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- 2 de Agosto de 1976 –


Sirius se encontraba sentado junto a Severus en el cómodo sillón tapizado en pana verde; el ojigris traducía mientras el pelinegro escribía, encorvado, sobre un pergamino.

La tormenta había amainado, pero la lluvia seguía azotando el exterior con inusitada fuerza, sacudiendo los árboles de la acera y salpicando las ventanas, provocando que las luces de los faroles de la vereda de enfrente y las luces de algunos autos que pasaban por la calle se observaran con un perfecto bokeh a través del cristal.

- No lo estás haciendo bien... - dijo Severus dejando la pluma a un lado mientras leía la oración que acababa de escribir, masajeando sus sienes – No tiene ningún sentido éste párrafo que me acabas de dictar – agregó frunciendo su ceño y fulminando a Sirius con sus penetrantes ojos negros - Dijiste que hablabas francés fluido.

El ojigris largó un resoplido y tragó saliva, molesto.

- Hablar no es lo mismo que leer... - murmuró cerrando el libro, arrojándolo sobre la mesita ratona y mordiendo su labio inferior – Además el Black que escribió esto tenía una maldita letra de mierda y por Godric lo que me lo hace difícil, está lleno de palabras antiguas y en desuso... ¡Esta porquería debe tener por lo menos cien años! – agregó poniéndose de pie y estirándose, provocando que la remera muggle se levantara un poco, develando parte de la piel dorada de su abdomen.

Severus mordió su labio inferior y apartó su mirada, visiblemente incómodo.

- ¿Cómo estás tan seguro que lo escribió un Black? – preguntó mientras tomaba el libro y comenzaba a pasar las hojas prestando atención a la caligrafía desprolija; algunas oraciones habían sido escritas con verdadero odio y se lo podía percibir en los tachones de tinta o en los lugares donde la pluma había sido apretada con violencia, atravesando el papel.
En otras páginas había algunos dibujos sobre los márgenes o entre párrafos.

Sirius masajeó el puente de su nariz y bostezó.

- Hace la misma mierda de ornamentos que mi Tío Alphard cuando las letras "B" y "P" son mayúsculas – largó acercándose hasta el sillón y desplomándose a un lado de Severus mientras con su brazo rodeaba el respaldo del mueble, provocando que el ojinegro separara su espalda de los almohadones, para evitar el contacto; Sirius observó el perfil concentrado del pelinegro y sin poder contenerse acarició la cortina de cabello oscuro con suavidad, colocandola detrás de la oreja del chico para dejar el rostro de Severus despejado.

El pelinegro separó sus labios ante esa caricia, pero no fue capaz de mirar a Sirius.

- Tu Tío Alphard... - comenzó a murmurar Severus mientras comenzaba a morder sus carrillos - ¿Esta no era su casa? – preguntó entonces recordando aquella carta que Régulus le envió apenas había comenzado el verano, contándole que Sirius ya no vivía con los Potter y que se había mudado solo a una de las propiedades de su Tío preferido, el simpatizante de los Muggles, Alphard Black.

El ojigris se encogió de hombros y negó.

- No que yo recuerde... - comenzó a decir provocando esta vez que Severus lo mirara a los ojos – No me mires así; todos los Black son asquerosamente ricos y tienen más de una propiedad... - largó encogiéndose de hombros y tamborileando las yemas de sus dedos sobre la madera del respaldo - Mi tío, cuando éramos niños, vivía con la Abuela Irma en una mansión cerca de Grimmauld Place; supongo que el motivo por el que tú nunca fuiste de visita sería por tu condición de mestizo... esa vieja era de verdad peor que Walburga con la lata de las tradiciones y la pureza de sangre - agregó haciendo que Severus enarcara una ceja y continuara pasando las hojas y frunciendo su ceño, no del todo interesado en lo que el ojigris le decía.

Nacido en el año del CerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora