DIME QUE SÍ
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—Dime que sea lo que estás tramando, no es nada malo —espeté a Elliot, que estaba recargado contra la puerta de la cocina y sonreía malicioso.
Él soltó una carcajada y elevó una ceja. Del otro lado de la puerta se encontraban Dave con Lilia y Josette. Este día se festejaba el cumpleaños del abuelo y mamá había decidido hacer una comida familiar para festejar. En el patio se encontraban miembros de la familia Wise, estaban demasiado entusiasmados con estar todos juntos.
Las semanas estaban pasando y ya faltaba menos para la boda de Jossie, y eso quería decir que yo tenía que afrontar la pregunta de Alec. No quería que algo malo pasara, no quería que él se decepcionara de mí, había cosas que todavía no conocía de mí y sin duda eso era algo que me tenía en alerta. Yo sabía que jamás podría abrir mis sentimientos a nadie más como lo hice con Gerard, ni con nadie que no sea Natalie. Mi familia estaba conmigo y me apoyaba, pero en ellos no estaba el conocimiento de que yo estaba por publicar el libro de mi historia con Gerard.
—¿Qué pasaría si salimos al patio? —preguntó mi hermano, lo miré sin entender.
—¿Por...?
Mi pregunta se vio interrumpida porque alguien me tomó de la cintura y me elevó del suelo. Un grito salió de mi garganta por la impresión y entonces fui consciente de que era Dave quien me llevaba en brazos.
—¡Bájame, Dave! —chillé.
La carcajada de mis hermanos resonaba por todos lados, pude ver como Lili aplaudía emocionada en los brazos de Josette. Mamá y papá estaban reprendiendo a Elliot y Dave pero ninguno de los dos parecía hacer caso. La cosa era que Dave y Elliot querían molestarme haciendo que pasara el día con ellos en el jardín, y como era un día demasiado —bueno, todos los días— caluroso, estaban mojándose con las regaderas que papá había instalado para regar el pasto del jardín. Dave corría conmigo en brazos por todo el patio mientras que yo seguía intentado bajar de sus brazos a toda costa, ya estaba demasiado mojada y por más que gritaba mi hermano parecía gozarlo.
—¡Maldita sea, Dave Elijah! ¡Bájame de una maldita vez! —Esta vez Elliot apareció en mi campo de visión con una manguera y apuntó hacia nosotros—. ¡Jódete, Elliot!
—Necesitas refrescar un poco tu mente, Emma.
—Me importa una mierda lo que pienses —le gruñí. Dave detuvo el paso y por fin me bajó para poder sacarse la camiseta y pegarle a Elliot.
—¡Oye! —reclamó—. Somos un equipo, traidor.
—No... Necesitaba usarte para mi travesura. ¿Te gustó, Em?
En contestación le lancé un golpe con mi puño en su pecho, pero parecía que le hizo cosquillas porque solo lo hizo reír.
—Los odio.
—Nos amas —dijo Elliot. Se cruzó de brazos con el cabello empapado y alborotado. Su ropa estaba igual de mojada y parecía que eso no le afectaba. En cambio mi hermano mayor ahora estaba sin camiseta y traía puestos unos short demasiado cómodos, como si supiera de esto. Bueno, sí, lo sabía porque él fue el principal imbécil en este absurdo plan.
—¡Estoy toda mojada!
—Ese era el plan —Dave se encogió de hombros—. Ya, Emma. Supéralo, te vas a secar. Hace calor.
Lo peor de todo es que con este calor en lugar de sentirme fresca, sentía que estaba ardiendo.
Rodé los ojos y me alejé de los dos idiotas, ingresé a la casa y subí directo a mi habitación para poder darme una ducha y ponerme algo seco.

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Sueños rotos [COMPLETA]
Storie d'amoreEmmaline Prescott lo tenía todo. Los mejores hermanos del mundo. Dos padres que se aman. Un novio excepcional. También tenía sueños que estarían a punto de cumplirse. Era la mejor bailarina de su clase de ballet. Tenía el pase directo a Juilliard...