Disco Dos: Reunión

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9:47

La noche anterior me habían enviado una confirmación de la reunión a las 9:00 en una cafetería del centro. Yo confirmé mi asistencia y he revisado mi correo electrónico cientos de veces. 47 minutos tarde. Al principio pensé que me había equivocado de cafetería pero después de comprobarlo dos veces y ver que no había ninguna otra con el mismo nombre en la ciudad ya no supe qué hacer. Así que, allí sentada en la terraza con un café frío me entretuve haciendo pequeños dibujos absurdos en mi libreta.

Cuando ya estuve apunto de mandar un correo para avisar de que me marchaba vi como un hombre trajeado entraba en la cafetería y se dirigía a mi mesa.

—¿Danielle Richards? —inquirió en mi dirección. No es que tuviese mi foto ni nada por el estilo, pero era la única mujer que estaba en ese momento sola en la terraza.

—Sí, soy Danielle, ¿y usted es...?

—Mi nombre es Rob Stringer. ¿Puedo sentarme? —me preguntó con una sonrisa enorme. Sonrisa que yo no le pude devolver pues sólo me preguntaba cuál era el motivo de que llegara tan tarde.

—Claro, por favor siéntese —en ese momento no podía dejar de pensar en mi madre y en lo orgullosa que se sentiría de mí si supiese el esfuerzo mental que estaba haciendo por no maldecir a este hombre en voz alta.

—Siento la tardanza, han sido problemas familiares. Espero que me disculpe —y le creí. Porque su mirada de preocupación no iba en sintonía con la porte intimidante que tenía ni con su impecable traje gris.

—No se preocupe. Y dígame, me ha sorprendido la urgencia de la reunión.

—Verá señorita Richards desde Columbia Records llevamos tiempo interesados en su gran talento y las dos canciones que usted ha escrito para nosotros han tenido una gran acogida — justo en ese momento apareció el camarero. Y después de pedir un café solo Rob se quedó mirando al infinito.

—Siga señor, por favor —le pedí dándole una de mis mejores sonrisas.

—Sí, disculpe, es que estoy un poco distraído. ¿Por dónde iba? Ah claro, la oferta. Verá señorita Richards, esta no es una oferta de trabajo normal. Es un poco peculiar —abrió su maletín y sacó un documento que parecía mi currículum.

—¿De dónde ha sacado eso...? —digo un poco molesta ya que no recuerdo haberles enviado mi curriculum.

—Después de revisar su trayectoria nos preguntamos si le gustaría tener un trabajo de tiempo más completo. El trabajo consistiría en desplazarse a una residencia con el grupo musical mientras dura el proceso de creación del álbum.

—¿Creación del álbum?¿Grupo musical? Perdone señor...Rob, pero es que no estoy entendiendo nada. Sería tan amable de explicarmelo todo más despacio y con más información. Gracias —ahí estaba mi falta de paciencia. Ya había conseguido estresarme. No estaba entendiendo nada y este hombre parecía un robot al hablar.

—De acuerdo Danielle, voy a ser más directo —no me pasó desapercibido el cambio de tono de su voz y que comenzó a tutearme —Sabes qué grupo es One Direction, ¿verdad?

Rob adquirió una postura más cercana echándose hacia delante en la mesa, como si fuese un secreto lo que iba a anunciarme. Y yo solo me atreví a asentir a su pregunta.

—Bien, pues como ya sabrá el grupo acaba de perder un miembro y están buscando a un sustituto. Pero no para cantar, sino para componer —de golpe su rostro se relajó como si se hubiese quitado de encima un peso enorme.

—Quiere decir que quiere que componga canciones para ellos, ¿no? —mi cerebro estaba helado y me sentía paralizada. Tanto era así que no estaba procesando lo que estaba pasando.

Our Song | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora