Encubierta

CAPÍTULO 18

“La verdad”

—Y eso es todo—vuelvo a abrir mis ojos—estas lista para esa entrevista, veo como Nilton guarda las brochas y los polvos es su gran estuche de maquillaje.

Me miro al espejo y me gusta como luce mi reflejo, usualmente cuando hago entrevistas me gusta ir ligera de maquillaje, y al parecer Nilton lo sabe porque mi maquillaje es bastante sencillo.

—Muchas gracias Nilton.—le sonrío y me levanto de la silla, sigo teniendo la bata de seda puesta, usualmente cuando me maquillo prefiero no ponerme la ropa que voy a utilizar ya que puede suceder algún accidente.

—No es nada este es mi trabajo.—le resta importancia con un gesto de manos.—pero apúrate que vas a llegar tarde a la entrevista.—me da un pequeño empujón para que me comience a vestir.

Camino hacia la cama, en donde se encuentra tendido un lindo vestido azul, es corto tal vez unos tres dedos por arriba de la rodilla, como es una entrevista tengo que ir semiformal, unos lindos tacones plateados le hacen juego.

En menos de diez minutos ya estoy más que lista para las entrevistas, Nilton y yo salimos apresurados ya que tenemos que estar en el salón en menos de cinco minutos.

—Te dije que te apuraras.—me regaña.

—No es mi culpa que mi cabello se haya atorado con el cierre del vestido—me quejo, camino lo más rápido que me permiten estos zapatos.

Él suelta un bufido y niega con la cabeza.

Recorremos casi todo el hotel hasta llegar al salón donde se harían las entrevistas.

Al entrar todo está en orden, al ser una conferencia les piden a todos los periodistas que se comporten como es debido.

—Tú serás la segunda en ser entrevistada.—dice Nilton, solo le doy un asentimiento y me dirijo a mi lugar que se supone está reservado, camino hacia la primera fila, veo un pequeño escenario, arriba hay una mesa alargada con solo una silla.

Escucho murmullos a mi alrededor pero decido ignorarlos.

Para mi mala suerte me tocó sentarme en el medio de Devon y una chica castaña.

Veo como me sonríe.

Dios sí fuera posible le borro esa sonrisa de un pisotón, muchas personas no pasan por alto ese gesto y los murmullos empeoran.

Me siento en mi lugar y decido ignorarlo, al fin de cuentas voy a terminar con los rumores en muy pocos minutos.

—Todavía está en pie lo que te propuse.—Siento su respiración en mi oreja. Me quedo en mi lugar quieta.

—Pues lo siento pero no tengo ganas de fingir nada, tu ya conseguiste lo que querías y hace algunos años me lo dejaste muy en claro.—digo tranquila, no voy a permitir que piense que su cercanía me afecta, por que en realidad no lo hace, la castaña que se encuentra a mi lado izquierdo se voltea para mirarnos.—

—Allá tú, la fama no te durará tanto tiempo si sigues así.—me susurra antes de alejarse, como si nada hubiera pasado.

Ruedo los ojos y decido dejar el tema morir, no voy a perder mi tiempo con personas como él.

—Buenas tardes, en breves momentos cuatro de nuestros modelos pasarán a sentarse en esta mesa.—dice una voz por los alta voces, provocando que la mayoría de las personas guarden silencio y prestan atención.—

El chico del alta voz procede a llamar a la primera modelo quien resulta ser la chica que tengo al lado, su nombre es Kloe Müller al parecer es Ucraniana.