FUTURO INCIERTO
• • •
—Puedo explicarlo —dije, intentando no sonar asustada por ver lo que tenía en sus manos.
—¿Cuándo? ¿Nunca? —Su voz sonaba demasiado molesta, y tenía razón.
Hacía unos días atrás yo me había hecho una prueba casera de embarazo porque tenía un retraso y quería salir de las dudas. No contaba con que Alec la encontrara en el cesto de la basura.
—No quería alarmarte, solo quería salir de dudas.
—Somos una pareja, Emmaline, esas cosas no se guardan.
—¡Lo sé! Pero tenía miedo de asustarnos antes de tiempo, pero no, no estoy embarazada. Solo pasé por una falsa alarma.
—¿Ya llegó tu periodo?
Me quedé callada. Había llegado ayer por la mañana, pero justamente por la tarde había desaparecido. Con todo lo que pasó con mi papá no fui consciente totalmente, mi periodo carecía de importancia cuando de mi papá se trataba.
—¿Y bien? —insistió.
—No —musité.
Solo asintió. No dijo nada, y su silencio me estaba matando, porque no era un semblante serio, sino uno molesto.
—¿Crees estarlo? —preguntó por fin.
Bueno, no quería ser paranoica y acudir a un laboratorio todavía porque no eran demasiados días de retraso aún. Eran solo dos semanas.
—No lo sé, es poco tiempo para decirte oficialmente que tengo un gran retraso. Solo ha sido una semana, pero como tú y yo tenemos sexo.
—Y mucho —sonrió con suficiencia.
—¡Alec! Esto es serio —dije, intenté reprimir la risa—. Por favor, actúa con seriedad.
—¿Desde cuándo me conoces como alguien serio? —Tenía razón, por más que lo intentara nunca había seriedad, ni siquiera en estos temas se detenía. Su sonrisa creció y se acercó hasta donde estaba yo—. No tenemos por qué ocultarnos las cosas, somos una pareja y quiero que sepas que no me voy a rendir, aunque estés llena de temores, voy a luchar hasta que venzas cada uno de tus miedos.
—Y cuando no eres un payaso te conviertes en un cursi.
Una risa se escapó de sus labios.
—Y yo no puedo enojarme contigo —tomó mi rostro entre sus manos y dejó un corto beso en mis labios—. Pero no quiero que esto vuelva a suceder, no así. Sabes que yo no me molestaré, es responsabilidad de los dos cuidarnos y si estás embarazada sería el pretexto perfecto para jamás dejarte ir.
Elevé ambas cejas.
—Tampoco es como que me quiera ir de tu lado —admití.
Había muchas cosas para decir sobre Alec, cosas asombrosas, pero justo cuando él me tomaba por la cintura y me quedaba pegada a su cuerpo, eran los momentos perfectos a su lado. Las cosas eran sencillas, no había necesidad de forzar las cosas y pretender quienes no somos solo por estar bien con el otro. Desde que vivíamos juntos había aprendido muchas cosas, tuve que tomar una responsabilidad junto a él de ser maduros y llevarnos bien a pesar de algunas diferencias y sobre todo comprender el por qué lo amaba.
Sí, podía decir con certeza que lo amaba porque fue él quien me ha ayudado a salir adelante, a que gracias a él pude ver de nuevo la luz de la vida y que sin duda pude volver a querer con la misma intensidad.

ESTÁS LEYENDO
Sueños rotos [COMPLETA]
RomanceEmmaline Prescott lo tenía todo. Los mejores hermanos del mundo. Dos padres que se aman. Un novio excepcional. También tenía sueños que estarían a punto de cumplirse. Era la mejor bailarina de su clase de ballet. Tenía el pase directo a Juilliard...