Miro mi reflejo en el espejo, me coloco de lado para apreciar mi abdomen hinchado, se supone que en una semana estaría dando a luz, el bebé no deja de moverse y patear, y sí, es un Él, Lander y yo decidimos hacer una pequeña fiesta para revelar el sexo del bebé, bueno decir "pequeña" es una blasfemia, toda su familia estuvo además de nuestros amigos y mi familia, tuvimos que hacer todo al aire libre para que estuviéramos más cómodos.Me paso una mano por el abdomen, el bebé está bastante tranquilo, lo cual es un alivio, hay veces en las que sus pasadas son tan fuertes que estoy segura que será un buen futbolista, o quien sabe y sea bailarín.
Me recuesto en mi sillón, la casa está en total silencio, Lander se encuentra en Roma inspeccionando el nuevo Hotel que se inauguró hace unos mese atrás, aunque solo fue por un día, es un viaje de ida y venida porque no me quería dejar ni un segundo sola, casi no logro convencerlo de que fuera, en este último mes a estado más histérico que en todos los meses anteriores, en vez de ser yo la estresada era él, incluso me tocó tranquilizarlo unas cuantas veces cuando me veía haciendo alguna mueca de incomodidad o de dolor, en cada ocasión era una patada o un movimiento brusco que hacía el bebé.
El timbre resuena por toda la casa, suelto un bufido, lo menos que quiero en estos momentos es pararme, me cuesta tanto enderezarme en mi lugar que estoy segura que la persona del otro lado de la puerta piensa que no hay nadie en casa, me muevo lentamente por la sala hasta llegar a la puerta, miro por el pequeño agujero, Dante aguarda con paciencia del otro lado.
—No me digas que te mandó Lander— es lo primero que digo cuando le abro.
Dante alza una ceja.
—Hola, ¿Cómo estás, querido cuñado de mi corazón, qué te puedo ofrecer?— se cruza de brazos ofendido.— esa no son formas de recibir a tu invitado—
Pongo los ojos en blanco pero de todos modos le sonrío divertida, Dante es uno de las personas más asombrosas que he conocido, en estos últimos días me ha estado trayendo cosas para él bebé y acompañándome.
—Lo siento Dan, tú sabes que te quiero— me acerco a abrazarlo, la gran barriga hace que se complique un poco el asunto.
—Cada día estás más grande— se separada de mi, dirige una mano a mi vientre y le da una pequeña caricia.
—Lo se, ya quiero que nazca—
Me aparto un poco de la puerta para darle espacio, en una de sus manos traer una caja de regalo, lo más seguro es que se ropa o algún juguete, en realidad estoy segura que el propio cuarto de mi hijo está lleno de regalos, muy pocas cosas se las compré yo, pero lo principal si fue comprado entre Lander y yo, la verdad queríamos hacer todas las compras juntos así que un día entero nos dedicamos a eso, cuando llegamos a casa teníamos cajas y más cajas, que si la cuna, o el coche, también las dos sillas para bebés, una para mi auto y la otra en el suyo, aunque estoy más que segura que Lander no me dejará manejar en tres meses, pero tal vez lo pueda persuadir.
—Mi hermano me llamó hace como media hora, dijo que ya estaba en camino y que si me podía dar un vuelta por aquí, ya sabes cómo es él— se encoge de hombros— además vine para dejar otro regalo— deja la caja en la pequeña mesa de la sal.
Estoy por responder pero una punzada de dolor en mi espalda baja me hace encorvarme del dolor, siento como la punzada se extiende hasta la parte baja de mi vientre, suelto todo el aire de mis pulmones, un líquido baja por mis piernas y ya soy consciente de lo que está pasando.
—Dime por favor que no acabas de romper fuente—
Alzó mi mirada y veo a un Dante con pánico en su mirada.
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Encubierta
Teen Fiction||Completa|| En edición ⚠️ ||Todos los capítulos disponibles|| Olivia De Luca, una hermosa modelo, actriz y aficionada a la fotografía. Nacida y criada en Italia. Sin tener un solo amigo en su vida, se replantea si vale la pena tener millones de se...