CAPÍTULO 27

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“Somos dinamita”

Esta semana a sido de locos, al parecer puse mi fe en que nadie se iba a creer los rumores, lo cual fue un erros muy grande de mi parte, ya ha pasado una semana desde el incidente en la cafetería.

Han salido muchos mas chismes del rincón de Hera pero ninguno me llega a mi, siempre me entero por medio de las chicas o Lander los mensajes ya no me llegan directamente a mi celular, todo el internado está a la defensiva conmigo, en un principio decidí ignorarlos, pensé que el chisme se desvanecería con el tiempo.

Y ese fue mi otro error.

Subestime a estos chicos hijos de papá, se comieron todo ese cuento de yo siendo la de los mensajes, nadie se puso a contar fechas y a pensar a profundidad.

Al darle un nombre a la chica de los mensajes le a dado un incentivo para agredirme tanto física como verbalmente.
Hace unos días iba caminando con Lander cerca de los jardines del internado cuando de repente una lata  se estrelló contra mi frente, me quedó una pequeña brecha, en ese momento supimos que las cosas se nos iban a salir de control, y lo peor de todo es que no me agreden solo a mí si no que también a Lander por ser mi novio, recibiendo en las clases de deporte empujones, patadas y puñetazos innecesarios, por ahora a ninguna de las chicas le han hecho algo y espero que se mantenga así.

No quiero que estos adolescentes con poco coeficiente intelectual le hagan algún daño a las personas que quiero.

No me importa recibir insultos o incluso otras cuantas latas en mi cabeza, si todo el odio viene dirigido a mi y no hacia mis amigos.

Paso una mano por mi frente y siento la pequeña elevación debido a la herida.

—No puedo creer que en serio piensen que tu eres ella.—Kyle me mira con disgusto, sé que no es hacia mí.

Los chicos y yo nos encontramos comiendo en nuestra mesa habitual, en varias ocasiones pasan chicas y chicos hablando de mi a mis espaldas, las palabras zorra y perra vienen junto a mi nombre con algunos insultos más.

—Tienes que decir quien eres, eso hará que se coman todas sus palabras.—el rostro de Mandy se vuelve carmesí por el enfado.

Todos en la mesa asienten en acuerdo por mientras que yo niego.

—No lo voy a hacer, no necesito disculpas hipócritas y muchísimos más murmullos.—Tomo un sorbo de mi botella de agua.

Tomo mi teléfono para distraerme un poco, justo cuando tecleo algunas palabras en mi móvil los sonidos de notificación de múltiples celulares se escuchan a mi alrededor, por obvias razones el mío no recibe ninguna.

Los chicos en la mesa dudan antes de tomar sus teléfonos y ver que es lo que sucede ahora.
Minutos después sus rostros palidecen y voltean sus ojos hacia mí.

—¿Es algo muy malo? —pregunto cansada, estos malditos mensajes no se han detenido este ya es el segundo del día.

Lander me tiende su teléfono para que vea el mensaje.

“Esto va para las chicas que me lastimaron con la lata hace algunos días, nadie se mete conmigo y sale ileso.
Primero comencemos con Laylah, sé que salir del closet no es nada fácil así que te voy a dar un pequeño empujón, además si tienes novio como camuflaje debe de ser muchísimo peor, yo te recomiendo que le digas a tu novio que te estás acostando con tu mejor amiga Karen, deberían de tener más cuidado en los lugares en donde se besuquean. Karen yo sé que tu fuiste la que me agredió atente a las consecuencias como ya dije antes nadie se mete conmigo.”

Debajo de todo el texto está adjunto dos imágenes de las chicas dándose un beso debajo de las gradas del gimnasio.
Veo a las chicas de las fotos pero no logro localizarlas, nunca en mi vida las había visto.

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