CON APELLIDO EVANS
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Cada momento de mi vida anterior me dije que sin mis sueños no sería nada, ahora que no soy nada creo que por cada momento ya no serían sueños. Bien, me explico. Pienso que ahora no puedo comenzar una nueva vida sin idealizarme otros sueños, ya no puedo volver a soñar sin sentirme incompleta. Una parte de mí me dice que debo hacerle caso a mis instintos y comenzar por cumplir el último sueno que había hecho Gerard para nosotros; comenzar a narrar nuestra historia.
¿Cómo comenzaba a explicarla? Había muchas maneras de hacerlo. Había una en particular y realmente aunque no fuera una historia muy dramática como la de mi hermano, era algo más que nada sentimental. El quería que todos supieran lo que su corazón sentía cuando me miraba, o que yo explicara lo que podía llegar a sentir cuando me besaba. Eso era la que Gerard Baker me hacía sentir. Los sueños con Gerard no estaban del todo perdidos, eran sueños que aunque el hubiese muerto se sentía como si en realidad tuviera la esperanza de volver a cumplirlos.
Aunque en realidad sintiera miedo.
¿A qué se debía ese miedo? Bueno, a lo que realmente le tenía miedo era a olvidar.
Por eso prefería decir que no quería avanzar, que no quería sentirme parte del mundo realmente. Aunque al verme en el espejo me hiciera saber que eso no era cierto. Mis cicatrices no me dejarían olvidar nada nunca. No podría olvidarme de nada gracias a ellas, a la herida de mi corazón que me indicaba que aún lo seguía amando después de su muerte.
Gerard Baker fue, es y será el amor de mi vida.
No es fácil olvidar al chico que se llevó todo de ti, los primeros besos, las primeras caricias y la primera vez. Me dejó marcados en el cuerpo y alma todos los recuerdos que me hicieron feliz. Para mí nunca será fácil decir que el solo es un recuerdo cuando todo se lo di, cuando lo único que se encargó de dejarme en claro fue que su amor por mi era sincero. Lo amo demasiado que no podré olvidarlo.
Cerré el ordenador y suspire. Tenía que terminar de hacer la edición que me pidió mi madre, era mi trabajo y me hacia sentir un poco mal que por estar pensando en cosas de mi pasado, no podía ser responsable y terminar con nada.
—¿Listo todo, Emma? —preguntó mamá. Estaba en el umbral de la puerta de la habitación con el ceño ligeramente fruncido y su mirada fija directo en mí.
—Algo así —respondí, haciendo una mueca.
—Los Beckett quieren el vídeo de su boda para mañana, se que es poco el tiempo que te di, pero realmente necesito que me apoyes, acabo de terminar con la edición de algunas fotografías de ellos, pero Dave habló para pedirme que cuide a Lili mientras el va a Scottsdale por unas cosas para el estudio.
Mis ojos se iluminaron.
—¿La princesa va a venir?
Ella asintió con la cabeza y una sonrisa se formo en sus labios, todos amamos a esa hermosa niña.
—Aww... Ya quiero que llegue ese día entonces. Amo a Lilia.
Se formó una sonrisa en los labios de mamá. Luego, terminó de adentrarse en mi habitación y se sentó a mi lado en la cama. Miró lo que había en el escritorio y su sonrisa se borró.
—¿Qué haces? —Me miró a los ojos y luego de nuevo hacia el escritorio—. Eso es... —Se levantó de donde estaba y frunció el ceño—. ¿Estabas viendo una fotografía de mi anuario escolar?
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Sueños rotos [COMPLETA]
RomanceEmmaline Prescott lo tenía todo. Los mejores hermanos del mundo. Dos padres que se aman. Un novio excepcional. También tenía sueños que estarían a punto de cumplirse. Era la mejor bailarina de su clase de ballet. Tenía el pase directo a Juilliard...