CAPÍTULO 3 ✅

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Después de la interesante hora de historia-digo interesante porque ese chico Lander me dejó impactada-me encuentro en la de matemáticas  la clase más aburrida del mundo, y no es que no me guste la materia sino es que este profesor habla con tanta lentitud que pareciera que esta hablando una tortuga.

En esta clase me tocó sentarme al lado de una chica, el Aura a su alrededor era tranquila, por lo que el transcurso de la clase fue más llevadero. Miro a mi compañera, al parecer no es muy habladora pues en las pocas veces que le he preguntado algo solo asiente o niega como respuesta, no me lo tomo a mal, sé que ciertas personas no suelen ser muy abiertas con los desconocidos, así que decido no intimidarme.

La clase de Matemáticas pasa muy aburrida, como es de esperarse los números y las ecuaciones no son lo mío, pero de todos modos me sé defender bastante bien, mi atención se pasea por el salón, como pude notar cuando llegué Lander no comparte esta clase conmigo. Después de dos horas de Matemáticas por fin toca el timbre del receso, todo el mundo guarda sus cosas y sale rápidamente del salón.

En cambio yo guardo todo con lentitud al igual que mi compañera, la observo un momento y suspiro, le hablaré por última vez no quiero merendar sola como en el desayuno.

—Emm... Hola soy Olivia—extendí mi mano hacia ella—

Ella miró mi mano y la estrechó con cierto recelo pero igual una sonrisa cortes se forma en sus labios.

—Hola, mucho gusto yo soy Keyla—se presentó.

—Bueno, yo te quería preguntar si podía acompañarte en el receso, es que esto de hacer amigos no es lo mío—le dije—pero si no quieres no hay problemas.— me apresuro a decir.

Ella me evaluó un momento y luego asintió.

—No hay problema, si quieres te puedo presentar a mi amiga, a ella se le hace más fácil esto de hacer nuevos amigos.—me sonrió mientras salíamos del salón rumbo a la cafetería.

Le devolví la sonrisa y la seguí en silencio, en el camino no hablamos de nada, había un silencio un tanto incómodo pero no tan desagradable. Pero debo de recalcar que ella no se percata pero puede llegar a ser muy agradable, si hubiera sido otra tipo de persona me habría mirado raro para después darme una negativa, en cambio Keyla no me conoce de nada y me ofreció la posibilidad de conocer su amiga y hacerles compañía durante el almuerzo.

Al entrar a la cafetería nos dirigimos a la fila un tanto larga para poder ordenar algo. Unos minutos después ya nos encontrábamos con bandeja en mano, y ordenando lo que quisiéramos, yo pedí un sandwich de pavo que se veía riquísimo una ración de papas fritas y un jugo de frutos rojos, Keyla se había pedido una hamburguesa de carne y queso con papas y una gaseosa de fresa.

Keyla miró hacia todas dirección buscando a alguien, por lo cual yo también lo hice pero sin saber a quien buscaba. En un momento, fijó su mira en una de las tantas mesas que había, en donde se encontraba una chica de nuestra edad de tes blanca, cabello castaño, y por lo que podía ver a esta distancia ojos azules, nos acercamos a ella, Keyla se sentó a su lado y yo al frente de ellas, la chica de ojos azules se me quedó mirando con interés.

—Mandy ella es Olivia, está en mi clase de matemáticas—me presentó para después darle un gran bocado a su hamburguesa.

—Hola mucho gusto, y dime Olivia ¿de donde eres?. —Me preguntó mirándome con interés, la diferencia entre el dúo de amigas era evidente, mientras una comía para evitar la conversación la otra iba directo al punto.

Interesante.

—Bueno, soy de Roma-Italia—

—¡Oh! Siempre he querido ir a Italia pero papá no quiere, siempre dice que primero conoceríamos toda América y después Europa, a y soy de Los Estados Unidos.

EncubiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora