FUE
***
Todo era un caos.
Y así mismo todo estaba ocurriendo de manera rápida. Todos hablaban acerca de lo que sucedería después, mis hermanos no tenían cabeza para pensar en estos momentos, mucho menos porque nuestra madre estaba en casa siendo cuidada por nuestro abuelo.
Y aquí estaba yo, en el umbral de la puerta que era de la habitación de mis padres. La imagen qaue estab viendo bien podía decir que era de una adolescente siendo consolada por su papá.
Así era como estaba mirando a mi mamá en estos momentos, con mi abuelo abrázandola y ella llorando desconsoladamente por lo que ocurrió esta tarde.
Papá había muerto.
No podía explicar lo que estaba sintiendo en estos momentos, era una sensación horrible la que estaba sintiendo en mi pecho porque no quería salir de ahí, no quería explotar, simplemente no quería llorar frente a todos esta vez porque quería intentar ser fuerte por la mujer que estaba en su cama llorando por la pérdida de su esposo.
—Aún tienes mucha vida por delante, hija —murmuró el abuelo—. Te quedan tus hijos, tus nietos y toda la familia que te ama demasiado.
—Yo... —sollozó fuerte—. Mi esposo, papá... mi esposo está muerto... Duele mucho, papá. No puedo, ya no puedo.
Las lágrimas comenzaron a desbordarse de mis ojos cuando ella dijo esas palabras porque tenía razón, ella en serio tenía mucha razón, porque así como la miro... es un reflejo de mí misma hace años atrás.
Tapé mi boca con una mano porque no quería que mis sollozos la interrumpieran, hasta este punto no había llorado porque pretendía hacerlo en silencio en mi habitación. Ver a mi mamá me hacía recordar todo lo que había pasado hacía demasiado tiempo, sus lágrimas y cuestionamientos al cielo de por qué él los recordaba a la perfección porque sin duda ni Gerard ni me papá merecían tener un final así, ni siquiera Hannah, la mamá de Lili, ellos tres en serio no merecían esto. Sin embrago muchas veces el destino no es justo y decide llevarse a buenas personas.
Cerré mis ojos unos segundos y me alejé del umbral para caminar hacía la entrada de la casa, en donde estaban tocando el timbre. De seguro Dave ya dió aviso a todos los familiares y eso solo hacía que todo esto pareciera tan real, que en serio ya no veríamos más a nuestro padre, así que me permití dejar caer un par de lágrimas en el camino hacia la entrada.
Abrí la puerta y enseguida se dejó ver Alec con nuestra hija en brazos, lucía preocupado.
No pude evitar sentir ese nudo que me asfixiaba, mis ojos se cristalizaron enseguida porque no le había querido llamar para avisarle lo de mi papá, simplemente no había llamado porque sabía que en estos momentos mi hija no podía estar en mejores manos que en las de su padre.
—¿Estás bien? —preguntó de inmediato—. Me preocupé porque no me llamaste a la hora que acordamos de vernos para entregarte a Geraldynn. Te busqué en el hospital y no te encontré, de inmediato vine hasta aquí.
Tomé una bocanada de aire, pero no funcionó para poder hablar, no como yo quería, así que solo pude pronunciar lo que en realidad deseaba en estos momentos.
—Me estoy asfixiando —admití.
Alec arrugó el entrecejo al no entender lo que estaba diciendo, así que solo me permití decirle la verdad de las cosas.
—¿Qué está pasando, Emma?
—Mi papá murió.
Decirlo en voz alta me costó demasiado, porque nunca nadie te prepara para admitir esa verdad sin que duela. Simplemente solté el llanto en ese momento porque ya era momento de aceptar que esta era la realidad.

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Sueños rotos [COMPLETA]
RomanceEmmaline Prescott lo tenía todo. Los mejores hermanos del mundo. Dos padres que se aman. Un novio excepcional. También tenía sueños que estarían a punto de cumplirse. Era la mejor bailarina de su clase de ballet. Tenía el pase directo a Juilliard...