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SIN RESPUESTA ALGUNA

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Mantuve la calma.

Sostuve la mano de Lili y le hice una seña para que guardara silencio, ella con una sonrisa y con la obediencia, asintió. No podía ser cierto lo que escuché, me daba un poco de miedo esto que estaba pasando.

—¿Qué pretendes con regresar, Lauren?

—Ya te lo dije, siempre te dije que no me iría por mucho tiempo, sin embargo parece que tú decidiste olvidarme demasiado rápido. ¿Acaso olvidaste a Nate, a nuestro bebé, Alec?

Entreabrí mis labios por la sorpresa y cerré mis ojos con fuerza para no poder hacerme a la idea de que Lauren Callahan es la mujer que estuvo antes de mí. Ella era la mamá del bebé que Alec perdió, ella era la mujer que trajo demonios a su vida y ahora quería llevárselos.

No podía mirarlos, ellos estaban dentro de una de las habitaciones y solo me quedaba escuchar lo que tenían para decirse.

—Lauren no vengas con eso ahora, sabes perfectamente que nunca olvidaré a mi hijo. Fuiste tú la que decidió irse de mi vida, dejaste todo atrás por mucho tiempo... solo hice mi vida.

—¿Con ella? ¿Realmente con ella, Alec? Emmaline ni siquiera era una mujer cuando la conociste, era una niña inmadura llena de penas que tú mismo provocaste.

¿Qué? Mi cara debió tornarse con pura confusión porque en serio que no podía entender a lo que Lauren se refería.

Lili me hizo una seña de ya querer irse y le pedí que esperara un poco más. Necesitaba entender esto.

—¡Ya basta! —alzó su voz él—. Me estás culpando de algo que tú ni siquiera sabes.

—¡Vamos, Alexander! Sé perfectamente todo lo que pasó contigo, sé sobre tu historial criminal porque soy tu representante artística y claro que por eso sé que pasaste seis meses en una clínica de rehabilitación porque fue la condición del juez para no llevarte preso.

Cerré mis ojos. No, no, no... Esto no, no quiero atar estos hilos, no...

—Fue después de que me dejaste, yo no quería saber de mí. Todo se explica, Lauren...

Había escuchado muchas veces el miedo en la voz de Alec; cuando me explicó que había tenido un hijo con Lauren, cuando me miró despierta después de la cirugía de la pierna, cuando temía que mi prueba de embarazo saliera negativa. En fin, ninguna de esas veces se comparaba a este momento, podía conocerlo muy bien porque era la primera vez que escuchaba el verdadero miedo en su voz.

—Fuiste acusado de un accidente de auto donde provocaste que en ese accidente hubiera daños irreparables en Emmaline Prescott y que muriera su novio.

Sentí como mi estomago se revolvió con esa confesión, mi mente viajó a ese día. A ese momento en específico en donde no fui capaz de darme cuenta que esa persona imprudente se estampó contra el auto donde veníamos nosotros, los cristales contra mi rostro, mis manos... Mis gritos..., los de Gerard. No recuerdo nada más porque perdí el conocimiento, no supe nada más porque fue mi padre quien se hizo cargo de los trámites legales, fueron los padres de Gerard los que fueron a juicio contra Alec.

Era Alec.

Era él.

La persona que me quitó todo era él.

—¿Tía Emma? —La vocecita de Lili me sacó de mis pensamientos y no me di cuenta que las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas hasta el momento que la puerta de la habitación se abrió.

Sueños rotos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora