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NO ES LO QUE QUIERO

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Se notaba que la sensación de alivio en mi pecho era grande cuando descubrí que en efecto, me había llegado el periodo. Había cosas que aun quería evitar, y una de ellas era que no quería bebés, no aun al menos. Pensaba en la probabilidad de ser una madre, y no, sentía que con todo lo que había pasado yo no era la indicada para ser mamá. Emocionalmente yo estaba bien, desde hacía mucho tiempo que lo estaba, pero no quería hijos.

¡Vamos! Tenía veintitrés años aun, no quería siquiera imaginar eso. Alec tampoco hablaba de ello porque entendía mi situación y no me quería presionar. Desde que Robbie había nacido nosotros simplemente rechazamos eso, no queríamos involucrarnos mucho, pero cuando mi hermano me pidió ser la madrina de su hijo no pude rechazarlo. Simplemente dije que sí junto a Dave, así que ambos nos convertimos en los padrinos del pequeño Robert Prescott. Ese niño se había convertido en mi sobrino favorito cuando nació.

Alces había perdido a su hijo al poco tiempo de haber nacido y bueno, ni siquiera él quería tocar el tema de los hijos porque bueno, sabemos que ahora le da un poco dé un poco de miedo eso.

Respiré hondo mientras salía del baño, un poco más calmada por el retraso que había tenido, solo fue una falsa alarma y eso estaba bien. Ahora sabía que podía estar un poco más tranquila al respecto y como siempre, se lo diría a Alec para que luego no esté con sus cosas de "Si resulta que..." Yo no podía decir con exactitud lo que sentía, solo sabía que no quería un hijo ahora, no con todo el estrés que tengo sobre mí respecto a los libros que tengo en mente. Mi cabeza no está para estar pensando en hijos, mucho menos en los cuidados que una mujer debe de llevar. No tenía tiempo para estar planeando baby shower o pintando la habitación de un niño. Con Lilia y Robert me bastaba.

—¿Necesitas algo? —La voz de Alec me sobresaltó y le sonreí.

—¿Adónde vas?

—Voy por unos materiales y de ahí pasaré al estudio, pero no sé, pensé que querrías que pasara por algo antes de regresar.

—Estoy bien, no necesito nada. ¿Vas a pintar algo nuevo?

—Eso creo, estoy pensando en un tema nuevo. Mi papá me dijo que quiere que le muestre una de mis pinturas antes de su próxima exhibición.

—Me gustó el tema del año pasado, sobre tu madre.

Alec arrugó su entrecejo mientras me miraba.

—Pensé que eso había quedado claro, Emma. No me gusta hablar de mi madre.

—Pero eso es algo que tendremos que hacer algún día, Gabriel y tú merecen darle una segunda oportunidad.

—Ella habló contigo ¿no es así?

Respiré hondo mientras intentaba buscar alguna mentira, pero no existía.

Las cosas entre la madre de Alec es que después de haberse ido por demasiados años había decidido regresar para recuperar el amor y la confianza de sus hijos. Pero las cosas no le resultaron bien a Gabriella Evans, o bueno, Gabriella Hicks. Creo que no esperó encontrarse con unos hijos demasiado rencorosos que solo le pidieron irse por donde había venido. Audrey por el contrario sí la recibió. Ambos sabemos que Alec en algún momento de su vida tendrá que escucharla, que sabrá la verdad y las intenciones que ella tiene con volver. Gabriella sabe que perdió a sus hijos varones, el único consuelo que le queda es su única hija. Lo cual no es algo malo, sino que nada se compara en reparar el corazón de dos hombres a los que solo les demostró no amarlos cuando se fue.

Sueños rotos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora