CAPÍTULO 20

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“Que alguien me escuche”

Pasé toda la tarde con Lander y los chicos, recorrimos todo el hotel comimos algo y charlamos en una linda terraza, por obvias razones llevaba la peluca y los lentes de contacto, de vez en cuando Land tomaba un mechón negro de la peluca y se le quedaba viendo fijamente como si esperara que en cualquier momento se volviera pelirrojo.

El hecho de haber pasado la mayoría de mi tarde con ellos hizo que me sintiera mucho más relajada.

En estos momentos estamos en el área de la piscina sentados en una mesa redonda charlando de cualquier cosa, Lander se encuentra a mi derecha mientras Kyle está a mi izquierda.

Veo como Armando se acerca a nosotros.

—Olivia es hora.—todos en la mesa quedamos en silencio.

—Hay que subir a la habitación o debo de ir directamente.—me levanto de la silla.

—Te tienes que asear para ir rápidamente al salón.—

—De acuerdo sólo me despido y subo.—Armando solo asiente y se va.

Giro en dirección a los chicos que me miran confundidos, a excepción de Lander.

—Chicos mi prima me pidió que la ayudara detrás de vestidores esta noche, así que me debo de ir retirando.— me invento una excusa.

—Entonces no vas a estar con nosotros durante la pasarela.—Me mira extrañada Keyla.

—No creo poder, pero nos vemos después de todo para irnos juntos al internado.— le doy beso en la mejilla a cada uno de ellos.—Y chicas recuerden que Crista las arreglará y solo falta una hora así que les recomiendo que se vayan arreglando.—Miro la hora en mi celular.

Más que un aviso para ellas es un aviso para mí, hace rato debería de estar arreglándome se supone que ya debería de estar ahí.

Keyla y Mandy se levantan rápidamente.

—¡Se nos hace tarde! —Toman sus cosas de la mesa y salen corriendo.

—Mujeres—Veo como niega Lukas.

—Nosotros subimos en media hora.—se relaja en su lugar Kyle.

Levanto una ceja al verlos tan relajados.

—Hombres—Es mi turno de negar.

No espero ni un segundo más y me encamino rápidamente a mi habitación.

Al llegar me percato que en la cama hay un conjunto de ropa interior color carne, un jean y camiseta sencilla, no dudo en dirigirme al baño rápidamente, me deshago de todas mis prendas para después adentrarme en la ducha y me doy un rápido baño.

Salgo de la ducha y me envuelvo en una toalla, me acerco al tocador y tomo el peine para proceder a desenredar mi cabello.
Por estar mirando hacia el suelo mientras me peino no me percato que hay otra persona además de mí en la habitación.

Doy un pequeño salto hacia atrás al verlo sentado en mi cama.

—Que estás haciendo aquí y como entraste.—Ajusto la toalla mucho más a mi cuerpo.

Me ignora y toma el sostén del conjunto de ropa interior, se voltea para verme, los mismos ojos que me provocaban pesadillas o mejor dicho siguen provocando.

—Es muy fácil manipular al recepcionista, después de todo unos cuantos billetes compran a cualquiera.—Se encoje de hombros y se acerca a mi.

Doy unos pasos hacia atrás.

—Salte de mi habitación ahora mismo.—Le exijo.

Él se ríe con gracia.

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