis ojos se fueron cerrando muy lentamente, los sentía muy pesados y era consciente de que eso era normal por que no había estado durmiendo muy bien durante estos dos meses. Me quedé dormida hasta que sentí el movimiento de la manita de mi babé sobre mi rostro, estaba despierta, con sus ojitos marrones muy abiertos y su boquita hacía unas expresiones muy bonitas. En algún momento de mi sueño quedé muy cerca de su rostro que ella misma aprovechó eso y me despertó igualemente.

—Hola, hermosa —dije con una sonrisa—. ¿Tienes hambre?

La tomé en brazos y me descubrí un pecho para poder darle de comer. Ella de inmediato comenzó a succionar y no pude evitar hacer una mueca porque de verdad que para mí era una tortura, incluso a veces pensaba seriamente en comenzar con la leche de formúla porque no soportaba el dolor, muy seguido los sentía sensibles y podía sentir como hasta sangre que quería salir.

Una notificación llegó a mi teléfono y fruncí el ceño, no me llegaban casi mensajes, solo eran de las personas que había conocido en estos meses, pero en serio que cuando miré que se trataba de mi correo sentí un nudo en el pecho, y como se me iba la respiración. Se trataba de Josette, y me dio demasiado miedo abrir el mensaje porque solo había un motivo para que ella me enviara un mensaje de la nada. Era yo la única que podía hacerlo en caso de querer saber acerca de mi familia.

Lo abrí.

Para: Emmaline Prescott.

De: Josette Rousseau.

Hola, Emma.

Lamento asustarte, pero hace unos días Alec vino a casa a buscarme, se le notaba desesperado porque él en serio quiere saber acerca de ti y de su hijo, dijo que quería estar en el momento que su hijo naciera, pero no supe qué contestarle porque en realidad no sé la fecha de tu parto, espero que todo salga bien cuando des a luz, pero en serio también todos queremos saber acerca de tu bebé. Lláma, manda un mensaje o al menos avisa que todo salió bien con tu bebé. Todos estamos ansiosos por saber, tu papá desea saber, tu madre cada día reza por saber acerca de ti y eso es algo que me rompe el corazón.