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- 4 de Octubre de 1975 –


Antonin comenzó a desvestirse en silencio en el vestuario; sus compañeros de equipo continuaban discutiendo entre ellos las alternativas a las posiciones y estrategia con las que el mismo Toni los había estado machacando las últimas semanas.

Sin embargo el Capitán de Slytherin se mantenía ajeno a aquella conversación y su cabeza no paraba de darle vueltas a tres asuntos que lo tenían a maltraer: el clima que era demasiado ventoso, Black y Potter que serían un grano en el culo por lo que debería mantener la calma... y por último Lewis, que seguramente estaría en la tribuna con alguna pancarta que lo humillaría.

Largó un suspiro y negó intentando alejar esos pensamientos al sentir el frío erizando los vellos de sus largas piernas al quitarse el pantalón y colocarse el del uniforme de Quidditch, para luego tomar el resto de las prendas de su locker y sentarse en el amplio banco de piedra que se hallaba en el centro del vestuario.

- Toni, no es que quiera seguir discutiendo contigo... - el que habló fue Mulciber mientras se acercaba hacia el ojinegro quien se estaba colocando las protecciones de sus tibias y no lo observaba.

- De hecho lo estás haciendo – lo cortó, sin mirarlo, mientras ajustaba las tiras en la parte posterior de sus pantorrillas - ¿De vuelta vas a cuestionar la posición? – preguntó esta vez hastiado, enfrentando al muchacho mientras acomodaba un poco su entrepierna.

Mulciber chasqueó la lengua y se pasó su gran mano por sus rubios cabellos, intentando no sonar incómodo.

- Entiendo que tengas algo personal con ellos... - comenzó a decir provocando que los ojos de Antonin se encendieran – pero no puedo jugar por la izquierda.

- Entonces sal del equipo – le largó el muchacho sobre el rostro con una sonrisa – Y no vuelvas a emitir juicios de mi persona con tanta seguridad, soy el Capitán de este equipo y no podría serlo si tuviese animosidad para con alguien; del juego ofensivo hacia Black y Potter me encargaré yo justamente por comentarios como el que acabas de hacer, tú procura defender al resto del equipo, sobre todo a Régulus ¿entendido? – agregó mientras taladraba al muchacho con sus ojos negros haciendo que este asintiera, intimidado - ¿Alguien más, aparte de Mulciber, quiere tocarme las pelotas hoy? – preguntó en voz alta captando la atención del equipo – Bien, porque estoy con un humor de mierda – agregó al ver que las serpientes guardaban silencio y negaban, observando cómo el Capitán se colocaba el resto de las protecciones en sus brazos.

El único que torció un poco el gesto y se atrevió a levantar la mano, haciendo que sus compañeros lo miraran con suspicacia y provocando que los negros ojos de Antonin se clavaran en él, fue Régulus.

- Quiero hablar contigo – comenzó a decir el ojiverde mientras el viento traía el ruido distante de las tribunas que comenzaban a llenarse – A solas – se apresuró a agregar haciendo que Antonin asintiera y le indicara seguirlo mientras salía del vestuario, bajo la mirada del resto del equipo.

Régulus juntó sus labios y caminó detrás de la alta figura del Capitán de Slytherin hacia las escaleras que conducían a los terrenos algo alejados del campo de Quidditch.

- ¿Qué sucede? – preguntó Toni entrecerrando sus ojos mientras el fuerte viento azotaba su rostro, haciendo que su túnica verde ondeara, pegándose y delineando su alta figura por un lado.

- Por favor no te violentes con mi hermano – largó el ojiverde provocando que Antonin abriera sus ojos por la sorpresa y largara una carcajada al escuchar la petición del chico – En serio Toni... si lo haces lo único que conseguirás es alejar a Severus aún más.

Nacido en el año del CerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora